Newsletter
Newsletter

Raúl: "Me gustás pero no podemos hacerlo"




Con Raúl me pasó otra típica cosa de minita. Empecé a trabajar en una consultora de comunicación de pasante. Primero tuve a cargo una cuenta de una marca de ropa, después me cambiaron de sección. La empresa tenía un chat interno y Raúl era adicto a ese medio de comunicación.
La verdad me daba exactamente lo mismo. Él iba a comer siempre con Laura, mi amiga de ahí adentro, y a veces compartíamos la mesa. Era un tipo normal, medio petacón, bastante arrugado y con pocas pulgas. No me atraía en lo más mínimo, entonces nos hicimos amigos. Yo lo ayudaba con sus cosas, él me escuchaba con todos mis vaivenes ahí adentro y me guiaba en la toma de decisiones. Teníamos una relación copada, era como mi bastón.
Corría el año 2011 y yo todavía seguía metida con Lucas y angustiada por mi fracaso con Ulises. Había pasado más de un año de ese viaje pero me seguía doliendo. Me relajé y me dediqué a trabajar. Raúl un par de veces me preguntó en qué andaba y me respuesta era simple: "más sola que un hongo".
La cuenta que me tocó cuando me efectivizaron cambió un poco las perspectiva, era de música. Empecé a conseguir entradas a shows y como salíamos más o menos a la misma hora, lo empecé a invitar a Raúl. Íbamos, escuchábamos una banda y cada uno iba a su casa. Cada día nos hacíamos más cercanos y en ese tiempo me enteré de que había tenido una historia con una mina de ahí adentro (Noelia) y que lo odiaba con toda su alma. Es más, tanto era ese repudio que había dividido a la gente y les decía a todos "Raúl no es nuestro amigo". No la conocía a la mina y tampoco quise indagar demasiado, pero ella me miraba mal, me trataba mal y yo poca bola le daba.
Después me enteré de que ella había sido la causa por la cual Raúl dejó a su novia histórica. Puterío de oficina.
Cuánto más amigos nos hacíamos, más raro se ponía todo… hasta que en una fiesta, en la que estaba todo el mundo, me buscó. Me resistí, realmente no me interesaba en lo más mínimo el gordito ese pero nada, cuando estás sola (y espero que no me juzguen por esto) se te confunden los tantos y cualquier gil parece una buena opción.
Nos dimos un par de besos en la fiesta de fin de año de la empresa. Me fui con él. Fue todo tan obvio. Pero no pasó nada. Raúl estaba absolutamente sacado, me tocaba, me mordía, me apretaba. Yo le frenaba pero un poco se la seguía. Esa noche dormimos pero al otro día me dio intriga ese costado "sacado" y le puse fichas al peor candidato de la década.
Los días de oficina se volvieron mucho más divertidos: chats picantes y miradas constantes convirtieron al trabajo en un lugar más entretenido. Obviamente Noelia se había enterado de todo y las miradas de furia se triplicaron. Un poco me divertía.
Una noche de esas yo volví a mi casa tipo dos y lo vi conectado. Nos pusimos a hablar y me invitó a su hogar. Empecé a dar vueltas, siempre daba vueltas, hasta que una amiga que estaba conectada me aconsejó: "Olivia, anda y divertite un poco". (Hacía como un año que no tenía sexo), y dije, ¿por qué no?
Estaba con un pantalón de pijama gris con pintitas color fucsia y me pareció divertido ir así vestida. Sí, fui en pijama. Raúl vivía a 10 cuadras de casa. Me tomé un taxi y fui a verlo. Estaba dispuesta a todo. Llegué, hablamos, me contó toda la novela con Noelia. Nos tiramos en la cama y arrancó a hacerme masajes. Se sacó como la otra vez, nos dimos un par de besos, me puso arriba de él y frenó. FRENÓ.
-No puedo hacer esto...
-¿Cómo?
-Es que ya tuve mucho quilombo con Noelia, no quiero más quilombos. Si nos sacamos la ropa no hay marcha atrás...
-¿Y, cuál es la diferencia con lo que pasó el otro día?
-No puedo, te juro que no puedo...
-¿Me estás jodiendo?
-Oli, vos me gustás, pero no podemos hacerlo.
No sabía qué hacer. Me quería ir. Me sentía tan frustrada… el gordito gil me estaba diciendo que no a mí en la cama en plena previa. Me tendría que haber ido pero me paralicé. Me quedé acostada al lado de él, odiándolo con toda mi alma.
Al otro día, en tono de chiste le dije: "¿Firmamos contrato de amistad?" y me contestó: "Yo no duermo con amigas".
Va en dos entregas... ¡Sigue el martes!
¿Alguna vez les pasó que un pibe les dijera que no en una situación íntima?

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

El final: gracias y hasta luego

El final: gracias y hasta luego

Tapa de OHLALÁ! julio de Nico Ochiatto

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP