
No voy a ser la primera persona que haga la asociación. Ya todos entendemos porqué a los pacientes les dicen pacientes. Es clarísimo. Es por el arte que desarrollan para no matar a alguien en la sala de espera empezando por a) la recepcionista mala onda, b) los 8 pacientes previos y terminando por c) el médico. Pero se produce un fenómeno de lo más particular que es que el minuto que escuchás tu nombre en boca del médico mientras sostiene tu fichita y lo larga al aire, inmediatamente se te pasa el enojo y te olvidás de las 200 cosas que habías ensayado para decirle acerca de la falta de respeto, la toma organizada de turnos, la comprensión acerca de los bajos honorarios de las prepagas, bla bla bla. No lo hacés. Agarrás tu carterita y te parás como con una lobotomía sin decir palabra y llena de alivio. Paciente. Hasta yo que soy la mina más ansiosa e intolerante me vuelvo paciente. Y después te seguís ejercitando para la espera de los resultados de los análisis, la toma de turnos y "Para Elisa" sonando al tubo mientras una voz te avisa que "Todos nuestros operadores se encuentran ocupados en este momento". Pacientes. En eso nos ejercitamos. Pero ya está. Hice todas las visitas médicas pertinentes y termino la semana con clara sensación de deber cumplido.
Ahora sólo me queda esperar algunos resultados. Con paciencia, claro.
Buen fin de semana. Iba a decir algo de St Valentine´s, pero este año me niego.
En esta nota:
SEGUIR LEYENDO


Qué es la cultura de la cancelación y qué significa estar “cancelado”
por Ludmila Moscato

Estrés. El costo que pagan los líderes por ocuparse de su equipo

Podcast. Una oportunidad de engagement para los emprendedores
por Milagros Conzi

ESI para padres. Todo lo que tenés que saber para poder hablar de sexualidad con tus hijos
por Denise Tempone
