Remota Buenos Aires

La historia se repite a diario desde que el turismo receptivo se ha vuelto una tendencia y la capital de los argentinos la meca de muchos viajeros movilizados por la industria cultural: Buenos Aires es una caja de sorpresas. Una ciudad remota e inesperada, por su arquitectura ecléctica, el refinamiento creciente de la oferta hotelera, el patrimonio de los museos, el tango, la alta gastronomía... y las antigüedades. Una amiga paulista, con reconocida trayectoria en el mundo de las antiques, s uele confesar en público que tiene una suite reservada en un hotel cinco estrellas porque no quiere perderse su clase de tango, la noche de milonga y el recorrido por los mejores anticuarios. En los próximos días, la señora paulista tendrá la oportunidad única de encontrar las mejores piezas de 42 profesionales de primer línea, reunidas hasta el 16 del actual, en el Palais de Glace. Una ubicación estratégica para los compradores itinerantes, un segmento del público que interesa particularmente a la Asociación Amigos del Museo de Arte Decorativo y al Comité Ejecutivo de la Feria de Anticuarios 2007, decididos a cumplir con el objetivo número uno: posicionar a Buenos Aires como el centro de antigüedades del Mercosur. En las páginas siguientes los lectores encontrarán un panorama de las mejores piezas seleccionadas para la edición 2007, la opinión de los especialistas, una guía de las actividades del auditorio y las obras ganadoras del Premio MNAD-Banco Galicia a la recreación contemporánea de obras clásicas. Porque una feria no es solamente un centro de negocios. Las antigüedades reunidas en el Palais de Glace resultan una oportunidad única para descubrir, aprender y valorar tesoros que rara vez salen al encuentro del gran público. Vale como botón de muestra el par de pistolas que pertenecieron a Manuel Belgrano, cedidas para su exhibición por un gran coleccionista. En buena hora.