10 cosas que le perdonamos a una amiga
18 de julio de 2018 • 16:16
Sabemos que a los amigos les perdonamos todo... o casi. Pero estas son algunas de las situaciones típicas:
Esperarla 40 minutos en invierno en una esquina
Y vos con una camperita divina pero que no abriga nadaaa. Hace 10 años que te manda el clásico "en 5 estoy" al celu... y llega 35 minutos después al grito de: "¿Hace mucho que estás?".
Su sinceridad cruel al opinar sobre tu nuevo corte de pelo
Esa cualidad que tanto admirás de ella: que no se calla nada de nada. Bueno, pero por una vez que a vos te mienta un poquito, al menos hasta que te crezca un poco el pelo...
Cuando tira sus clásicas "bombas de humo" en las fiestas
No vas a negar que te molesta bastante cuando te avivás a la media hora de estar sola esperándola en la barra. Pero si es por una buena causa, como una noche feliz para una amiga, está todo bien.
Que te mande audios de WhatsApp de más de 3 minutos
Sabés que le cuesta redondear una idea, pero, bueno..., te está contando sus problemas como si estuviera tomando mate en tu casa. Pero cuando los resuelve... ¡no te manda ni un emoticón para avisar!
Su predilección por mostrar toooda su vida en las redes
Sabemos que son los tiempos que corren y todos estamos en la misma. Pero a veces un poco de vergüencita ajena te da. ¡No queríamos saber taaaanto de vos, amiga!
Que vaya a buscar las cervezas a la barra y se cuelgue media hora charlando con alguno
Y como siempre se ofrece a buscarlas con tanta buena onda, una acepta... ¡Hay que estar agradecida de las amigas que hablan hasta con un poste porque son garantía para conocer gente!
Haberte insistido hasta el cansancio con empezar juntas el gym...
... para que ella abandone a la segunda clase. ¡Hasta aceptaste hacer el sacrificio de ir después del trabajo! Ahora vas a tener que ir todo el mes para amortizar la cuota carísima y tratar de coordinar algún paso de aerojump.
Que no sepa guardar un secreto
Esperás ese momento de la reunión para contarles a TODAS un notición y resulta que ya lo sabe la mayoría. "No podía tener esta bomba y quedarme callada", te responde siempre con cara de santa...
No haberte escuchado cuando le advertiste que ese pibe era un salame
Se lo dijiste de mil maneras posibles, le recordaste historias pasadas como ejemplos de lo que podría pasar, le hiciste cuadros sinópticos con dibujitos... Cómo culparla, el amor es ciego y testarudo.
Que no te devuelva el vestido que le prestaste...
Cuando terminás de revolver todo el placard buscándolo, te acordás: te lo pidió para un casamiento hace como un año y medio. Sabés que es una colgada, pero también es muy cuidadosa. Tus tesoros (TODOS, incluidos los libros y también las pelis) están bien guardados en su casa.
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