Perspectivas para un gran día de campo en La Chiquita

Se puede presenciar esta actividad, y también dar de comer a los chanchos, gallinas y ovejas, entre otros animales, a las 17, en el potrero vecino a la casa.

Hace 30 años que la familia Cosentino posee esta estancia, pero hace pocos meses decidió que se abriera al turismo. Un quincho fue reciclado para tal fin, con parrilla incluida, que pronto será desalojada para mayor comodidad en el salón. Además, está construcción es un segundo comedor para poder recibir a empresas que deseen trabajar en el campo.

La casona, de estilo colonial, forma parte del paisaje, rodeada de eucaliptos. Junto a ésta se encuentra la pileta con una pérgola y los juegos para niños. El jardín cuenta con caminos de piedra y gazebos con sillas para descansar a la sombra. La pequeña capilla de piedra, construida por Luis Cosentino, conserva la imagen de la Virgen Milagrosa.

"La Chiquita es mi mamá, que se llama Elina, pero siempre le dijeron Chiquita. Por eso mi papá nombró así este campo", cuenta orgullosa Mariel Cosentino, que junto con su hermana Victoria ayudan a Omar Pelosso a recibir a los turistas.

El día comienza a partir de las 10 con el desayuno de campo. Después de un pequeño descanso salen las empanadas, que pueden ser fritas o al horno; humita; fiambres, y quesos; más tarde, el asado: chorizo, morcilla, costillar al asador, vacío y pollo, con ensaladas, y de postre, helado o flan y café. Todo regado con gaseosas, vinos tinto y blanco, y cerveza. A veces se acercan músicos para cantar zambas, chacareras y otras canciones a la hora de la siesta. No es siempre, pero a veces sucede. César Etchart y Hugo Ruoco, voz y guitarra, respectivamente, amenizan la velada con sus tonadas criollas.

Si todavía tuviera hambre después de descansar en las reposeras o dar una vuelta a caballo o en sulky; jugar al voley, tejo, ping-pong o pool, viene el té, igual que el desayuno, pero se suman los pastelitos. Por otra parte, en Navarro se puede visitar la laguna; el parque Dorrego, donde murió Manuel Dorrego en su enfrentamiento con Lavalle, en 1828; la catedral; la plaza principal; el Fortín San Lorenzo; el Museo de Ciencias Naturales, y el Ferroviario. Estos también fueron los pagos de Juan Moreira. Aunque murió cerca de Lobos, aquí dicen que vivió sus mejores años.

Para llegar a La Chiquita hay que tomar el Acceso Oeste hasta Luján y luego la ruta 5 hasta la ruta 47. Por ésta se sigue hasta Navarro y en el primer semáforo se dobla a la izquierda, siguiendo los carteles indicadores. Día de campo: $ 75 por persona; de 5 a 10 años, 50%; menores de 4 años, gratis. Informes: 4743-7815, 1544248841, info@estancialachiquita.com.ar

Silvina Beccar Varela