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¡Presente!




Bajo las escaleras del subte, saco la Sube, cruzo el molinete y en eso, una cara que "me suena". Una vecina. Una vecina de mi edificio. Una mujer de unos treinta y pico, pelilarga y siempre bien vestida. Y acaso por este detalle (o quizás por la actitud con que "porta" lo puesto) una mujer digamos de buen porte... Y acaso por este otro dato (o vaya uno a saber por qué), una mujer que las más de las veces "pasa de largo". No tanto como inaccesible, sí en la suya: eso es lo que proyecta su imagen.*
Así y todo, se ve que ando en días de apertura, me le arrimo. "Hola", "hola", y empezamos un diálogo. No recuerdo cuál fue el disparador de la charla, sí que al prestar atención a su tonada, me sorprendo: "¿sos del Interior?"
Nunca hubiera imaginado que esa mujer de mirada esquiva, casi siempre subida a impecables botas altas, fuera de Venado Tuerto. Tampoco hubiera imaginado, como me terminó confesando (inevitable que cayéramos en el tema Interior vs. Ciudad de Buenos Aires), tampoco hubiera imaginado, decía, que, al enumerar las contras de vivir en esta ciudad, mencionaría -entre otras- el hecho de sentirse muy sola. "Acá no tengo a nadie". Esa frase, escuchada en su tonada santafesina, cambió rotundamente la imagen que de ella tenía. "Además, allá hacía todo en bicicleta". Esto último es un detalle, un detalle para este relato. No quiero caer en un listado de pros y contras, sí reflexionar acerca de una dinámica social de la gran ciudad por la que, aun viviendo a metros del otro, tendemos a enfrascarnos. Nos ponemos el traje de anónimos y así nos comportamos. La contracara, eso sí, la contracara es una apertura virtual en la que ventilamos hasta el color de nuestra bombacha (muchas veces detrás de un seudónimo). No lo juzgo, ojo, sólo observo, me observo, nos observo. Tampoco me interesa rebobinar la Historia, sí reivindicar los vínculos en el plano presencial. El encuentro no sólo de las conciencias, sino además de los cuerpos.
Me gustó, de hecho, cerrar el intercambio con mi vecina (ella debía bajarse antes) diciéndole: "ahora me tenés a mí por cualquier cosa".
Y para ser coherentes con el planteo y dado que ya estamos en Julio, inauguro email para el gran encuentro gran, a inicios de Septiembre, probablemente un día sábado (a definir) por el festejo de los cuatro (4) años de este espacio: presenteenelencuentro@gmail.com
¿Quiénes están?
Y hablando de comunidades presenciales, miren qué precioso mural encontré para ilustrar el post. Lo hizo una sala de 4 años del jardín de mis hijas, inspirándose en Milo Lockett. Y de yapa, no pude contenerme, les dejo un dibujo que anoche me hizo enanita Lupe, hijita menor, que, escuchen bien: ya escribe "mamá", "papá", "China" y su nombre, ¡chúpense esa mandarina!
BIENVENIDOS LOS PENSAMIENTOS LIBRES, SIN FILTRO, SUELTOS.
*Acá debería decir: eso es lo que yo proyecto en ella, ji.
Precioso mural de una sala de 4 años, inspirado en Milo Lockett

Precioso mural de una sala de 4 años, inspirado en Milo Lockett


¡Chúpense esa mandarina! Dibujo y palabras por Lupe (3 años)

¡Chúpense esa mandarina! Dibujo y palabras por Lupe (3 años)


PD: Quienes quieran sumarme como amiga de Facebook: Ine Sainz Todavía hay lugar en el grupo de los miércoles, en el taller presencial de expresión escrita: Ablandar la mano. ¡Muy buen fin de semana!

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