Cuando la emoción me supera me infantilizo. Muchísimo. Y no sólo doy las gracias hasta el hartazgo, sino que además me vivo disculpando.
Advierto que hoy es uno de esos días... y que aún sintiéndome rara en mi rol frágil/vulnerable, lo prefiero a disfrazarme de una prosa sesuda y elegante.
Mañana este espacio cumple 2 años y yo estuve tan abocada a la escritura del post del día, que se me vino el aniversario encima.
No sé si siento culpa por no haber podido preparar una sorpresa a la altura de las circunstancias (ahí empecé, ya se me llenaron los ojos de lágrimas)... o si es tal la emoción que me embarga por estar cumpliendo un ciclo... pero lo real y concreto es que estoy hecha una tontita.
Hubiese querido cantarles una canción, como vengo prometiéndoselos hace tiempo, pero no pude hacerlo. Nunca terminé de definir el tema ni tampoco sabía cómo me las ingeniaría para grabarlo.
También pensé en hacerme la divertida. Pensé "me pongo la peluca o armo un cartel que diga "Gracias, las quiero" o algo símil y luego me fotografío con mis hijas". Pero estoy en una sintonía tan condenadamente emocional o emocionada que no tenía sentido ponerme a forzar los músculos de la cara.
Ni hablarles de hacerles un video. Desde ya me hubiera fascinado. Pero lo mismo: debía haberme organizado hace un mes más o menos, y no dejarlo para último momento.
Sí, me estoy justificando porque mañana tenemos fiesta y yo apenas compré una caja de Exquisita, por decirlo de alguna manera. ¡Y unas botellas! Y entonces me agarró miedo de que nuestro festejo sea un... un desastre.
No, no sé, no sé si es culpa lo que estoy sintiendo... o mucho MUCHO agradecimiento.
¡¿Qué se les ocurre que hagamos?!
Y más allá de esto, hoy es día de MÍNIMAS EMOCIONES y PENSAMIENTOS.
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