
Ensalada verde en Cena junto al Chef. Foto: Yael Szmulewicz
Hace unas semanas que el tema recurrente es el cambio. Pienso en él, leo, lo analizo, y cuento historias de personas que un día decidieron hacer algo diferente a lo que venían haciendo, con el objetivo de sentirse mejor. Esta vez recurro al protagonista de un post del año pasado, Roberto Cragnolino, un chef naturista que tiempo atrás comenzó a incursionar en diferentes tipos de alimentación y ahora comparte sus experiencias con la gente que quiera saber cómo comer saludable y rico.
A través del "descubrimiento" de MasaLíquidaSinHarinas, Roberto implementó un tipo de masa sin gluten que de acuerdo a su humedad, puede ser un crepe, un panqueque, una pizza o un sándwich, con todo el sabor. ¡Las posibilidades son muchísimas!
Fue en 2010 cuando Roberto aprendió en IATENA varias de las técnicas que hoy aplica, supo sobre la alimentación macrobiótica, vegana, crudivegana, higienista, aprendió los principios del Ayurveda y se enteró de la existencia de la dieta amucosa. De todas tomó lo que le servía y lo adaptó a sus propios gustos y necesidades, pero sobre todo, entendió que se trataba de una cuestión holística, que para vivir pleno tenía que sentirse bien en todos los aspectos, trabajar en su interior y enfrentarse a los miedos, sin esquivar con la comida o los malos hábitos lo que le pasara. Como él baila tango, y en realidad para cualquier tipo de actividad, comer bien lo hace conectarse con sus deseos y sentimientos, sin interrupciones ni pérdida de la energía.
¿En qué consiste la dieta amucosa? le pregunto. El nombre me suena feo pero ya varios me la nombraron. Me cuenta que es un tipo de alimentación que parte de la base de la desintoxicación, con verduras sin almidón, para recuperarnos de enfermedades, entre otras cosas, por eso son importantes los ayunos pero también la forma en que frenamos esa depuración, porque aquello que eliminamos se va al torrente sanguíneo y puede perjudicarnos si es muy acelerado. Es por eso que en un principio las frutas no están permitidas, hasta que se eliminan las toxinas más peligrosas. Aunque la dieta incorpora elementos no veganos, Roberto hace su propia versión, sin derivados animales, y elige comer fruta. Si les interesa saber más, el libro Sistema depurativo por dieta amucosa, del profesor Arnold Ehret, resulta una buena guía.
El viernes pasado fui a la radio Ensalada Verde en la que colaboro con mis columnas, pero la ocasión era especial. Roberto Cragnolino, Evelyn Duckardt y Sebastián Delfino ofrecían una de sus Cenas junto al Chef, en las que hubo diferentes propuestas, un momento ideal para probar nuevos sabores, pero también para aprender a desarrollar la creatividad que a veces tenemos dormida en nuestro interior. En modalidad cena-taller, (no es una clase, sino algo más distendido), probé la mejor fainá de mi vida, pizzas con quesos veganos -el de castañas de Cajú es imperdible-, y unas empanadas abiertas tipo canastitas, que apenas pude probar porque estaba llena, pero doy fe de que eran geniales: Yo me reservaba lugar para el postre, que parecía una bomba: dulce de batata, queso de castañas de Cajú, dulce de membrillo y una pasta de almendras con pasas de uva. Jamás se me hubiera ocurrido esa combinación de sabores, pero cada bocado era un placer.
La velada fue muy divertida, incluyó media hora de radio en donde hablamos acerca de la comida, claro, pero además hubo música en vivo y también contamos de nuestras ocupaciones y cómo cada uno había llegado a ese lugar, con ganas de aprender y disfrutar.
Pero vamos a lo prometido, la receta de una de las cosas maravillosas que cocina.

La mejor fainá del mundo. (lo que parece Leberwurst está hecho con agar-agar). Foto: Candy Rivas

Pizza con queso de papa. Foto: Candy Rivas
Pizzetas Veganas sin gluten ni harinas
Cantidades aproximadas para 5 o 6 pizzetas:
1 tazas de arroz activado
1/2 taza de agua.
1/2 cucharita de sal
1 cucharadas sopera de aceite
Para la masa:
Activar arroz yamaní: Lavamos el arroz y lo dejamos en remojo entre 8 a 12 hs.
Licuar arroz: Descartamos el agua de remojo. Colocamos el arroz en la licuadora y volvemos a colocar agua superando una quinta parte la totalidad del arroz. Junto con sal y aceite. Licuamos hasta obtener una masa liquida homogénea.
Cocinamos en una plancha de hierro o sartén (se recomienda evitar el teflón).
Una vez marcada la pizzeta: La secamos en el horno (preferiblemente sobre las rejas sin usar una fuente de horno para que no condense humedad por debajo) y luego le agregamos:
Salsa de tomates: Licuar tomates secos añadiéndole agua hasta alcanzar la consistencia deseada. Le agregamos sal a gusto y azúcar mascabo hasta que no tenga más acidez. La idea es ir probando y desarrollar la percepción.
Queso de Cajú: Licuamos el Cajú añadiéndole agua hasta alcanzar la consistencia deseada y también le agregamos sal a gusto. Le podemos agregar levadura nutricional para obtener un sabor a queso o bien agregarle algún tipo de probiótico previamente y dejar reposar fuera de la heladera (durante unas 16 hs aproximadamente hasta obtener la fermentación deseada).
Podríamos también hacer un queso de papa: Licuamos papas hervidas junto con levadura nutricional obteniendo una consistencia chiclosa y el sabor a queso.
Llevamos al horno y antes de servir podemos agregarle hojas de rúcula y aceitunas negras. Con un chorrito de aceite de oliva y sal a gusto.
Espero que se animen a probar la masa líquida, creo que cuando eso pase, es probable que quieran hacerlo una y otra vez.

Ambientación. Foto: Sebastián Delfino.

Roberto Cragnolini y los jugos naturales. Foto: Ensalada Verde.

Asistentes con la panza llena.
Muchas gracias por tan linda velada.
A mí me pueden escribir a kariuenverde@gmail.com
Abrazo enorme.
Kariu
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