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SHOCK




Dante era mi mejor amigo en época de soltera, antes de conocer a mi marido. Era un pibe raro, muy especial. Lo que hoy yo llamo un "fanático espiritual". Vivía con su madre y se la pasaba meditando, haciendo reiki, estudiando shiatsu, etc. No tenía los pies muy en la tierra, pero cuando lo escuchabas hablar, su discurso tenía sentido, profundidad, coherencia. Tanto adolescente tardío al que le cuesta cortar el cordón; para qué juzgarlo, no?
Dante era un chico mágico; tenía poderes super-especiales y lograba con sus herramientas secretas cualquier cometido (que se propusiera). Me hizo favores increíbles, uno de los cuales NUNCA me olvido. Sin decir nada, calladito, haciendo reiki a la distancia, así lo recuerdo.
Dante era mi referencia de espiritualidad más a mano. Era un chico que hablaba de "misión", de "luz", de lo "apropiado y no apropiado". Era un chico insoportablemente lúcido y sereno, muy alto, muy delgado, etéreo, "galáctico". ¡Cierto, ya había olvidado ese término!
Pero un día antes de casarme, Dante se sentó a meditar en la cornisa de su ventana. Era un piso 8, creo. Y nadie sabe cómo, Dante perdió el equilibrio. Y cayó al suelo.
No estaba invitado a mi mini-casorio porque integraba la lista de amigos que en el pasado habían tenido otro tipo de intenciones, románticas-amorosas o cómo se las llame. Así que me enteré de su fallecimiento 3 días después de casarme. Hace exactamente 3 años, a través de nuestra amiga en común, Barbi.
Nunca lloré su muerte, ni un poquito. En el universo Dante, NO HABÍA DRAMA posible, TODO era PERFECTO. Y su conexión con Dios era intensa que no había manera (de no aceptar la pérdida). Pero siempre el episodio/todo/él/ me quedó DANDO VUELTAS. No se sorprendan si sienten escalofríos cuando leen esto. Su muerte fue y sigue siendo un SHOCK de ALERTA, de vida, de CONCIENCIA.
Cuando tu referente de espiritualidad tiene un accidente de estas magnitudes, alguien que AMABA la vida, así porque sí la pierde... Wow!!! Qué manera de aterrizar!!! La vida está acá, tosca, paradójica, líquida, sutil pero muy concreta. La espiritualidad es sólo una herramienta para mejorar la calidad de la misma... No un refugio para evadirla. La vida es incómoda. Llena de problemas.
(...)
Y hoy quisiera que reflexionemos acerca de esos momentos. ¿Cuántas veces han estado en la cornisa? ¿Sintiendo vértigo? ¿Ataques de pánico? ¿Viviendo un Gran Riesgo?

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