Camino al altar: una guía para que no se te pase nada
Como si se tratara de una carrera de postas, poco antes de dar el Sí, entrás en un recorrido interminable de citas y decisiones que hay que respetar para no olvidarse de nada.
¿Por dónde empiezo? La clave es organizarte, así que armá una checklist
Línea de largada
Lo hablaron, lo pensaron, le dieron vueltas al tema y, finalmente, deciden casarse. Todos los felicitan, vos no podés contener la alegría, pero, la pregunta del millón: ¿¿¿por dónde empiezo??? Tenés que resolver mil variantes y las decisiones empiezan a estresarte. Además, vas a contrarreloj porque trabajás ocho horas diarias y los proveedores no te atienden el teléfono. ¡Tranquila! Tomá nota y seguí esta checklist, paso a paso, para vivir esta etapa de la mejor manera.
1 años antes: salón
Después de la propuesta, lo primero es fijar la fecha. Una vez que sabés cuál será tu gran día, o al menos el mes, piensen juntos qué tipo de casamiento quieren celebrar, si será de día o de noche, formal o informal. Además, esbozá una lista para tener una idea aproximada de cuántos invitados tendrás.
Con estos datos, salí a ver salones para la fiesta. Es importante elegir cuatro o cinco y no marearte viendo todos los que hay en la ciudad y alrededores. Averiguá qué capacidad tienen, con qué empresas de catering trabajan y qué restricciones imponen.
Hay palacios, clubes, salones en hoteles o predios para vestir y ambientar a gusto. Decidí cuál es el tuyo y señalo cuanto antes para no perder la fecha.
Dato: si hacés tu fiesta en el Palacio Sans Souci, te ofrecen la opción de pasar tu noche de bodas en uno de sus departamentos.
10 meses antes: vestido
Aunque las pruebas y la confección empiezan entre dos y tres meses antes del casamiento, lo ideal es decidir quién va a hacerte el vestido con diez u ocho meses de anticipación. Para eso, pedís entrevistas con tres o cuatro diseñadoras de vestidos (previamente hojeada una pila de revistas de novias), en las que conocés sus propuestas y, lo más importante, ves con cuál te sentís más cómoda. Como dice Lupi Maurette, diseñadora de vestidos de novia, "es fundamental que exista una conexión especial entre las dos y una confianza absoluta en la diseñadora".
Si bien comprarlo hecho (o incluso usado) es una opción más práctica que también se baraja, la experiencia de hacerlo a medida es incomparable.
Dato: generalmente, el vestido está terminado dos semanas antes del casamiento, pero se vuelve a probar la misma semana por si la novia bajó de peso. Es algo bastante común y, en un vestido a medida, esas cosas hay que tenerlas en cuenta. Se plancha uno o dos días antes de la fecha y te lo entregan el mismo día.
8 meses antes: ambientación
Lo ideal es contratar a una especialista que te ayude en la ambientación para que no sea un cocoliche
Livings de época, frascos de mermelada con papel picado, fanales, banderines, flores e instalaciones. Como las opciones para "vestir" el salón son muchísimas, está bueno contratar una especialista para que te guíe y no terminar convirtiendo la puesta en una escenografía teatral demasiado cocoliche. Si ya tenés una vaga idea de qué es lo que querés, lo ideal es buscar en internet qué ambientadoras tienen que ver con el estilo que buscás. Con la preselección en mano, pedís presupuestos y hasta podés ir a ver otras fiestas que decoran para ver cómo trabajan. La dinámica es simple. Una vez que la contratás, tienen una reunión para ver todo lo que querés y lo que pueden ofrecerte. Después, van juntas al salón, donde ven cómo quedaría el armado. La ambientadora, además, está presente el día de la boda y muchas veces hace también de wedding planner y hasta de consejera sentimental.
¿Qué te parecen estos marquitos con mensajes?
Dato: hoy se imponen los detalles originales. Desde cajitas felices para los invitados más chicos hasta bolsitas estampadas para tirar el arroz en el civil.
7 meses antes: música
Si decidiste casarte en temporada alta de casamientos (esto es en noviembre/diciembre o marzo/abril), lo mejor es elegir el DJ alrededor de siete meses antes de la fiesta. Para esto, consultá en tu salón con qué empresas de sonido trabajan y pedí cita con dos o tres de ellas para conocerlas y comparar precios. Generalmente, sus servicios incluyen la musicalización, la organización, el armado del timing (qué sucederá en cada momento de la fiesta), la iluminación, la artística y todos los estímulos audiovisuales que hacen que una fiesta explote. "Desde pistas ploteadas, bolas o diamantes de espejos, cabinas de led y mappings interactivos hasta robots gigantes", describe Sebastián Hulton, de Repila, algunos de los aditivos de una megapuesta. Además, en estos días, es un buen momento para reservar el fotógrafo y el estudio que filmará el evento.
Dato: podés pedir que creen un tema de entrada personalizado que puede mezclar y remixar varias canciones que te gusten para llegar a la fiesta bien arriba.
