Perdí un poco la noción del tiempo. Suele pasar en vacaciones, pero esta vez fue distinto. Me fui dos semanas al sur. La primera fue a puro preparativo. Yo me la pasaba diciendo "La mía va a ser una boda hippie, playa, corderos, amigos, vino, listo...Naaa. Hay que organizar, hay que ocuparse y hay que hacer listas para ir tachando. Luego del casamiento, quedaba una semana para descansar. Con la adrenalina de la previa fue difícil pero logré dormir, ir a pescar, tomar rica cerveza artesanal y cocinar empanadas cortadas a cuchillo.
Volver a casa es un flash. Todo está igual. Creo que hace un año a esta parte escribí algo similar en el blog. Me aparece el mismo pensamiento. Dejé una taza con mate cocido en la pileta de la cocina y cuando volví estaba ahí, todo igual, yo hice de todo, hasta me casé, y esa taza ahí, con algunos seres vivientes en la superficie, pero ahí.
Si uno la está pasando bien, muchas veces quiere volver justo para ir a trabajar, no? Esta vez, necesité volver un día antes. A ustedes les pasa eso también? Está bueno aclimatarse, conectarse otra vez con "casa" , acostumbrase de nuevo a la humedad de esta bendita ciudad, a que el pelo me queda otra vez como el rey león...buuu.
Estoy de vuelta.
Ta mañana.
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