Es increíble cómo, frente a la agresión de un agente externo, se intensifica la unión del cuerpo, de sus miembros. Hablo del cuerpo familiar, en este caso. Esto fue lo que -estos días- nos estuvo pasando.
Desde la 1 AM del viernes que un virus maldito (que se las agarró con la mayor de mis hijas) me tuvo de punto. Y no sólo la cacheteó a ella, mi chiquita, sino que también amagó hacerlo conmigo. O lo hizo en parte, sí, pero ya saben: las madres nunca se enferman.
Fui una militante del cuidado, del alerta, del Ibuprofeno, los paños fríos, la paciencia, el termómetro a cada rato... y ya a partir de la noche del sábado, con gran auxilio de Fede... "ole, ole, peste, mirá cómo te sacamos la lengua". A no deprimirnos, a reírse, haciendo lo mínimo y necesario, respirando hondo y dejando que nuestras células reencuentren su eje.
No la pasé bomba. O sea, bueno. Se imaginan. Pero sí me sentí querida, queriendo, acompañada y acompañando.
¿En lo concreto qué hicimos? Sólo salí la tarde del sábado con las nenas, un ratito, a tomar una merienda. Y ya domingo y lunes, días de claustro, buceando artistas, temas inéditos y también leyendo: "La lechuza y el caracol", de Tomás Abraham, la Ohlalá! (salió nota mía y con todo el trajín de la semana pasada ni la había chusmeado), la Revista Pul, bah, sólo una nota, una charla entre Lola Arias y Nicolás Mateo... y no mucho más.
Lo positivo de estas situaciones... "y vos siempre buscándole el costado positivo a la cosa, Mosca Muerta".
-Y sí, otra no nos queda (como decíamos el jueves pasado).
Bueno, lo positivo del caso es que los 4 estuvimos unidos y funcionales ("unidos y organizados" suena muy político) y que ahora algo tan simple como el hecho de sentirse bien, sin molestias ni dolor en el cuerpo, sin cansancio extra, ahhhh, se lo vive como un milagro, como un nacer de vuelta.
¿De su fin de semana que me cuentan?
PD: ¡Felicitaciones Nataliiia, Tradusv, Victoreta y Vickytaio!
Unidas y organizadas
Unidas y también despelotadas
Compartiendo brownies
Estrenando cuaderno
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