Una vuelta por San Telmo Verde

Me contó su creador, Bill Williams, que el emprendimiento compartido surgió a partir de la propuesta de los mismos productores. Bill y su mujer, Noe Martínez, habían planeado poner una verdulería orgánica con dietética y bar pero pronto se sumaron más personas que habían conocido en otras ferias con diferentes alimentos para ofrecer. Bill tenía diez años cuando dejó el país y vivió con su familia en España en la época de Franco. Conoció Inglaterra, Alemania y Suecia pero volvió en 2008 para estar cerca de los familiares argentinos. Nunca olvidaron la comida natural a la que estaban acostumbrados y ese fue el inicio del proyecto.

Di una vuelta por los puestos y me encontré con Helena que desde Cali, Colombia, trae una propuesta vegana y muy sabrosa con productos locales.

Mavi tiene viandas, productos con kéfir, mermeladas y licores increíbles como el de aceitunas negras que probé y es dulce y rico.

Añejo Olivar trae aceite extravirgen de oliva de primera calidad desde Aimogasta, La Rioja. Me contó Leo, su distribuidor, que es uno de los pocos que todavía se hace de manera artesanal con molino de piedra. También vende variedad de sales saborizadas.

Giulen es la marca que creó Hilen a partir de su condición de celíaco. Toda su familia, incluida su hija que empezó a cocinar a los catorce, hace productos libres de gluten: panes, tartas, fideos, pizzas y tortas.

Alejandra encontró en la comida ayurveda una nueva forma de vivir. Antes era periodista y el estrés terminó por enfermarla. Ahora su terapia es compartir la comida que hace con sus propias manos. Alimen tale incluye tartas de seitán, empanadas de aduki y viandas veganas y vegetarianas a buenos precios.

También conocí Hogar de dulces mermeladas de ciruela y arándanos o de manzana con canela y Delicias Valerias aceitunas, hongos y vinos de Mendoza.

Imposible probar todo junto en las degustaciones, el lugar es ideal para ir varias veces y si uno está cerca, ponerlo entre las opciones de compra. Aunque la mayor parte de sus productos son aptos para veganos y vegetarianos, no es exclusivo: en Salames del Delta hay fiambres y quesos de campo.

Algo que me llamó la atención fueron los cosméticos: tónicos y arcillas faciales, desodorantes y cremas naturales a base de hierbas y sin agregados. Hasta había pasta dental sin flúor que según los naturistas es perjudicial y en las pastas tradicionales se encuentra en cantidades concentradas superiores a las que necesita absorber nuestro cuerpo, lo que termina por debilitar los dientes.

Es recomendable ver la cantidad de opciones disponibles en Días de Miel productos apícolas que vienen de Chacabuco y se consiguen a un precio económico en relación a los que hay en el mercado. También hay que probar las arepas y las galletas de té patagónico y anís de otra de las colombianas que te hablan con ese acento tan chévere. Ella me mostró un pedazo de "panela" que no es otra cosa que azúcar de caña sin refinar y que conserva todos los nutrientes. Había también en otro de los puestos unas hamburguesas de arroz yamaní y otras de lentejas muy tentadoras. Y por supuesto, la verdulería orgánica El Pinar alimentos integrales (pastas, frutas y verduras) y las frutas disecadas de 4 Hermanos.

Me contaron que pronto empezarán las clases de Tai Chi en el piso superior y también habrá un taller para aprender a hacer huertas orgánicas. Lo dictará la gente de Camino Verde.

Me comentaban el tema de lo complicado que es a veces comprar alimentos orgánicos a buen precio. Todavía siguen siendo pocos los lugares pero el interés de los consumidores no pasa inadvertido, es cuestión de encontrar a los productores locales y de otras provincias que nos acercan sus alimentos y los venden a un precio justo, casi sin intermediarios. Es genial poder establecer un vínculo con ellos, saber cómo es el proceso y los factores que intervienen para que nosotros tengamos la alternativa de comer sano y natural.

Me encuentran en kariuenverde@mail.com

¡Les mando beso grande!

Kariu