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Piyush Patel: activar la luz interior




Llegué a él a través de mi amiga Cintia Kemelmajer. Ella me había contado acerca de su nuevo profesor de yoga hindú y me dijo que me haría bien conocerlo y tal vez ir a sus clases, me habló tan entusiasmada que no me pude resistir, sobre todo porque en el último tiempo, todo parece indicar que mi brújula va en dirección a la India.
Piyush Patel es profesor de Hatha Yoga y eligió quedarse un tiempo en Argentina por amor. De raíces hindúes y africanas, nació y pasó gran parte de su vida en Inglaterra, pero tiene una conexión especial con la India que lo emociona cada vez que la visita. Llegó al yoga por una necesidad física y espiritual.
-Yo era un joven hindú en Inglaterra, era deportista, jugaba al fútbol, rugby, cricket, tenía muy buen nivel, pero a los catorce dañé mis rodillas con el rugby, y a los diecisiete por un problema en los ligamentos, ya no podía cruzar mis piernas en el suelo como solemos hacerlo, ni siquiera extenderlas. A veces me tenía que sentar en una silla como una persona mayor, era vergonzoso dar explicaciones, no tanto para mis padres porque ellos me amaban y me protegían.
En 2002 comenzó a gestarse un cambio. Fue a través de una práctica tan simple, y a la vez compleja, como el yoga que logró hacerlo. Hoy, a los 48, se puede sentar en posición de loto y meditar durante horas con las piernas cruzadas.
-El yoga te mantiene en movimiento, abierto, no se trata tampoco de llegar al samadhi o nirvana, ese es el último paso, es más bien el camino que uno realiza para intentar llegar a eso lo que es realmente de ayuda. Encontré felicidad en la práctica del yoga.
Su padre era ingeniero mecánico, fue juez en la corte y miembro del parlamento. El dinero nunca fue un problema para su familia, tenía lo suficiente para vivir bien pero pronto comprendió que no era lo más importante: perdió a su madre en la adolescencia y su mundo entero se estrelló cuando su hermano murió el día de su cumpleaños, "no fue bien diagnosticado y su salud se deterioró muy rápido". Desde ese momento se mudó con su padre, para cuidarlo durante los últimos dos años de vida.
-Sentí una gran desolación, estaba mentalmente débil. Fui a mi doctor, él me recomendó drogas, psicoterapia, psiquiatría, vi rápidamente que esa no era la solución para mí. Volví al camino de la felicidad cuidando de mí mismo, el yoga me hizo fuerte, me ayudó.
Desde 2010 es instructor, durante los últimos dos o tres años prioriza la enseñanza y bajó la intensidad de su práctica. Aunque reconoce que siempre se pueden mejorar las posturas, es honesto consigo mismo y con sus deseos. Hoy se siente físicamente fuerte, medita y hace pranayamas todos los días.
-No es el fin del yoga hacer la postura final. Ásana es una actividad física, el tema es para qué hacerla: para fortalecer tu cuerpo, para liberar tu mente, para conectarnos con la respiración. Esencialmente es una actividad física como cualquier otra forma de ejercicio, pero además de producir ácido láctico, se libera el cuerpo, la mente, el corazón. A mí me ha resultado útil la herramienta del yoga, la disciplina no es solo mental y física, ha roto muchos límites de mi cuerpo, me da mucha satisfacción su enseñanza.
Piyush explica que a veces pareciera que requiere mucho esfuerzo, pero se trata de mantener la postura y relajarse. Permitir a la respiración liberar el cuerpo, producir este misterio llamado prana.
-Prana es en sánscrito antiguo, en chino es "chi", en japonés es "qì", es la energía que produce el cuerpo con la respiración. El aire que respiramos tiene polaridades, el prana tiene polaridad negativa, al tomarlo del universo lo transformamos en nuestro cuerpo a través de la respiración, conectados con la tierra. Somos todos energía y es diferente en cada persona, hay una conexión profunda en ello. Necesitamos respirar, estar en equilibrio, en balance.
Piyush Patel, Dios está en todos lados, no es una institución.

Piyush Patel, Dios está en todos lados, no es una institución.

