
Escribo enfundada en un par de medias que apenas me dejan respirar. Son las famosas medias antivárices (55 pesos la gracia). El que inventó esto no tenía seguramente las proporciones humanas en regla: son medias como para que usen los teros.
Cuando me las ponía, el hombre de esta casa preguntó que para qué me disfrazaba y luego cuestionó si el sufrimiento era realmente necesario. Le dije que me tenía que ver linda porque estaba engordando y que la belleza y el cuidado personal eran muy importantes en esta etapa de mi vida (o sea, le digo todas las boludeces que leo por ahí, absolutamente todas).
Y en eso estábamos, cuando, de repente... ¡lo sentí!
Primero pensé que tal vez era algún "efecto media", que a lo mejor ya me estaban ajustando demasiado y que eso me hacía sentir cosas extrañas. O a lo mejor que por las medias ya no me llegaba agua al tanque y empezaba a delirar. Después me dije, no no, no pueden ser las medias, me tragué un gusano...algo tengo acá adentro. Y finalmente caí, claro que tengo algo acá dentro!
Ni burbujitas.
Ni aleteo de maripositas.
Ni un pececito.
Para mí, claramente, los primeros movimientos del bebé son como una sopapita en funcionamiento (haciendo vacío, de adentro hacia afuera, contra mi piel; no sé si me explico...)
Cómo nadie nunca me dijo que era una sopapita? Y que además hace cosquillas!
Es, simplemente, maravilloso.
Le digo al hombre de esta casa que ponga la mano. Espera y espera pero no siente nada. Al final dice que la comparación no le gusta y que evite llamar sopapa a nuestro/a hijo/a.
(acá, entre nos, shhhh, no digan nada, pero yo creo que es la envidia...)
Cuando me las ponía, el hombre de esta casa preguntó que para qué me disfrazaba y luego cuestionó si el sufrimiento era realmente necesario. Le dije que me tenía que ver linda porque estaba engordando y que la belleza y el cuidado personal eran muy importantes en esta etapa de mi vida (o sea, le digo todas las boludeces que leo por ahí, absolutamente todas).
Y en eso estábamos, cuando, de repente... ¡lo sentí!
Primero pensé que tal vez era algún "efecto media", que a lo mejor ya me estaban ajustando demasiado y que eso me hacía sentir cosas extrañas. O a lo mejor que por las medias ya no me llegaba agua al tanque y empezaba a delirar. Después me dije, no no, no pueden ser las medias, me tragué un gusano...algo tengo acá adentro. Y finalmente caí, claro que tengo algo acá dentro!
Ni burbujitas.
Ni aleteo de maripositas.
Ni un pececito.
Para mí, claramente, los primeros movimientos del bebé son como una sopapita en funcionamiento (haciendo vacío, de adentro hacia afuera, contra mi piel; no sé si me explico...)
Cómo nadie nunca me dijo que era una sopapita? Y que además hace cosquillas!
Es, simplemente, maravilloso.
Le digo al hombre de esta casa que ponga la mano. Espera y espera pero no siente nada. Al final dice que la comparación no le gusta y que evite llamar sopapa a nuestro/a hijo/a.
(acá, entre nos, shhhh, no digan nada, pero yo creo que es la envidia...)
En esta nota:
SEGUIR LEYENDO


Qué es la cultura de la cancelación y qué significa estar “cancelado”
por Ludmila Moscato

Estrés. El costo que pagan los líderes por ocuparse de su equipo

Podcast. Una oportunidad de engagement para los emprendedores
por Milagros Conzi

ESI para padres. Todo lo que tenés que saber para poder hablar de sexualidad con tus hijos
por Denise Tempone
