Pesadillas durante el embarazo

Julieta nació con tres años. Es colorada y el largo de su pelo sobrepasa sus omóplatos. Está vestida de blanco: con calzas y un vestido con volados. La primera vez que la veo es en mi casa, que en realidad es otra. Me da la espalda y me ignora por completo. Le acaricio el pelo y me esquiva. Julieta no es un bebé y nunca lo fue. Me pregunto cómo pude parirla con semejante tamaño. Pero solo se que nació con tres años. Y que me odia.

–¿Estás enojada por algo? –pregunto.

Pero la respuesta nunca llega.

Me levanto transpirada y agitada. Son las 3.15 de la mañana. Intento pensar en otra cosa. Agarro la wawita y me acuesto boca arriba con las manos en la panza hasta que me quedo dormida.

Mis papás están de viaje. Se fueron a Europa para festejar 30 años de casados. Suena el teléfono. Un oficial me cuenta que mi hermana está presa. Atropelló y mató a una persona. Aunque me aclara que no escapó e intentó ayudar a la víctima fue condenada a cadena perpetua y no podemos verla.

¿Cómo les cuento a mis papás que nunca más van a poder ver a su hija?

Esa pregunta me carcome la cabeza pero antes que pueda resolver el crucigrama me despierto. Tardo un rato en dormirme.

Soy periodista de una revista semanal de interés general. Mi jefe me dice de ir a tomar un café para "notificarme" algo. Desde el próximo número voy a escribir sobre política. Odio la idea. Me largo a llorar y para consolarme él me dice: "Son solo unos meses que falta poco para que seas mamá y después arrancás la licencia. No es grave che. No te quejes". De nuevo me levanto agitada.

¡¡¡Levante la mano quien no tuvo pesadillas durante el embarazo!!! Hace un tiempo les prometí que iba a contarles la previa de la maternidad de forma no edulcorada, con los altibajos de estos meses: las cosas lindas pero también las pálidas, así que hoy decidí compartir con ustedes tres pesadillas que tuve durante los últimos meses.

Estuve leyendo un poco sobre el tema y, al margen de que los sueños suelen recrear preocupaciones, anhelos y temores, lo cierto es que durante el embarazo, con tantos cambios hormonales y emocionales, todos esos sentimientos están más a flor de piel. Las pesadillas son uno de los tantos "efectos secundarios" del embarazo y aparecen con más frecuencia durante el tercer trimestre, cuando los movimientos del bebé son más frecuentes. Sueños sobre el parto, la salud del bebé y las responsabilidades de la maternidad son los más usuales.

Les cuento que el scan fetal me dio muy bien y Juli ya empezó a moverse!!! Estoy feliz! Todas las noches antes de dormir me pongo un cuadradito de chocolate en la boca y mientras se derrite pongo las manos sobre la panza. Parece una fiesta! En mi caso, el dulce es infalible para que la beba empiece a pegar pataditas. Durante el día, en cambio, me cuesta más percibir los movimientos. Me parece que a la nena le gusta la joda y sale de noche jeje.

Un beso grande para todas y que tengan una hermosa semana corta!!!

Deb