Me encanta que (acá) convivan mujeres de tan distintas edades, que las de 40 o más bromeen y festejen con igual frescura y desparpajo que las de 20, y que éstas últimas escriban tan profunda y contundentemente como aquéllas. Me gusta sentir que este espacio excede lo generacional; ese cocktail de diferencias -sin dudas- nos enriquece y nos obliga a conectar desde un lugar menos "afectado" y más esencial.
Justo ayer (en esos fugacísimos huecos libres que no estaba pudiendo tener) me reencontré con esta foto de Ailín. Ailín es una joven de alrededor de 15 con la que tuve la oportunidad de hacer un hermoso trabajo hace poco más de un año. Y qué placer de chica, qué placer de mujer. Tan simple y sensible para una edad más marcada por la confusión que por la claridad (no creen?)
En la foto -parte de toda una producción- está interpretando un personaje de una historia que escribí hace ya rato: una niña-mujer que se enamora de un profesor del secundario. Quince años mayor que ella. Digamos que en la historia se enamoran ambos y el amor se concreta, de alguna manera.
Me pareció un buen puntapié para la reflexión y para lo que dé este post: ¿Hay edad para el amor? ¿Qué pasa cuando una menor de edad se enamora de alguien mucho mayor? Si ella tiene 15 y él 30, ¿eso es perversión? (a ver qué dice la voz masculina). Y al margen, ¿tuvieron Uds. historias de amor (imposibles o reales) con personas mucho más chicas o mucho más grandes? Las que saben algo de psicología, ¿qué opinan? ¿E historias con profesores del colegio o de la facultad? Yo no puedo contar lo mío para no horrorizar a nadie, empezando por mi papá. ¡Anímense Uds. a confesar!
¡Al fin viernes! ¡Muy buen fin de semana para todos! Los voy a extrañar :-)
PD: La foto es de la genial Teleoalrevés, en un producción dirigida por quien les escribe.
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