Bueno, sí, no es muy cool ni agradable estar leyendo o escuchando a alguien que dice angustiarse. Que cada tanto, cada 2 meses o más, según el caso, acuse desborde y no dar abasto.
Si esta fuera una columna semanal, podría evitarles esos detalles. Pero siendo un blog diario, es casi inevitable que me abra por completo y además de reírme mucho (y profundizar otro tanto), también le dé lugar a lo oscuro.
Igual, más allá de los laberintos psicológicos-emocionales del caso, los invito un ratito a ponerse en mi lugar e imaginarse escribiendo de 1 a 2 am, dando la teta a la 3, el Ibuprofeno a las 4, de vuelta la teta a eso de las 6, empezando el día a las 8, rogando encontrar huecos relajados para el trabajo nuevo, mirando departamentos, upa doble a veces, China que no siempre se contiene (y mea), reunión y presentación al día siguiente, etc.
Jaja... No quise espantarlos. Parece que una se ahoga en vasos de agua y puede que por momentos algo de eso haya, pero la mayoría de las veces el KOIHNOOR hogareño (+tele trabajo) es intenso.
En fin, chico/as. Sufro, grito, pataleo y me duele el cuore, pero siempre le pongo el pecho al asunto (¡como las Escudero!) y salgo adelante. Y ayer me vine a lo de mi abuela a refugiarme.
¿Hace mucho que no duermen en lo de sus abuela/os? ¿Tenían el hábito de pequeños? ¿Qué recuerdan de aquél momento?!
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