10 ideas para afrontar los cambios económicos

Tenemos que estar alertas: inflación, devaluación, default, recesión... Muchas cosas que suenan terribles están pasando en la economía, y sus consecuencias impactan en nuestro bolsillo.

Tan rápidos son los cambios que, sin darnos cuenta, pasamos de preguntarnos qué hacer con nuestros ahorros a qué hacer para llegar a fin de mes.

Gastar mejor, ser cuidadosas a la hora de pagar con la tarjeta de crédito, manejar bien las deudas que podamos tener, armar un colchón para anticiparnos a posibles dificultades o apuntar a un consumo más inteligente y menos emocional. Esas son hoy las consignas de práctica obligatoria. La idea es que las complicaciones económicas no afecten nuestra vida de pareja con peleas de plata; que no profundicen las diferencias con nuestros ex y que no nos impidan, sentar las bases económicas que acompañen nuestro crecimiento.

Como guía, te adelantamos "los 10 mandamientos de tus cuentas personales", un decálogo claro y conciso para administrarte.

1. Si no sabemos en qué se nos va la plata, será imposible que la retengamos.

2. La tarjeta de crédito no es un sustituto del dinero, es un intermediario. Su utilización implica tomar una deuda; cuanto mayor el plazo, mayor su costo. Como su nombre lo indica, es un crédito, no una extensión de nuestros ingresos.

3. Si vivimos en el caos económico, tenemos que seguir tres pasos: lo primero es ahorrar para sacarnos de encima la deuda, lo segundo es ajustar para empezar a ahorrar, lo tercero es invertir esos ahorros.

4. Endeudarnos para pagar una deuda anterior es un error. No suele haber nada bueno en reemplazar deuda vieja con una nueva. Por el contrario, el resultado suele ser que tenemos más deuda y por más tiempo.

5. Las compras inteligentes se hacen con la cabeza y el bolsillo, no con el corazón y la emoción.

6. Consumir como premio es un riesgo, justificarse por los gastos realizados es un error. Sentir culpa no corresponde jamás, en ningún caso.

7. "No soy buena para manejar dinero" es una creencia que toda mujer tiene que erradicar de su cabeza. Administrar e invertir dinero es una capacidad adquirida, no un talento natural. Las mujeres que lo hacen son altamente efectivas en este terreno.

8. Si mantener las cuentas claras y ordenadas ya de por sí es un gran esfuerzo, lograr llevar la economía del hogar en pareja es un desafío monumental. No saber dónde está la plata y cuánta hay es el principal error de las casadas. Ocultar gastos es otra mala idea, tampoco es una buena estrategia.

9. Para las separadas, la consigna es: no importa qué tan bueno sea el acuerdo con tu ex o qué tan alto sea tu nivel de vida actual. Como tu pareja, nada dura para siempre, y a partir de ahora estás por tu cuenta. Pensá en tu futuro y hacelo YA.

10. Joven y soltera, no pierdas tiempo en pavadas y enfocate desde temprano en ahorrar para crecer económicamente. Ponete objetivos de mediano y largo plazo, no derroches y aprendé a invertir.

Falta de adaptación al nuevo contexto económico. Venías con un tren de vida en el que te sentías bien cómoda, tardaste en sentir las consecuencias de la situación económica y no reaccionaste a tiempo. Solución: ponerse a revisar qué conducta que antes era conveniente ya no lo es.

Falsa adaptación al nuevo contexto. Las complicaciones son evidentes a nuestros ojos, pero seguimos gastando. Solución: sé realista y priorizá tus objetivos por sobre las apariencias.

No tener claros los objetivos económicos. Es muy similar a no tener idea de qué queremos para la vida. Solución: definí tus metas de corto, mediano y largo plazo. Es una forma de elegir qué querés para tu vida.

Solo tarjeta. Pagar todo, todo, con tarjeta, aun cuando se trate de la de débito, es muy cómodo pero tiene un riesgo: puede llevarnos a perder noción de cuánto gastamos. Solución: establecé un monto para gastar con tarjeta y, a partir de ahí, solo efectivo.

Pasadas de rosca. Todos nuestros ingresos se van en pagar deudas. Solución: si estás en el medio de una crisis, lo esencial es pedir ayuda, alguien va a responder.