Carlitos Balá tenía su propio Arco del Triunfo en Ituzaingó
Creado por el arquitecto Rubén Díaz en 2019, esta pieza -que replica el famoso monumento francés- recrea imágenes y los latiguillos más icónicos del ídolo infantil. Es el puntapié inicial de un proyecto mayor: la República de Balá
23 de septiembre de 2022 • 14:09
El Arco del Triunfo de Carlitos Balá
Esta mañana, la noticia de la muerte de Carlitos Balá nos conmovió a todos. A los 97 años, el humorista y animador infantil partió de este mundo, dejándonos una imborrable huella en nuestros corazones. Este artista trascendió generaciones con su humor, con su infalible “chupetódromo” y con sus célebres latiguillos que, aún hoy, seguimos recordando y repitiendo con una sonrisa.
Ídolo de grandes y chicos, el flequillo más famoso de la televisión fue un grande y su trayectoria siempre fue reconocida; incluso hasta sus últimos días. A los múltiples premios, reconocimientos y distinciones recibidas, se sumó un monumento que metafóricamente refleja el éxito que fue su carrera: El Arco del Triunfo de Balá.
Creado por el artista Rubén Díaz, esta obra -que replica el Arco de Triunfo de Francia- fue inaugurado en 2019 y recrea imágenes y frases icónicas del artista. Ubicado en la intersección de Fleming y Bruselas, en el barrio Alberti de Ituzaingó, este emblema se suma a otras creaciones que el arquitecto levantó por el barrio como la Torre Eiffeil, La Bondi House y la Taberna de Moe. Y, según sus dichos, esta última puesta es sólo el comienzo de un proyecto mayor: la República de Balá.
El animador infantil recibió un sinfín de homenajes y distinciones a lo largo de su vida; entre ellos la creación de El Arco de Balá en la localidad de Ituzaingó.
Como anunció en el portal Castelar Digital, el Arco de Triunfo es el puntapié inicial de una idea que planea cambiar el perfil de Ituzaingó; creando un parque de arte urbano proyectado en casas, plazas y fachadas de domicilios. “Este es el primer sueño de la República, es el inicio de un sueño cumplido”, dijo Rubén Díaz entusiasmado.
La ceremonia inaugural: música, emoción y muchos recuerdos
Con la organización del propio creador y la conducción de Sergio Grillo y Evangelina Azerrad, en marzo de 2019 se celebró la inauguración de esta obra en honor al héroe infantil. Shows musicales, un número de magia y un sinfín de fotos y autógrafos fueron parte de una velada inolvidable.
“Aquí llegó Balá”, se escuchó cerca de las 20. por los parlantes ubicados frente al Arco mientras Carlitos subía al escenario bajo un emotivo manto de aplausos y gritos. Allí, cantó, bailó, contó su historia como humorista y hasta confesó cómo conquistó a Martha Venturiello, su mujer por más de 50 años. “Estoy muy contento y muy emocionado. Si dijera que no estoy emocionado dirían que soy un mentiroso. Que todos estén acá me emociona”, dijo el creador de latiguillos como “Un kilo y dos pancitos”, “Ea ea pe pé” y "Sumbudrule".
"Tengo 93 años, 65 años arriba de un escenario, los vi de madera, de plástico, de todo. Ahora además tengo un Arco", bromeó muy agradecido. A lo largo del encuentro, Balá no se privó de desplegar sus chistes, sus canciones y sus gestitos de idea. Tampoco faltó su clásica pregunta: “¿Qué gusto tiene la sal?”, que inmediatamente fue respondida por todos los presentes bajo el grito generalizado: “¡Salado!”.
La noche no terminó allí. Tras el homenaje, llegó el momento de las fotos. Y fiel a su humildad y bajo perfil, Carlitos no se fue del lugar hasta no fotografiarse con el último fanático presente. Dicen que la fiesta siguió en una parrilla sobre la calle Santa Rosa, donde el presentador televisivo cenó con su familia y la de Rubén Díaz. Y una vez más, su nobleza y amorosidad se hizo presente cuando abandonó la mesa para dirigirse a la cocina y saludar a los cocineros, mozos y personal del lugar.
“Fue una noche mágica, nada podía salir mejor: un día espectacular, la presencia de todos, Carlitos contento, emocionado por el arco, maravilloso”, expresó el arquitecto a Castelar Digital después de cumplir su sueño.
Él no fue el único en cumplir su sueño. Carlitos Balá también lo hizo. Vino a este mundo para entretener y alegrar y, su legado y las sonrisas en el rostro de todos al recordarlo- demuestran que su misión está más que cumplida.
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