Es difícil rotular este fin de semana. Si fuera una carpeta de Windows, le pondría "varios" o "pendiente". Y de seguro crearía un acceso directo para tenerla a mano.
"Pendiente" en el sentido de candente, de aquello que está vivo, en proceso, naciendo, hirviendo acaso.
Sí, estos últimos días siguieron la tendencia de la semana pasada... días raros, distintos, "nuevos".
Nos corrimos de la rutina incluso en detalles tontos con el restaurante que solemos elegir el sábado... Lo cual, de todos modos, no es muy significativo.
Sí lo fue aceptar mirar una película DVD para adultos, de cine-arte, de mis favoritas. Ejercicio que tenía suspendido en el éter, en stand by, hasta poder hacerlo... sin culparme. Sin aquel dedito estricto recordándome aquello que todavía no estoy concretando, aquello que por el momento pospongo, pateo para más adelante.
Fue significativo reencontrarme con una artista de la talla y del color de Miranda July . Inspiradora, multidisciplinaria (bailarina, directora de cine, escritora), toda una auténtica. Y por ello, perturbadora, fascinante, enigmática, bizarra... Otra vez la rareza.
Fue significativo el sábado a la noche no ponerme a indagar música y elegir revisar textos de "alumnas" desde lo racional. Terminar temprano, irme a dormir con tiempo de sobra para encontrarme con marido, salirme -aquí también- de lo programado.
Y fue significativo, sobre todo, que en la reunión familiar del Día del Padre, en casa de mis suegros, no se discutieran con cuñado asuntos complejos y abstractos (macro-políticos o filosóficos), sino que todo se fuera dando para que se expresen emociones, sentimientos, dudas, inquietudes... acumuladas desde hace tiempo. Que la conversación fuera rodeando y finalmente atacando, de-velando "secretos de familia", esos temas tabúes que normalmente se eluden y en todo momento están ahí, por lo bajo, haciendo ruido, pidiendo a gritos que alguien los suelte.
"¿Viste cómo se aligeraron todos?", le comenté a Fede, ya de vuelta, subiendo al departamento. Por lo menos eso percibí yo en relación a él y su hermano.
¿Cuánto estarán comprendiéndome? Espero que lo suficiente.
Y ahora soy todo ojos para leerlos contándome qué de nuevo, distinto o raro vivieron ustedes.
Caos doméstico; aquí sí, lo de siempre
China haciendo de león
Probándose ojotas del padre
Crayones
Elefantes
El trailer de Me and You and Everyone We Know, de Miranda July
En esta nota: