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No hace falta caerse para ver las estrellas en la nieve

Elegante y confortable, el Piscis es el mejor hotel del valle y se lleva los aplausos. Il Legno y Las Cuatro Estaciones, ideales para comer como un rey. Bares con música y chocolate, en la base

27 de julio de 2001

LAS LEÑAS.- Después del frío de la montaña lo primero que se necesita es la calidez de un buen hotel. En Las Leñas no hay de que preocuparse. La infraestructura hotelera, de excelente calidad, ofrece opciones para todos los bolsillos.

La alternativa cinco estrellas es el hotel Piscis, que cuida hasta los más mínimos detalles. La atención personalizada, la pileta climatizada con hidromasaje y la posibilidad de ponerse los esquíes a metros de la habitación y llegar a la base de un envión son ventajas para tener en cuenta.

También tiene un kid´s club, para que los chicos jueguen acompañados por maestras jardineras y con un minigolf para despuntar el vicio, aunque sea bajo techo.

Menú especial

Cuando llega el momento de saborear un buen plato, las opciones se multiplican.

Los dos mejores restaurantes del valle están en Piscis: Il Legno está especializado en comida italiana y Las Cuatro Estaciones ofrece menú internacional con estilo de montaña. Para esta temporada el chef Juan Astudillo recomienda salmón rosado y codorniz.

Una comida, con entrada, plato y postre cuesta alrededor de 40 dólares por persona, sin bebidas. Sólo abren por la noche. Al mediodía y a la tarde se pueden elegir opciones más económicas y rápidas en la base, con música y un buen chocolate caliente siempre listo. Sin tener necesidad de sacarse las botas se puede ir a la terraza del hotel Escorpio, a Innsbruck y a Ufo Point.

Si dan ganas de comer comida francesa el El Refugio, en La Pirámide, es el lugar indicado. Los menús del día rondan entre 10 y 15 pesos. Las opciones para irse de shopping son bastante restringidas. La Pirámide, a metros de la base, concentra algunos comercios que sacan de un apuro. Además de quiosco y material de fotografía, se puede conseguir todo lo que nos olvidamos en Buenos Aires para esquiar abrigados y cómodos.

También hay un supermercado para los que están en departamentos y tienen ganas de cocinar.

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