Newsletter
Newsletter

Para el mismo LADO




Wow, no puedo creerlo. No sé qué decirles, chicas. No puedo creer cómo se malinterpretó el contenido de ayer. No tiene sentido que me defienda (aunque no pueda evitarlo) porque sé y muchas de Uds. también cómo funciono y donde estoy parada. Tengo el más absoluto de los respetos por los seres humanos, por todos y cada uno de ellos.
No tiene nada de malo que me queje de un hábito (romper bolsas de basura) en determinado momento. No voy a estar despotricando contra el sistema a cada rato, ni puedo ponerme a hacer una lectura super-objetiva a diario.
Tampoco me quejé de los cartoneros , a muchos de los cuales conocía y trataba (en mi anterior barrio). Y muchos de los cuales recogen los cartones y papeles de una manera muy cuidada; y si la bolsa se rompe, se ocupan a veces de repararla o incluso cambiarla. Sólo me parece que el hecho de estar en una situación más precaria (y no hablo por los cartoneros) no justifica que sistemáticamente hagas lo que se te canta. Porque sino entramos en un terreno delicado, donde todo vale o no vale nada.
Yo soy ciudadana y cuido mi calle, mi barrio, mi plaza y cualquier otro espacio con el que me toque toparme COMO CUIDO MI CASA. Por eso me nace "enojarme" cuando veo que a otros les importa poco ese aspecto. Porque TODOS, más allá de la condición o status, merecemos respeto.
¿Qué tal si en lugar de ponernos a discutir virtualmente no hacemos algo? ¿Cómo podemos ayudar en concreto para mejorar algunas situaciones de nuestro pueblo? Propongo que si el tema nos ocupa y preocupa, usen/usemos este espacio como disparador de proyectos, ideas.
Yo estoy atravesando una época de muchas responsabilidades (mudanza forzada, trabajo nuevo, problemas que no les cuento) y HOY mi mayor desafío como ciudadana es alimentar a mis hijas, amarlas, ser justa y noble en mi trabajo, colaborar con mis colegas, familiares, vecinos, Uds., amigas.
No se me caen los anillos (ni siquiera uso), no soy de clase alta (tampoco tendría nada de malo que lo fuera), ni nadie NUNCA me regaló nada. Sí, por supuesto que no soy ninguna santa, tengo muchos miedos todavía y miles de defectos. ¡Pero tiro para EL MISMO LADO!
En fin: las quiero, las abrazo, las comprendo. Y GRACIAS.

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

“Muchacha, hacete el Papanicolaou”

“Muchacha, hacete el Papanicolaou”


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP