Por fin viernes. Esta semana se me hizo larga, no veía la hora de que terminara. O de llegar al viernes, que es uno de los días que más disfruto... siempre.
Lupe está muy bien adaptada pero la sala todavía cumple con horario reducido (de hora y media), con lo cual hace 2 semanas que de 2 a 5.30 estoy "abrochada" a la puerta.
Hay días en los que me escapo, pero todas maneras, entre llevar a una, esperar a que entre la segunda, buscar a esta última, esperar a que salga la primera... así, no termino de disponer del tiempo que estoy necesitando para cumplir con mis otras tareas.
Paciencia, me digo... y ruego que semana que viene la cosa se encarrile finalmente.
Fuera de la queja, ¿qué decirles?
Lo positivo: que me estoy dando –y riendo otro tanto- con 2 madres de compañerito/as de Lupita. Una de ellas, Elena, la madre filósofa, como hoy la apodo, además de ser ocurrente y divertida, es lectora del blog. "No, es muy loco", me tira mientras empiezo a improvisar estas líneas. "Es como que estaba leyendo un cuento y de golpe entré en el cuento. Hoy lo miraba a mi hijo ahí con Lupe jugando, no podía creerlo..." Así que en ese mismo instante le dije: "ya está, ya te convierto en personaje..." Ella continúa, al mejor estilo Pitufo filósofo, con "todo esto me hace dudar de cuánto es real, cuánto es ficción en nuestra vida..." y yo me río de lo que ya estoy escribiéndoles.
Otro día les hablo de Virginia Estela.
Y por último, anoche subí a la terraza en busca de la ropa lavada y la luna llena. No hubo gran contemplación, pero sí un guiño de ojo y acto seguido, "te atrapo digitalmente" para que conste que empecé, de a poco, la reconexión que me había prometido.
Lo/as quiero. Relájense, pásenla bomba, ¡ríanse!
¿Cuáles son sus pensamientos mínimos de viernes? ¿Novedades, sensaciones, reflexiones, apuntes mentales, parte, chismes, cuentos, planes, etcétera?
Recién despierta, esperando que salga su hermana
Lo prometido es deuda
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