6 meses antes: make up & pelo
Calcular los tiempos para el make up y el peinado es fundamental
Ya es hora de empezar a pensar en pruebas de maquillaje y peinado. Si bien en este punto las recomendaciones son básicas, Internet puede servir como fuente de inspiración y Pinterest , como catálogo de genialidades beauty.
Cuando elijas el recogido lo importante es que seas fiel a tu esilo
Otra vez, los pasos a seguir son fáciles, prácticos y rápidos: te contactás (por Facebook, mail o teléfono), hacés una prueba en la que te sacan fotos, recibís las opciones que probaron en tu mail, decidís cuál te queda mejor y reservás a tu maquilladora y peinadora. Volverán a verse el gran día (quizá para la ceremonia por civil también la contrates) y, una tras otra, te dejarán hecha una reina.
Dato: el día del casamiento, se calcula un poco más de dos horas para peinar y maquillar. Primero, la peinadora marca el pelo y deja la cara despejada para que la maquilladora haga lo suyo. Una vez maquillada, se termina el peinado (el secador es la prueba de fuego para ver si el make up resistirá toda la noche). Cuando el peinado está terminado, te vestís y ambas te retocan.
5 meses antes: flores
El mercado de Barracas es EL lugar donde vas a encontrar todas las flores
De las flores puede encargarse la ambientadora o una especialista en ramos. Tete Castells, de Felices Casamientos, hace las dos cosas y, si tenés ganas, ¡te acompaña al mercado! Así, partís hacia Barracas a la madrugada para descubrir cuáles son las flores que más te gustan tanto para tu ramo como para los centros de mesa. En octubre, tulipanes; en noviembre, peonías; y en diciembre, jazmines, mientras que en marzo, abril y mayo, rosas y amapolas son las flores más pedidas.
Dato: el Mercado de Flores de Barracas abre lunes, miércoles y viernes, de 6 a 9 de la mañana. ¿Dónde? En Olavarría 3240.
3 meses antes: catering
Sorprender a los invitados con un catering rico y original es lo principal
Si bien el servicio de catering lo contratás apenas después de cerrar el tema "salón", la prueba y la elección del plato principal y postre se hace de dos a tres meses antes del evento.
A la degustación generalmente va la pareja (con sus padres o padrinos), y prueban distintas opciones de entradas, platos y dulces para terminar decidiendo cuál será el que servirán en su fiesta. También se elije cuál será la vajilla, mantelería y cristalería que usarán.
Hoy está de moda ofrecer comidas regionales como sushi, mexicana o thai
Hoy, además, están de moda las "islas" que ofrecen comidas regionales como sushi, mexicana, italiana o thai en distintas mesas ambientadas que se disponen en la recepción mientras los mozos bandejean los típicos bocaditos. Hay muchísimas alternativas dependiendo del catering que contrates, pero lo importante, siempre, es sorprender.
Dato: calculá que el cubierto por persona, para una cena formal, va de $200 a $600 dependiendo de la empresa que contrates y lo que incluyas en el paquete.
2 meses antes: noche de bodas
Cuando falten dos meses, podés usar uno de tus sábados para hacer un recorrido por algunos hoteles (previamente googleados) y decidir cuál será el mejor. Allí, además de pasar tu primera noche de casada, te podés alojar desde la tarde del gran día para descansar, peinarte, maquillarte y sacarte las fotos típicas. Por eso, más allá de la comodidad, es importante considerar que las habitaciones tengan buena luz, espejos de pie y que el hotel tenga espacios comunes fotografiables (tanto dentro como fuera).
Algunos, como el Palacio Duhau, ofrecen paquetes especiales para novios con desayuno romántico, masajes, late check out (la posibilidad de quedarte en la habitación hasta las 18 del día siguiente) y atenciones especiales.
Dato: podés dejar la habitación hecha un desastre cuando partís rumbo a la fiesta y, a tu vuelta, estará todo en su lugar como si nadie la hubiera usado. ¿Lo mejor? Champán y bombones para un último brindis.
1 mes antes: cotillón
La elección del cotillón es lo más fácil de resolver
Aunque ya no se usan las megazanahorias de plástico ni los sombreros de bruja, hay miles de opciones con mucha onda para sumar cotillón y levantar la fiesta a la madrugada. En Casa Armando, una megatienda especializada que tiene de todo y a precios buenísimos (Ayacucho 2767, San Martín), aseguran que hoy se usa armar tandas temáticas y que las más solicitadas son la luminosa, la flúo, la ochentosa, la disco, la veneciana o la bicolor. Su costo va de la mano con el nivel de la fiesta que pensás hacer. Hay presupuestos básicos en los que se gasta entre $5 y $8 por invitado, uno medio que va de $10 a $15 por cada uno y uno premium en el que se puede invertir de $20 para arriba, según lo que se incluya. ¿Cómo calcular cuánto comprar? Se piensa tomando como base el 80 por ciento de la cantidad de invitados y para que cada uno tenga al menos dos ítems.
Dato: si vas a ir a Casa Alberto, lo mejor es hacerlo algún día de la semana a la mañana o bien el sábado, entre las 8 y las 10. ¡Después explota!