Lejos, muy lejos de cualquier complejidad del intelecto, ahí va Lupe por la vida. Explorando su cuerpo, todas sus posibilidades (me subo, me bajo, me trepo y me deslizo) en un espacio que es TODO DESAFÍO.
Fanática de la silla, del tobogán, de andar en puntitas de pie y de rotar su muñeca -con la palma abierta- diciendo "¡hola!" y "¡chau!".
Otra que le encanta: agarrar el duchador cuando la baño y tomarse el agua.
Linda, chiquita, pura, simplísima.
"Un gatito piquetero", como la llama su viejo. De una dulzura que te conmueve y un carácter demasiado fuerte.
Muchas veces la imita o copia a su hermana, pero muchas otras (muchísimas otras) es ella la que tiene la posta, o toma la iniciativa. Y ahí va, la otra, detrás, haciéndose la bebota.
Un poco me cuesta hablar de Lupe, saben? Probablemente porque seamos todavía más parecidas de lo que salta a la vista. Yo también fui propensa a las convulsiones febriles y me ahogaba en llantos (espasmos de sollozo) cuando me frustraba. Yo también fui la segunda, y por ende, bastante menos protagonista -a los ojos de mi madre- que mi hermano.
Pero ojo, lejos de victimizarla o culpabilizarme, acepto la circunstancia y doy las gracias. Hubo y hay "algo" que sólo juntas fuimos y estamos decodificando y aprendiendo. Y hoy ella y yo estamos mucho más enteras que antes y mejor ubicadas en este punto estratégico (que nos tocó a ambas).
Ah, y además de todo lo dicho, Lupe es una rompecorazones (ja, lo jodo a mi marido con esto). ¡Si lo hubieran visto a Lucio (compañerito de China) matándola a besos! ¿Será Lupe de esas chicas medio enigmáticas que atraen más por su silencio que por su verborragia?! ¡Bah, no sé, qué se yo! Somos ridículos los padres con tanta proyección. Mejor dejemos de anticiparnos tanto a los hechos... ¡y a sorprendernos!
¿Cómo viene el crecimiento de sus hijos en estos últimos meses? ¿En qué aspectos y dificultades de ellos se sienten muy identificado/as con su propia infancia?
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