Estoy en una negociación dura e interminable con mi marido. No es justo que para que yo pueda trabajar acá, tenga que antes dormir a las tiranas. A veces es más cómodo y todo se da fácil... pero otras termino a las mil quinientas. Si fuera un momento de introspección, de juego, algo sólo para mí, todavía. Pero esto también es trabajo redituado y de la misma manera que yo cuido a las nenas para que él salga, viaje, etc., pretendo que él se ocupe de ellas, un ratito a la noche, una hora, para que yo pueda sentarme a redactarles.
(...)
Pero en fin, está todo bien. De algún modo lo solucionaré. Paciencia, mujer. Y como no quiero que mi padre después ande diciendo que me vivo quejando en este espacio, sigamos de largo.
¿Y ahora qué? Tenía ganas de hablar de VOCES hoy, lo intentamos? En principio, ¿vieron que Lola (de Charlie y Lola) ahora habla distinto?!!! Bueno, cambiaron la locutora que la dobla -al castellano- y suena rarísimo. ¿No es acaso la VOZ casi la esencia de una persona? No, no lo es, pero la expresa de una manera tan directa, "tan a mano". Recién cuando escucho la voz de alguien, me entero si se trata de un ser humano que vive acelerado, o en calma; si está conectado con su panza, con su respiración baja; si tiene demasiados miedos, si es brusco, delicado, si fuma, si es espontáneo, etc. A mí me encanta mi voz, pero confieso que cuando me pongo nerviosa o tensa, mi voz -también- suena fea.
La voz de mi mamá es firme pero afónica. Naturalmente afónica. Nunca me di cuenta de esto hasta que una compañera del colegio me lo hizo saber, no es extraño? La voz de mi viejo es más cruda, rasposa. Y habla en un tono alto, no hay modo de no escucharlo. ¡A mí me dicen lo mismo! Y mi marido tiene una voz más suave, y llena de aire. Me acuerdo que antes de verlo en persona hablamos por teléfono, y pude sentir su niño a través de sus sonidos. Lindo.
Párrafo aparte merece la voz de mi hija. "Music to my ears", como decía una profe del secundario. De las vibraciones más placenteras y auténticas (de las) que tengo registro. "Hola mamita", "Lupe so caca", "Quisiste?", "Pipi mamá upa sí, Lupe mamá upa nooo". Sí, es genial escucharla... no sólo por el contenido de sus palabras, sino porque su vocecita -en sí- es un mimo... :-)
I love you Chinita!!!
En fin: ¡¿qué me cuentan por casa?! ¿Cómo son las voces de sus padres y de sus hijos? Qué difícil el ejercicio...
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