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Vestidos de novia




El otro día fui a a ver, y probarme, vestidos de novia.
En Novias al Garage encontré vestidos usados y vestidos nuevos ya listos, y hubieron un par que me gustaron mucho.
Acá va el video. Me quiero morir porque lo había filmado en una opción rarísima que era un minivideo, y cuando puse Ajustar a Pantalla me quedó todo medio borroso. Pero bueno, los vestidos se ven perfecto.
La canción es Sea Lion de Feist.
Sea Lion significa Lobo de Mar.
O sea que durante alrededor de tres horas, mientras editaba el video, me vi a mi misma con vestidos de novia escuchando "Lobo de Mar, Lobo de Mar, Lobo de Mar".
Si me agarra un psicólogo me asesina.

En fin, así me fue. El último es un golazo, no me digan.
Los vestidos usados están buenísimos, se ven como nuevos y te los arreglan a medida. Las altas tenemos muchas menos opciones que las bajitas, porque un vestido se puede acortar pero no alargar. Pero vale la pena pasar a verlos, porque un vestido que salió US 2.000 te lo venden a alrededor 4000 pe. ¡Y a quién le importa que alguien lo haya usado antes, si a vos te queda mejor que a nadie!
Los vestidos listos para llevar son de la colección de Josefina Obarrio para Novias al Garage. Josefina es la misma chica que me hizo la prueba, y te ayuda a encontrar lo que te gusta más y lo que te queda mejor. No tiene ningún problema en decirte "Este no es tu corte". A veces está bueno un poco de honestidad brutal.
Yo fui un poco mareada pero salí con una idea clarísima de lo que quiero: Un vestido con la espalda baja, y con la pollera no demasiado amplia. Me di cuenta que no me gustan las telas demasiado brillosas, y que sí me gusta que tengan alguna textura (el último vestido es de macramé... ¡Rarísimo pero muy lindo!). Además, quiero que mi vestido tenga corte a la cintura (y no tipo princesa). Y el escote Marylin me queda feo. Y las polleras con vuelo me quedan peor. Y me encantó el corte del vestido con negro.
Por eso, probarte un montón de vestidos te aclara el panorama. Igualmente tendría que definir el lugar antes, ¿no? No vaya a ser que nos terminemos casando en un bar y yo de largo con cola.
Este fin de semana no fuimos a ver salones. En cambio, hicimos programas como salir a andar en bici y salir a comer. Y mientras esperamos aún más presupuestos.
El sábado bicicleteamos hasta el Buenos Aires Underground Market, y fue como irnos de viaje. Extranjeros y argentinos compramos cosas ricas en una fábrica convertida en centro cultural, y hablamos spanglish y portuñol.
Les dejo unas fotitos.







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