Los ocho pasos de los Yoga Sutras

Existen otros aspectos del yoga que no son físicos, Piyush Patel los explica través de los Yoga Sutras de Patánjali, escrito miles de años antes de Cristo, que refieren al sistema usado en ashtanga yoga. Tiene de ocho pasos ("eight limbs" (ashta=eight, anga=limb).
Yama: Muestra el mantenimiento de la conducta.
Niyama: Es la observación de tu comportamiento con la gente que te rodea, tu familia y amigos.
Asana: Es la práctica física.
Pranayama: es la práctica que te ayuda a expandir la energía vital.
Pratyahara: es el retiro de los sentidos, Iyengar dio al mundo occidental sus enseñanzas, Krishnamacharya y Vivekananda, antes que él. Iyengar dijo: la mente es el rey de los sentidos pero la respiración es el rey de la mente.
Dharana: el principio del estado de meditación.
Dhyana: es la meditación.
Samadhi: es la conexión con tu interior, con Paramasana, el alma del universo. Somos uno y mantenemos la conexión. Samadhi es el estado más elevado para el Yogui.
La mayoría de nosotros no llegará nunca a ese estado de elevación, pero la práctica puede darnos muchísimos beneficios.
-Soy profesor de ashtanga pero no practico, doy clases si me piden pero prefiero la tradicional forma de hatha yoga, es más sanadora, también lo es el ashtanga pero de una manera diferente, más física, activa, para otro temperamento. Para mí que no soy tan físico ni tan flexible, la terapia del hatha es la clave. Mucha gente se acerca con problemas de salud y vuelven, buscan sanar algo que no pueden hacer de una manera tradicional. Muchos doctores cada vez entienden mejor los beneficios del hatha yoga.
-¿Creés que la clave está en la medicina oriental?
-Necesitamos los dos, también la medicina occidental. Hace poco me caí de la bicicleta y necesité ayuda, fui al hospital para pegar la herida y que no quede cicatriz. Necesitamos doctores, gente entrenada en dar medicación. En mi familia hay médicos, gran parte de ellos en Gran Bretaña son cirujanos, reflexólogos, dentistas, pero lamentablemente están dentro de un sistema que prescribe demasiada medicación, quieren ayudar a la gente pero se pierden en ese sistema que es mundial, es difícil realizar un cambio porque así los entrenan la asociación de médicos, las farmacéuticas.

Ayurveda y Panchakarma

Fuera de cualquier preconcepto que uno puede formarse al conocer a Piyush Patel, al ver su energía sin edad y la paz que contagia, cuesta imaginar que las enfermedades y los momentos más duros hayan contribuido a forjar la persona que es hoy.
-Cuando tenía ocho o diez años tuve un problema en mi estómago, a veces me costaba respirar, me daba un dolor intenso. Mi madre me hacía tomar aceites, henna, todo lo que pensaba que me podía ayudar, los médicos me daban medicación que me ayudaba temporariamente, pero el dolor volvía. Cuando hice mi entrenamiento de yoga en 2010 en la India el dolor fue conmigo, el yoga no lo resolvió. Mi profesor me recomendó un médico ayurveda en Rishikesh.
-¿Cómo fue esa experiencia?
-Fui a verlo, al igual que en la medicina china, ellos para hacer un diagnóstico te tocan el pulso con tres dedos superficialmente y de esa manera tienen una noción de tus órganos externos y si presionan más fuerte, de los internos. No le dije lo que tenía, me hizo algunas preguntas, miró mis uñas, mi piel, mis ojos, y con eso, en menos de cinco minutos puso una imagen en su laptop de los intestinos y me mostró dónde estaba exactamente el problema. No lo podía creer, lloré, había ido a tantos especialistas gastrointestinales en Inglaterra, en América, en India. Este hombre se transformó en un padre para mí, lo llamaba tío. Me dijo que tenía la válvula pilórica bloqueada, ese fue el comienzo de mi sanación en 2010.
Después de un tiempo en la India, en Inglaterra y cambió su rutina, siguió con el entrenamiento de yoga y modificó su dieta, se dedicó a pintar y se recluyó en su casa. Cuenta que sus amigos estaban preocupados porque se había alejado de ellos pero durante ese tiempo logró conectarse consigo mismo y entendió que había tenido una buena vida en un lugar enorme y confortable, que se había divertido pero algo faltaba en su proceso de evolución.
-Volví rápido a India para ver al doctor y él me dijo que no sabía lo que yo había estado haciendo, pero que había cambiado mucho la energía de mi cuerpo y de mi mente, me di cuenta, de que antes regalaba mi energía hablando sobre cosas estúpidas, ahora lo hago para lo que merece la atención. También modifiqué mi forma de alimentarme. Mi constitución corporal de acuerdo a la medicina ayurveda es Vata-Pitta (hay nueve tipo de constituciones en Ayurveda). Aire, fuego. En mi caso el dolor en mi estómago era físico, con ese tratamiento, al evitar alguna comida picante o determinada comida que no era para mí, activé ciertas partes de mi cuerpo, y también hice un tratamiento llamado panchakarma.
Panchakarma es un tratamiento muy intenso. Consiste en masajes, (pocas) comidas vegetarianas y orgánicas, y brebajes para eliminar las toxinas, también hay limpieza interna (colónica) y otras externas.
Eso fue en abril de 2011. Un mes después de la limpieza, todavía se sentía débil pero al segundo mes comenzó la recuperación. "No hubo ningún dolor, era como si hubiera renacido". Ahora estoy más fuerte, más saludable, no tengo dolor, es un gran cambio.

