Maxi bufandas: cómo podés sumar este accesorio a tus looks de todos los días

La ventaja de las infinity sacarfs —también conocidas como bufandas circulares— es que, como quedan bien pegadas al cuerpo, son geniales para protegernos del clima. Si no tenés una de esas no hay problema, podés conseguir el mismo efecto con cualquier bufanda larga que tengas en casa.  Para esto, pasala al rededor de tu nuca y dejá que los dos extremos queden colgando delante tuyo. Junta las puntas y hace un nudo. El próximo paso es girarla, cuando lo hagas vas a notar que se forma un “8”. Pasá tu cabeza por el agujeró que se formó y ¡listo!

Este estilo le da un toque de originalidad y elegancia al outfit. Para conseguirlo, el primer paso es envolver la bufanda alrededor de tu cuello y dejar que las puntas cuelguen hacia adelante. Luego, atalas como si estuvieses haciendo un nudo de zapatilla. Hay mil maneras de lucirlo, podés dejar que el moño quede bien suelto o ajustarlo para que quede bien al cuerpo. Para finalizar, poné uno de los extremos de la bufante por delante tuyo y el otro por la espalda. 

La forma más sencilla de llevarla es simplemente darle una o varias vueltas al rededor del cuello y dejar los dos extremos colgando. Este método le da un aire urbano y desenfadado a cualquier outfit. Tip ohlalalero: queda muy bien combinar una bufanda con trama con un tapado liso o al revés. 

Si querés un outfit súper elegante y sencillo, ¡usa tu maxi bufanda como un chal!. Es re fácil, solo tenés que apoyarla sobre tus hombros y dejar que los extremos cuelguen hacia adelante. Sumale un cinturón o un broche para agregarle un toque de estilo y evitar que el viento te desarme el look.

¿Sos friolenta? Si la respuesta es “sí”, deberías probar esta forma de lucir tu bufanda. Lo primero es poner la bufanda sobre tu cabeza dejando que los costados cuelguen sobre tu pecho. Después podés jugar con los extremos: atarlos o darles una vuelta por el cuello.