El sábado 8 de noviembre, muy temprano por la mañana, se realizó la primera jornada de alimentación consciente "Mi Comida me Sana" en Capital Federal. Fui con muchas expectativas, más que nada porque estaba a cargo de la gente amiga de "Ensalada Verde" y yo deseaba que saliera todo perfecto, sabía la cantidad de trabajo que había significado organizarlo a pulmón. Llegué al Auditorio San Rafael mientras Matías Papini hacía sus jugos de vegetales y contaba todos los beneficios de consumirlos como desintoxicante por la mañana, (en algún próximo post prometo desarrollar el tema). Después repartió vasitos entre los asistentes y esa fue la mejor bienvenida que nos podían dar: un shot de energía.
Con la conducción de
Sebastián Delfino y Luana Hervier, que se encargaron de darle un toque de humor y agilidad al encuentro, fueron desfilando los invitados, como si fuera un programa de radio pero con auditorio. Se generó un clima participativo y distendido entre los asistentes y hasta hubo algo de música para disfrutar, o pausas para salir al parque, comprar productos saludables y comer algunas de las delicias que habían preparado, por ejemplo Roberto Cragnolino y Carla Torres, de
MasaLíquida Sin Harinas.
Hubo muchos momentos para destacar, como las experiencias de vida de dos personas que lograron revertir la diabetes a través de la comida crudivegana. Tanto
Luciano Bonfico, responsable del multitudinario grupo
"Recetas Crudas" como Matías Amadasi, Licenciado en Gastronomía y autor de
"El Arte del Buen Vivir" dieron su testimonio acerca de la forma en que gracias a la
alimentación habían reducido los valores de glucosa en sangre y mejorado su calidad de vida.
Otra charla para recordar fue la del doctor
Luis María Delupi, quien recién llegado de Neuquén apareció en el escenario con traje y corbata, pero después se despojó de esa ropa y se puso un delantal de cocina para contar su historia personal, y cómo había superado sus problemas de salud, para llegar a la conclusión que la mejor medicina es la preventiva, en la que tiene en cuenta al ser humano en su totalidad y en donde la comida, y también su eliminación, juegan un papel fundamental en el funcionamiento del organismo. Recomendó incorporar la comida viva, brotes y semillas, y vimos parte del documental
"La comida importa", que está disponible en internet y trata sobre nuestra relación con la industria de los alimentos y la salud. Llevó para compartir con nosotros agua pura de la cordillera, un verdadero regalo de la naturaleza.
Párrafo aparte merecen las nutricionistas.
Ana Lía Aguado y
Mariela Tiboni contaron sus ideas sobre la importancia de escuchar al cuerpo para nutrir sus necesidades reales y conectarnos con aquello que trasciende al placer de los sabores. También se refirieron a los
alimentos ácidos y alcalinos, como la base de una buena alimentación. Noté que en general el público se enganchó mucho con esas conferencias, el interés está presente y a veces se trata de encauzar esa curiosidad con las personas que tienen respuestas. Si hay algo que vengo aprendiendo es que no hay una verdad absoluta y cerrada. Desconfiaría de quién me la dijera. Pero todos los que estuvieron ese día en el escenario pueden justificar cada una de sus palabras porque las aplicaron en ellos mismos y se sintieron mejor de esa manera.
Las charlas fueron filmadas así que espero que muy pronto estén disponibles, la idea es poder compartirlas con todos los que tengan ganas de verlas.
De las degustaciones que pudimos hacer, hubo varias de comida raw. Laura Vanneli y Emilse Cruz mostraron sus opciones, pero yo les dejo la que Emilse, que es técnica superior en gastronomía, publicó en la revista que se repartió en el evento. Se trata de unas crackers sabor focaccia, y no se requiere de un deshidratador si tenemos posibilidad de contar con el calor directo del sol.
•Nueces activadas, 1 taza.
•Semillas de lino, ½ taza.
•Romero seco picado, 1 cucharadita.
•Tomates secos rehidratados y picados, 5.
•Aceitunas negras picadas, 1 cucharada sopera.
•Agua purificada, 1 taza.
Moler las semillas de lino y procesar las nueces, mezclar ambas en un bowl y agregar los demás ingredientes. Extender la mezcla en una lámina de deshidratador o al sol, marcar las porciones y cuando esté seca (8 horas aproximadamente) dar vuelta, retirar la lámina y seguir deshidratando hasta que se seque por completo. Guardar en frasco de vidrio y disfrutar en cualquier momento del día con dips, en ensaladas, o solas.
Agradezco haber tenido la posibilidad de formar parte de este encuentro, espero que sea sólo el comienzo y que se hagan muchos más. Como varios de los conferencistas ya habían sido entrevistados, les sugiero leer las notas si no lo hicieron todavía. También le agradezco a
Sebastián Delfino por las pilas que le puso a todo, es increíble que nos hayamos reencontrado después de algunos años transitando un camino similar. Y a
Paola Alcaraz de
APA Producciones, por sacar las fotos del evento para el blog.
¡Les dejo un beso grande!