Creencias y religiones

Muchos de los que viajan a la India hablan del impacto cultural al ver tanta gente en las calles, tanta gente pobre que no lucha, sino que acepta su condición. Piyush Patel cuenta que en la India, los que no tienen nada son alimentados por los ashrams, no por el gobierno. "se los puede ver pidiendo a los turistas, no trabajan pero tienen lo suficiente para vivir, son felices, se puede ver la felicidad, el brillo en su mirada".
-¿Cómo se vive la espiritualidad en la India?
-En la tradición hindú hay miles de dioses, pero son lo mismo con diferentes nombres. En la mitología hindú, los tres: Brahma, creador del universo, Vishnu, el que preserva el universo, Shiva, el destructor de lo antiguo para crear lo nuevo, para florecer, forman Trimurti, los tres dioses. Pero cualquier dios en el que creas, está conectado, el nombre es Dios. Hay gente que no cree en Dios, puedes creer en el fuego, en la tierra, en la naturaleza, perfecto, deberías seguir a lo que creas.
-¿Y vos crees en algún dios o religión en particular?
-Iba a una escuela cristiana, iba los domingos a misa, me gustaba cantar, mi madre tenía tradición cristiana. Pero no voy al templo, rezo todos los días y las noches. Para mí, las religiones segregan a la gente. Dios está en todos lados, no es una institución. Hay templos, iglesias, asombrosos sitios, pero podés estar en un lugar rodeado de personas y encontrar la paz igual.
-¿Cómo se vincula con el yoga?
-Me gusta practicar yoga porque no es una religión, tiene "mandamientos" que te guían pero no te convierten. Te orienta, vives en armonía, no tienes que ir a un templo, no te dice que tienes que hacerlo, sino que puedes hacerlo. Te da dirección. El sonido que invocas, el Om, es en sánscrito, en budismo, se llama Ham, en Islam es Amin, en la tradición romana, griega, Amen. Pero es todo lo mismo para diferentes partes del mundo. El camino del yoga es entrenar tu cuerpo físico, conectarlo con la respiración y liberar tu mente, frenar las fluctuaciones donde sea que estés. Muchas veces necesitamos un gurú para ayudarnos a activar nuestra luz interior. Pero después tenés que continuar tu propio camino, y ayudar a activar la luz de otras personas.
-¿Se puede activar tu propia luz sin recurrir a un gurú?
-Algunos necesitamos ayuda, pero podemos hacerlo nosotros mismos. Algunos ya tienen su propia conciencia despierta, hay mucha gente joven, por karma, o también porque tienen padres más despiertos, yo creo que pasa naturalmente, sin conciencia, sin pensarlo. Podemos encontrar nuestra fuente, muchas veces buscamos la satisfacción fuera de nosotros, pero este es el cielo en la tierra, ahora, estamos en el cielo, no necesitamos templo.
Dice que en Argentina, y en América, encuentra gente más abierta y dispuesta a una búsqueda espiritual que en Europa, e incluso en la India donde hay mucho escepticismo. Sus alumnos llegan a él y lo recomiendan, como me pasó a mí. A veces Piyush sale a pasear en bicicleta, su medio de transporte favorito en el mundo. Se lo puede ver por las calles de Buenos Aires, siempre dispuesto a recibir sonrisas en su camino.
Piyush Patel, el yoga como camino de sanación.

Piyush Patel, el yoga como camino de sanación.

Muchas gracias a Piyush Patel y a su mujer argentina, ambos me recibieron muy bien.
Espero que hayan disfrutado la entrevista. Me pueden escribir a kariuenverde@gmail.com
Kariu

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