SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Con cinco años de vida, Wilkenny ya es un ícono en el centro de Bariloche. Su versátil propuesta lo convierte en una visita obligada para todos los que llegan a la ciudad.
Por la noche, la cocina se vuelve exquisita y más elaborada. Martín D´anbra y Facundo Ochoa se encargan de preparar los manjares, como el conejo a la mostaza envuelto en panceta. Más tarde, el pub sigue brillando cuando en Bariloche se ha apagado la última luz. En su barra uno puede encontrar personas de cualquier parte del mundo degustando la cerveza de elaboración propia, la Stout, con aroma a café y un final dulce, o la Ale, ligera, amable y de final amargo. Ideales para sentirse en Irlanda y acompañar las tablas de ahumados, acodados sobre la barra circular de madera.
Desde su apertura, todos los martes se celebra la Pasta Party, donde las mujeres comen pastas caseras gratis y toca la banda local La Red. Wilkenny mantiene su espíritu y lo comparte durante todo el año.
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