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Para entrar al Caribe, nada mejor que las puertas

Montañas, ríos y playas de ensueño se unen en Porta Caribe, Porta del Sol, Culebras y Vieques, los nuevos destinos de moda de esta pequeña isla

3 de junio de 2007

SAN JUAN, Puerto Rico (El Nuevo Día).– Dos zonas que están dando mucho que hablar son Porta Caribe y Porta del Sol. Cada una con sus encantos, representan también la diversidad de atracciones que los turistas pueden encontrar. Las dos abarcan montañas, playas, ríos y edificios históricos, y mientras la primera comprende gran parte de la región sur, la otra incluye pueblos del Oeste.

Un recorrido por Porta Caribe debe incluir Ponce, la llamada Ciudad Señorial, la segunda más grande de la isla y la más importante de la región.

Tiene un aeropuerto internacional y el puerto con el calado más hondo del Caribe, dos poderosas razones que han contribuido a que se convirtiera en una entrada directa de turistas a la región.

También conocida como la Perla del Sur, ahí se encuentran hoteles de lujo, campos de golf, el Museo de Arte de Ponce –uno de los más importantes de América–, y para un encuentro con la historia, el Centro Ceremonial Indígena de Tibes y la hacienda cafetalera Buena Vista, que aún pueden visitarse.

El ambiente playero y festivo está presente en el Paseo Tablado La Guancha, donde hay tiendas locales y variedad de restaurantes. También se puede visitar los pueblos cercanos, como Guayanilla, Santa Isabel, Salinas, Coamo y Patillas.

Otra región que tiene gran variedad de atracciones es Porta del Sol.

Teniendo en la ciudad de Mayagüez su principal exponente, con un puerto que ya está recibiendo grandes cruceros, la Sultana del Oeste es vecina del pueblo de San Germán; de la aclamada zona de Cabo Rojo, donde están las playas de Joyuda, Boquerón y El Combate; de Rincón, de Lajas, de la Isla de Mona (conocida como la Galápagos del Caribe), y de Guánica. Muy cerca también está Isabela, famosa por sus playas para surfers y buena comida, además de preciosos paisajes.

Oferta que no se agota

Aunque pertenecen al norte, Camuy, con su incomparable Parque de las Cavernas del río Camuy, y Arecibo, con el radiotelescopio más grande del mundo, ameritan una visita y quedan de camino a Porta del Sol.

Hacia el este del país se encuentran Vieques y Culebra. Estas diminutas islas, muy próximas a St. Thomas, también vienen llamando la atención de miles de turistas internacionales que sólo quieren dejarse llevar, descansar, y disfrutar del mar y el sol. A ellas se llega en ferry desde Fajardo, o en aviones pequeños.

Todo depende de quién lo vea, lo cierto es que algunos dicen que Vieques y Culebra son tan distintas como el día y la noche. Sin embargo, tienen más similitudes que diferencias: playas espectaculares de aguas prístinas, paisajes paradisíacos, una quietud que invita a desconectarse y opciones de alojamiento para todos los bolsillos. También, son sinónimo de aventura, y apelan al viajero que disfruta del contacto con la naturaleza y de descubrir las bellezas cuasi vírgenes de cada destino.

Vieques, que se catapultó en el nivel internacional por su lucha para sacar a la marina norteamericana de sus tierras y playas (una de ellas es playa Esperanza), tiene en la bahía Mosquito un verdadero manjar para los ecoturistas. Esta bahía bioluminiscente, una de las tantas que hay en Puerto Rico, está entre las más resplandecientes del mundo y ofrece un verdadero espectáculo de luz submarino.

Pero además, con su increíble tamaño de apenas 34 kilómetros de largo, la llamada Isla Nena tiene tesoros de incalculable valor, ya que es el refugio de vida silvestre natural más grande de todo el Caribe.

Y Culebra, originalmente conocida como la Isla Pasaje, es la casa escogida por las tortugas marinas que anualmente anidan en su fina arena para perpetuar su especie. En primavera y verano, se ven ahí cientos de pájaros marinos migratorios. La playa Flamenco fue seleccionada por publicaciones de turismo internacional en múltiples ocasiones como una de las más bellas del Caribe.