¡Buen miércoles!
Si al que madruga Dios lo ayuda, desde que empezó diciembre me gané su solidaridad completa. Hace días que llevo amaneciendo al alba, mi cara hoy, sin duda, es para anteojos de sol para rato, sepan disculpar, ellos siempre nos salvan de esas mañanas incareteables. No sé por qué soy de esas personas que se le nota mucho cuando duermen poco o están dormidas, ¿no les pasa?
Fin de año es terrible, los días son bien largos y las noches cortas.
No es que hoy lleve un humor negro, sino que me desperté con ganas de una propuesta sin color para vestirme. Me alegro que les guste tanto como a mí los equipos en pastel de los últimos días. Así como los prefiero siempre y ante nada a la hora de elegir qué ponerme, también creo que el negro nunca debe irse del armario.
Hoy les tengo un look para aquellas que prefieren vestir de negro, a ustedes que se sienten cómodas y acordes donde quiera que sea con este color. Les propongo un clásico "little black dress" a toda hora, fresco y canchero en una tela gamuzada con escote v y cordón de Paris By Flor Monis, lo vi y supe que pasará a formar parte de mis básicos e infaltables. Lo combiné con un collar con piedras plásticas y cadena de hilo torcido de una tienda de Once y sandalias con tira cruzada y plataformas flúo de Jow, una marca de zapatos de Areco que también vende en Capital (como les dije hace unos días, el flúo es ideal para detalles y accesorios, en prendas es demasiado encendido ¿no les parece?).
¿Alguna tiene un vestido de batalla que no falla en color negro? ¿Cómo es? ¿Para qué ocasión lo usan?
Buen miércoles,
Lulu
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