Sexo en Twitter

Por Juan Yesnik
Especial para RevistaOHLALA.com

El congresista demócrata por Nueva York Anthony Weiner terminó envuelto en un escándalo sexual por mostrar sus partes íntimas y excitadas vía Twitter . Hasta último minuto se defendió insistiendo "que no había violado ninguna ley".

La actriz porno holandesa Boobi Eden prometía sexo oral a todos sus seguidores de Twitter, en caso de que su país resultase campeón, en el último Mundial de Fútbol. La cantante irlandesa Sinead O'Connor "twitteaba" hace unos meses atrás: "Necesito desesperadamente un hombre con hambre de sexo dulce(...)Debe tener una barba de tres días y (...) no se debe llamar Brian o Nigel".

¿Se puede hablar, pensar o tener sexo en no más de 140 caracteres? ¿Puede excitar el sexo vía Twitter? ¿Hasta dónde puede llegar un "tuitero excitado"? ¿Pueden las redes sociales ser la llave de un trastorno sexual?

Por lo pronto, para dar cuenta de algunos comportamientos sexuales "pajarito mediante", circulan investigaciones que destacan que el 36% de los menores de 35 años escriben en Twitter inmediatamente después de haber tenido relaciones sexuales. En lugar de fumarse un cigarrillo "post" orgasmo, se está haciendo costumbre de algunos subir un "post" en la red, dando cuenta de la experiencia sexual que acaban de tener.

Están quienes tienen el sexo como tema central y recurrente. Proponen contar anécdotas, poemas o relatos eróticos en pocas letras. Ni que hablar de los que acompañan con videos y fotos, costumbre que ya casi no sorprende a nadie y de los que relatan su vida sexual vía Twitter, como si fuera un reality show. Y tampoco hay que olvidar los mensajes directos (privados) con invitaciones bien explícitas y que no dejan lugar a dudas.

Hay gente capaz de cualquier cosa con tal de ganar seguidores. Muchos amantes del sexo mantienen aún el bajo perfil porque todavía les da cierto pudor mostrar en sus listas de "contactos" a los "sex-twitters". Aunque, claro está, así como en Facebook , están los que gozan con "perfiles fantasmas".

No es difícil reconocer a quienes "levantan candidatos" así como a quienes levantan su autoestima, pendientes de los piropos virtuales que vienen y van. Están, también, quienes disfrutan en silencio con sus prácticas lurkers (voyeuristas virtuales que sólo espían sin participar activamente en la red) y están quienes, utilizando esta una nueva forma de vivir el sexo en línea a cualquier hora y en cualquier lugar, viven al filo de convertirse en adictos al sexo.

Habrá que estar atento para diferenciar lo que puede dejar de ser un juego para convertirse en un trastorno sexual. Las redes sociales, así como en un principio fueron internet y las tantas opciones telefónicas, pueden convertirse en una herramienta cotidiana, de fácil acceso, para vivir algo más que una fantasía sexual.