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¿Pretencioso objetivo?




Me levanté y lo primero que hice fue acercarme a la puerta y mirar a través de la ventanita: el cielo está despejado. ¡Aleluya! Todavía dormida y con un poco de tos, me dispongo a contarles:
Ayer llamó mi madre para aclarar el malentendido principal: que ella no tenía ninguna preferencia por el varoncito. Al contrario, creía que una nena quizás fuera una mejor compañía para China. También me explicó que no le compraba un osito, porque su hermana se lo usaría. "Osito de peluche no, ma, osito de vestir quise decir". No recuerdo qué respondió a mi acotación, pero no viene al caso. Lo cierto es que me hizo pensar en voz alta: "no importa que sea nene o nena, lo más importante es que sean unidos". Este es mi gran y pretencioso objetivo.
Que se amen, que tengan un vínculo cotidiano y estrecho, que no se celen en lo más mínimo. Que no compitan, que no se comparen, que vivan la suerte del otro como propia y viceversa. Que se abracen, que se besen, que compartan el mismo plato de comida y se rían a carcajadas de una misma tontería. Que sean mucho más que 2, que sean 1.
No sé cómo haré para crear este clima de hermandad hippie-zen en mi casa, pero la sola intención (supongo) guía y coopera, y el ejemplo hace (casi todo) el resto.
"Uy, mamita, no sé si lo lograré", pensé para adentro anoche, un segundo antes de ceder al sueño.
¿Cómo es la relación de Uds. con sus hermanos? ¿Celos, distanciamiento o todo lo contrario? ¿Y entre sus hijos?
PD: ¡El viernes publicamos las fotos!

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