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Planificando cuidados




Ahora hay que animarse, de a poco, a pasar del dicho al hecho. ¡Vamos! Pero una vez que lances la bola, una vez que arrojes al espacio tu movimiento, sostenelo. Sostenelo y soltalo al mismo tiempo.
Confiá en todo el trabajo previo que te llevó a elegir, hacer y decir eso y sólo eso. Y por otro lado, sabé que las consecuencias de tu acto te son ajenas. Aquí va la entrega. Que sea lo que Dios quiera.
- ¡Sita, ma, sita!
Estoy en el café de la esquina y China me pide que en su hoja en blanco le dibuje una casita. ¿Por qué será que "la casa" es lo primero que nos enseñan a dibujar?
Ahora le dibujo una flor. Una no, varias y por todos lados. Y me recuerdo, como me decía hace una semana: andá despacio. Porque el cimiento y todo lo que venís construyendo es la razón de ser de todo el resto. Cuidá a esas criaturas sagradas que ya están moqueando, cuidá a tu matrimonio que respira buenos aires (también) gracias al trabajo, cuidá tus actividades, cuida tu calma, tus ideas claras y ese maravilloso equilibrio (salud) que necesita tu templo, el templo, el de tus seres amados.
Y como el invierno, confieso, me da un poco de miedo, hoy quisiera que nos ayudemos entre todos a pensar-lo y prepararnos. ¿Qué estrategias de cuidado se les andan ocurriendo? Y no me refiero a prevenir ningún virus en particular, sino a todo el paquete (mocos, fiebre, tos, etc). ¿Hay alguna medida extra de salud, alimenticia, espiritual o higiénica que podamos implementar para seguir durmiendo en paz?
PD: La foto es de Sofi, mi prima. Muy buen fin de semana a todos, ¡los voy a extrañar!

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