Nuevo nicho. Transformó el mercado de las golosinas con propuestas para adultos

Con más de cincuenta años en el mercado, la fábrica de su abuelo fue la escuela donde Antonella aprendió de alimentos, golosinas y chocolates. Pero mientras trabajaba en las áreas de marketing, e-commerce y desarrollo de productos, se preguntó de qué forma podían innovar el negocio, cómo podían fabricar otros y mejores productos.

Fue así como en 2008 lanzaron Truppi, una marca de golosinas que incluye gomitas, confituras, pailados de chocolate y helados sin o bajos en azúcar, pensados exclusivamente para adultos. "Los primeros años fueron complejos; había que lanzar una marca nueva, pero con trayectoria e historia, en un mercado con mucha oferta. Nosotros veníamos con muchas ideas nuevas y la crisis en el campo nos frenó la producción cuatro meses", recuerda Antonella. Durante ese tiempo aprovecharon para construir una planta nueva con un laboratorio y modificaron las fórmulas de sus productos para adaptarse a la fabricación de alimentos libres de gluten. "Una vez pasado ese primer desafío, nos lanzamos con una propuesta más sólida con mucha variedad en diseños, colores y sabores", describe.

Las redes sociales de la marca (sus principales canales son Instagram y Facebook) son un oasis de color y nostalgia infantil pensado para deslumbrar a "los grandes", el público al que Antonella apunta directamente. "Nos parece más interesante venderle a adultos porque nos da mucha más libertad de ofrecerles productos como frutos rojos o chocolate más amargo, nos permite experimentar otros sabores que a los chicos no les interesan tanto. Los adultos buscan más el sabor, gustos más atrevidos como ácidos, mentolados, combinados, más picantes", explica. En esa búsqueda también recurrió a producir fracciones grandes de golosinas pensadas para ser compartidas, que venden en frascos y cubos de distintos tamaños.

En cuanto a la estrategia para conquistar un público diferente al tradicional, Antonella cuenta que intentaron encontrar el momento en el que el adulto podía consumir su producto. "Lo primero que hicimos fue apelar a esa golosina que comían cuando eran chicos y les gustaba, y que ahora no necesitan pedir permiso para consumir". También se asociaron a otras marcas de productos para adultos y trabajaron desde la comunicación para que los grandes asocien sus golosinas a un "mini lujo" que se podían conceder para saborear algo rico y lleno de recuerdos.

Versátiles y entusiastas ante nuevos desafíos y proyectos, Antonella asegura: "Nuestra variedad y calidad, y la cercanía con los clientes es claramente un diferencial. Tenemos la mejor comunidad que nos busca desde todo el país, que prueba y juega con los productos nuevos que lanzamos. Las redes sociales, sobre todo Instagram y Facebook, nos ayudan muchísimo para poder comunicarnos y mantener el feedback".

Su tienda online, lanzada en 2012, ofrece más de sesenta productos que se pueden comprar al por menor y por mayor. También trabajan en ferias como Buenos Aires Market, Masticar y Puro Diseño, y llevan sus foodtrucks a eventos privados y corporativos. Algunas de las marcas que los contrataron son IBM, L’Oréal y Swatch.

Entre sus planes incluyen el lanzamiento de una plataforma online de venta al por mayor para pequeños comercios y emprendimientos, y diseñar productos más inclusivos para otras cadenas de retailers. Hoy Truppi suma gomitas veganas y kosher a su oferta dulce, con la idea de desarrollar las mismas golosinas pero naturales y sin restricciones alimentarias.

US$200 mil fue la inversión inicial.

$15 millones es la facturación anual.

300 toneladas es el volumen de ventas.

18 empleados tiene la empresa.

+12 mil seguidores en Instagram @truppigolosinas.