Y ahora sí, mucho más liviana, procedo a dar las GRACIAS.
Gracias porque estoy VIVA, con todo lo que esto implica.
Gracias porque pude y pudimos expresar nuestros hartazgos, y a pesar de las diferencias, reinó el respeto en el espacio.
Gracias porque detrás de esas voces desquiciadas que rechazan, hay mujeres (y algunos hombres) todavía creyendo, todavía apostando por ciertos valores.
Personas que no ignoran la complejidad de la vida, la dualidad del ser humano, que tienen las mismas necesidades materiales, los mismos miedos que la mayoría... y aun así, eligen ahondar en ellas y trabajar por la mejor versión de sí mismas.
Gracias porque el mundo es un pelotazo cósmico, pero acá estamos para recordarnos "vamos que podemos", alentándonos para cumplir con lo que sentimos es nuestra MISIÓN o mandato.
Gracias, y ahora les hablo a madres y futuras madres, porque la maternidad será el trabajo menos redituado en la sociedad... pero las mujeres (ya) podemos valorarlo y aplaudirlo. Oh, sí, no somos un target al que vender productos y servicios. Estamos sembrando valores de futuros hombres, lidiando enloquecidas con las sombras y los fantasmas, todo sea por construir un suelo fértil, digno, real, (más) sano.
Gracias porque cada vez falta menos para que salga el sol y broten los tallos de los árboles.
Y gracias ante todo porque me gusta agradecer y lo hago cuando siento ganas y no cuando vos, vocecita mosca muerta me bajás línea... y porque me equivoco también, sí, oh, sí, era humana, ¿no era así? pero elijo reírme de mí y de la imbecilidad en general... hasta que me duela la cara.
¿Y ustedes? ¿Gracias por qué?
PD: Te estamos acompañando, nena. ¡FUERZA!
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