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Otras aparatosidades




Sí, serás aparata. No sólo porque te cueste la noche, sino también por otras cuantas razones:
Serás enamoradiza, tontamente enamoradiza. Te encandilarás con otros con llamativa facilidad y te encariñarás hasta lo ridículo con maestras y jóvenes que cuiden a tus hijas.
Trabajarás más de lo que te pidan, siempre, por regla. Lo harás por amor al arte, eso dirás. Y habrá días en los que llegues a la cama tan cargada, que despertarás a tu pareja: "ay, porfi, dame una mano, ayudame a relajarme" (a buen entendedor, pocas palabras).
Ventilarás todo de tu vida íntima. Y no a una amiga, sino públicamente, en tu blog diario. Te creerás que de ese modo te sacás las cosas de encima, que las soltás, que te reís de vos misma. A pesar de esto último, habrá ocasiones en que transpires luego de presionarle "send" al mensaje y otras en que te levantes en la mitad de la madrugada y te digas "¡¿qué dije?, ¡van a ahorcarme!"
Serás profunda, hasta el hartazgo, y aun así, sobre todo cuando se avecine el verano, harás ejercicio de glúteos, en cualquier hueco que encuentres (en el que nadie te mire)... todo sea por mantenerte "firme".
Te anotarás en la Cooperadora del jardín de tus hijas y se te hinchará el pecho sintiéndote "colectiva". Eso sí, después pondrás la clase de tu taller el mismo día de las reuniones (no te quedará otra) y te pasarás el resto de los meses aclarándole a la mayoría que, de que haber podido, hubieses trabajado cual carmelita.
Releerás libros varios. Por partes. Al azar o siguiendo el olfato. Ensayos y buena literatura. Algunos los agarrarás pensando en quedarte con ellos, en estudiarlos, pero sólo lograrás tu cometido con uno de autoayuda barato que, aunque te dé pudor tenerlo, querrás descularlo, terminar de entender qué miércoles te está diciendo.
Mandarás al diablo a un amigo y a un conocido. Te mandarás la parte por haber sido tan filosa y no haberte puesto ningún filtro. Te mantendrás un tiempo así hasta que te olvides y unos meses más tarde, recuperes tu naturaleza corderito y como si nada, liviana, quieras hacer las paces, porque no te gusta "quedarte mal con nadie".
Tendrás la cartera al estilo Minguito Tinguitella, llena de estupideces inútiles. Pero nunca tendrás tampones cuando te indispongas ni carilinas cuando tus hijas quieran hacer lo suyo en un arbolito. Te regalarán agenda y aunque quieras, no podrás usarla, te olvidarás de encuentros, incluso de una reunión de padres, teléfonos, etcétera.
Y como esas muchas más... varias, seguirías toda la tarde enumerando razones, ridiculeces que te pintan de pies a cabeza. Pero temerás que, de seguir, puedas espantar lectoras, o aburrirlas, o aburrirte vos... y además tendrás muchas ganas de enterarte por qué ellas, por qué el resto de aparatas que te leen... se auto-consideran de esa manera.
¿Se animarán a confesar sus aparatosidades?

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