La semana pasada se dio a conocer un informe en el que se comunicaba que el 80% de los argentinos toman menos productos lácteos de lo que deberían . Eso informaba el doctor Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), en la primera Jornada Internacional de Productos Lácteos y Nutrición Humana, organizada en la Universidad Católica Argentina.
Teniendo en cuenta el estudio "Patrones de consumo de lácteos y calcio en la población argentina", realizado por Cesni, sobre 1500 personas, dos de cada tres adultos no consumen las dos porciones de lácteos recomendadas por las guías alimentarias de nuestro país, y nueve de cada 10 adolescentes y siete de cada 10 escolares no alcanzan a consumir las tres porciones aconsejadas.
Leche bajo lupa. - Créditos: Corbis
Ahora bien, desde la industria láctea se promueve el incremento del consumo de leche sin hacer lo propio con otras fuentes de calcio, como las verduras de hoja y los cereales integrales que, además, no contienen grasas saturadas y ayudarían a cubrir las necesidades de calcio. Según la doctora Mónica Müller, existe una relación directa entre este hecho y la omisión de nuevos informes en los que hasta se cuestiona a los lácteos, con los intereses de quienes auspician ese encuentro: multinacionales como DSM Bright Science, CHR Hansen, ARLA, Gelfix y Biotec, productores de lácteos y aditivos químicos para la industria de la alimentación.
Hace tiempo que vengo haciendo un seguimiento, incluso toqué el tema antes pero me interesa reflexionar las estadísticas y los datos que hoy tenemos. La leche es una tradición tan arraigada en nuestras costumbres que prescindir de ella podría parecer una locura. Pero así como existe la escuela que sigue viendo a la leche como un elemento fundamental, hay paradigmas encuentran que no tiene lógica el hecho de consumir un producto que fue creado para alimentar a otra especie. El médico Luis Delupi contestaba a mi pregunta, y me decía que nosotros como mamíferos estamos capacitados fisiológicamente -nuestras enzimas digestivas- para degradar la lactosa, (la estructura de la molécula que tiene la leche), hasta los cinco años, aproximadamente. Después esa capacidad de digestión no la tenemos más. Tampoco estamos preparados para tomar leche de otra especie, la leche de la vaca tiene unas características propias para un ternero de 700 kg.
Sistema de ordeñe diario. - Créditos: Corbis
Por otra parte, el sistema de industrialización incluye la explotación animal de las vacas a las que se las alimenta y estimula para que produzcan más. Otro aspecto que no vemos y al que estamos acostumbrados.
La nutricionista Natalia Amengual, me comentaba que unos de los alimentos más difíciles de dejar en la transición al veganismo, eran la leche y los quesos. La leche remite a la infancia, al contacto con la madre, por eso es tan importante la etapa de la lactancia en la que se les transmite todos los nutrientes a los bebés. Pero después ya no es necesaria porque acidifica nuestro organismo y puede generar alergias. Tampoco es imposible dejarla. Existen muchas alternativas en quesos veganos , que si bien no son iguales tienen un sabor delicioso. Hay leche de almendras, avellanas, mijo, alpiste.
Es importante conocer las otras fuentes de calcio. Una persona que se ocupa de la difusión es Pablito Martín . Comparto una tabla comparativa que el armó en base a nuestras necesidades de calcio (Bebés y niños, de 350 a 550 mg por día, mujeres jóvenes, 800 mg por día, hombres, 1000 mg por día, adultos, hombres y mujeres, 700 mg por día).
*Según Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y Asociación Nutricionista Japonesa.
Higos y frutos secos, importantes fuentes de calcio. - Créditos: Corbis
Un testimonio valioso es el de Sebastián Delfino, el conductor de Ensalada Verde, que me contaba que con su familia hizo un cambio en sus hábitos, y que la mejor manera fue integrar a su hija en la cocina y en el jardín de su casa, como un juego. Aunque todavía es chica ya sabe lo que es plantar una aromática y consumir frutas de estación. Sebastián quiere estar presente en el crecimiento de su hija y evitar, en lo posible, el consumo de golosinas, gaseosas, el exceso de harinas blancas con las que se alimentan muchos chicos en la actualidad. En su momento habló con una nutricionista, que lo guió para incorporar frutas, verduras, frutos secos y cereales de una manera divertida y saludable.
Sé que el de hoy es un tema delicado. Repito, porque el público se renueva, no soy médica ni nutricionista pero hablo con ellos, leo y reflexiono. No les digo que dejen los lácteos ya, sino que piensen en la industria y la publicidad que hay detrás de ellos, y sepan que el calcio se puede obtener de muchas formas. En mi caso, no eliminé los lácteos pero bajé su consumo. ¿Ustedes se imaginan la vida sin lácteos? Espero que la información les sirva para sacar sus propias conclusiones.
Les mando un abrazo enorme.
Me pueden escribir a kariuenverde@gmail.com
Kariu
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