Pía Carregal: “La tendencia en general es que la novia no quiere ser novia”

Para todas las novias, tanto las que siempre soñaron con entrar de blanco en una Iglesia, como las que no, el vestido es uno de los grandes temas a la hora de organizar el casamiento. Porque, ya sea porque querés tener el vestido perfecto que siempre te imaginaste, o porque te parece que no vas mucho con el perfil de la novia clásica y te cuesta verte de blanco, este no es un tema menor.

Por eso, encarar esta parte muchas veces es difícil. Puede ser que no tengas idea que querés usar, o que lo tengas clarísimo pero necesites encontrar a alguien que te interprete bien. Para ayudarte, hablamos con la diseñadora de alta costura Pía Carregal.

Pía empezó a relacionarse con el mundo de la moda a los 18 años, y trabajó para importantes marcas de indumentaria. Acaba de presentar su colección en el Buenos Aires Alta Moda (BAAM), y participó del Six O'Clock Tea, entre otros eventos.

Yo recomiendo que empiecen entre seis y ocho meses antes. En mi atelier tenemos bastantes vestidos de colecciones anteriores que sirven para que las novias se prueben y vean en sus cuerpos que les gusta y les queda bien. Probarse está bueno porque les da la seguridad y pueden probar opciones de faldas, colores y texturas. Sirve mucho cuando la novia está perdida y no sabe lo que quiere. Después, en base a lo que les gustó se ve un diseño especial para cada una.

Les recomiendo que vean a dos o tres diseñadoras que tengan estilos diferentes, para ver qué les dicen y que puedan elegir mejor.

Yo aconsejo que el vestido sea lo más parecido a la personalidad de la novia, que tenga que ver directamente con ella. Si siempres sos jugada tu vestido también puede ser así, pero si sos muy tradicional no. Más que la moda hay que que respetar el estilo de la novia. Además, hay que tener en cuenta que no es el mejor día para decir me juego con todo. Yo siempre les digo que la foto con el vestido de novia les va a quedar en el tiempo, por eso no tienen que verse después y pensar "¡qué me puse ese día!".

Hoy les pasa mucho eso, porque la gente cada vez se hace menos vestidos a medida y usan menos alta costura, por lo que les cuesta partir del jean a un vestido de estos. Lo que yo hago no son los típicos vestidos de novia. Creo que se puede tener un vestido lindo, con el que te sientas cómoda, que no sea muy voluminoso y no te haga sentir una torta.

Yo las ayudo un poco a ordenarse y les preguntó qué se ponen y cuáles son sus costumbres. Hoy las chicas saben bastante lo que quieren, porque se casan más grandes y tienen otra seguridad, entonces no entran en esas crisis.

Se puede elegir entre distintos estilos, como romántico, vintage, encajes, o más clásicos también, y hay muchas tendencias que se pueden adoptar. En muy común que se usen las transparencias. Al principio yo pensaba que no se iban a animar, pero gustaron mucho. Igual son cuidadas, sobre todo para los casamientos religiosos. Aplicamos muchos bordados a mano, que a veces se usan para cubrir el busto. También se usan vestidos que sean como una segunda piel, livianos, nada pesado ni encorsetado. El encaje se ve internacionalmente, con bordados en piedra, y mucho nude.

El color que más se usa es el off white y los tonos naturales, y por último el blanco. Eso pasa porque las sedas naturales y los géneros en general en blanco óptico no son muy lindos. También se usa el tono nude, y algunas hasta se animan a un rosa muy pálido.

A las chicas en general no les gusta mucho elegir zapatos blancos ni claritos. Por eso, tratan de complementarlo con algún accesorio más nude, o dorado o de colores. Hay muchas opciones en zapatos, porque hay lugares que los hacen a medida. También se pueden usar naturales con algún borde en dorado o color nude, para que no sea tan zapato de novia. La tendencia en general es que la novia no quiere ser novia, ni en los accesorios ni en el vestido tradicional, porque lo ven muy rígido.

Después del vestido de novia, el más importante es el de la madrina. Así que, al igual que para la novia, para muchas madres es difícil saber cuál es la mejor opción para ellas.

Para las madrinas hay de todo, sobre todo porque hay muchas mujeres grandes que están muy bien de cuerpo y quieren algo canchero que no les de más años de lo que tienen, ni muy amadrinado. Todo depende mucho de la edad de ella y cómo está su cuerpo. Están las que son más grandes y el cuerpo no les permite algo muy canchero, entonces prefieren algo sobrio que les disimule lo que no les gusta, y también están las que quieren vestirse más modernas.

El atuendo de la madrina depende mucho del estilo del casamiento y como está la otra madrina, porque no puede haber muchas diferencias entre una y la otra. También hay que ver el contexto para ver si es adecuado o no lo que se quiere poner, si es religioso, de día, o de noche y cómo es el vestido de la novia, porque si el de la novia es sencillo, el de la madrina no puede ser todo bordado. Tiene que haber una armonía entre las mujeres protagonistas de la fiesta.

Los colores son muy variados, van desde los pasteles hasta los fuertes como el amarillo, el fucsia, los verdes. Para este tipo de eventos es mejor elegir el color que te favorece más allá de la tendencia o lo que esté de moda. Además, aunque no sea el que más se usa es importante que se destaque entre los invitados de la fiesta y que le quede bien.

Las cosas más importantes son que esté acorde al vestido de la novia, y que tenga que tener que ver con el estilo de la madrina y cómo se viste habitualmente. Es un momento para que esté cómoda, porque saluda a muchísima gente. Es una fiesta en la que la madrina no es un invitado más y para lucir el vestido es importante que se sienta bien, fresca, que no les ajuste ni incomode nada.