¡Preciosas todas sus anécdotas, gracias por compartirlas! Fue divertido y emocionante sobre todo el día de ayer, no?
¿Y hoy? Y hoy tengo una fiaca... pero una fiaca. Tan grande tan grande que no sé si llegaré a cumplir con éxito con mis palabras diarias. Amo escribir, es cierto, amo trabajar, amo a mi familia, a mis pichoncitas y demás. Pero hoy, qué se yo, por mucho amor que sienta, por mucha pasión que corra por mis venas, tengo una fiaca de arrancar. Necesito que me atiendan, que otros decidan por mí, que otros empujen, contengan, piensen, abracen, alcen, etc. Hoy quiero acurrucarme en mi cascarita y escuchar esta melodía:
Canción para dormir a un niño – Beatriz Pichimalen
Fantasear y ni siquiera. Respirar, tontear, tomarme un cafecito, charlar acerca de lo que vos quieras. Ojo, no es que esté bajoneada, ni nada por el estilo. Sí quizás un poco cansada. Pero en general contenta, satisfecha, incluso en algunos aspectos demasiado llena. Sólo pasa que tengo fiaca (¡me cuesta encontrar otra palabra!) y tengo ganas de estar acá, sí, con Ustedes, conmigo misma, pero sin enfocar la energía en ninguna meta, responsabilidad, consigna, lo que sea.
Pero como no puedo con mi naturaleza, les pregunto de todas maneras: ¡¿Y Ustedes cómo viven la fiaca?! ¿Qué harían hoy y qué no si sólo respondieran a sus ganas? ¿Qué les da fiaca en general? ¿Cuál es la tarea doméstica que por hache o por be, más postergan? ¿Cada tanto se ausentan a laburar?
PD: ¡¡¡No dejen de escuchar el tema!!! Y nuevamente: ¡¡¡Bienvenida Pilar!!!
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