Conocé el estilo de la diseñadora Isabel Toledo

La diseñadora Isabel Toledo participó de la vigésima edición del Six O’Clock Tea, la última pasarela de la temporada, y presentó su nueva colección. ¿Cuál fue su inspiración? Creaciones con aires orientales y prendas de estilo arquitectónico, todas muy femeninas.

En una entrevista exclusiva con OHLALÁ!, la diseñadora cubana contó algunos de sus secretos de moda más ocultos y lo que significó para ella vestir a Michelle Obama, en más de una oportunidad.

Sí, y pienso volver muchas otras más. Lo poco que hemos visto con mi marido ha sido lindo y queremos regresar de vacaciones.

Siempre me la he imaginado como una mujer fuerte, segura de sí misma. La leyenda cultural de la argentina, una mujer elegante, con mucho talento y aire artístico. Es como si te la imaginaras bailando tango.

Acá se siente un ambiente distinto. Y se refleja en la ropa, la ciudad es una combinación entre lo cosmopolita y lo natural, por la cantidad de espacios verdes que tiene, donde se ve a la gente vistiéndose para caminar en la calle.

Lo de latina lo tengo en la sangre. Para mí lo más importante es la técnica, las texturas, las telas y el estilo que puedan ver en la marca. Muchos consideran que en las prendas de Isabel Toledo se encuentra una anatomía latina, y eso sumado al lenguaje corporal que adquiere la mujer al lucir mis prendas, se nota.

Esa es una manera de construir un estilo, sin duda. Siempre se habla de cómo podemos crear algo nuevo, y pienso que en la construcción y en las texturas es en donde puedo innovar. Siempre que tengas a dos diseñadores, aunque les pidas que hagan un mismo vestido, cada uno lo hará a su manera. Eso es lo que le da la identidad. Yo lo veo como un símbolo, cuando veo un vestido final es cuando ves la individualidad del diseñador y quienes deciden llevarlo es porque lo interpretan.

Fue la primera empresa en la que trabajé a nivel de diseño masivo. Tuve que tomar la esencia de la mujer que vestía esa marca, leer sobre ella e interpretar ese sentido del modernismo, y aunque me pidieron que me enfoque en un producto más "high fashion", también quería que Anne Klein se mantuviera en un mercado accesible.

Nosotros con mi marido (su socio inseparable) aprendimos hace 30 años que cuando ofrecemos creaciones más apegados a la identidad de la marca, es cuando más nos compran.

Creo que tengo mucho de ambos. De hecho, hasta que Michelle Obama llevó uno de mis vestidos el día de la asunción de su marido, muchos no sabían que yo era cubana. ¡Ahí me descubrieron! Creo que no fue al azar que haya escogido mi marca, que era una pequeña empresa, de alguien latino, con otro estilo. Seguro buscaba dar un mensaje con esa elección. A veces, sigue estrenando vestidos míos que adquirió hace algunos años, y eso es magnífico.

Aunque no lo creas, hubo veces que vinieron a mi tienda tres generaciones juntas para comprar: la abuela, la mamá y la hija que va por su primer "Isabel Toledo", y vemos que cada una tiene una personalidad distinta, que sabe cuál es su estilo sin importar la edad o a qué se dedica.

La estética de nosotros es muy diferente, y eso es muy interesante, nosotros nos complementamos, la fricción creativa que tenemos siempre da buenos resultados. Aprendemos mucho el uno del otro.

La moda no puede existir sin el arte y viceversa, es algo mucho más breve y cambiante, el arte es la esencia y más duradera. Hay que entender que el diseño es la arquitectura de todo eso que puede ofrecer el arte.

La ingeniería, la resolución de problemas, también me encargo del desarrollo textil para mis diseños. De hecho, pienso en los textiles para inspirarme o constantemente estoy mirando a mi marido trabajando en sus obras y eso me ilumina. Me gusta captar eso que él hace con sus dibujos y trasladarlo a los vestidos. Las primeras prendas que armaba parecían cometas precisamente porque me gustaba que floten.

No, más bien creo que los diseñadores creamos algunas tendencias y luego se bajan al uso más cotidiano, que es interpretado por algunas marcas o personas que consumen moda. La idea es tomar pequeñas ideas de lo que presentamos los diseñadores. Es así como funciona la moda.

En su guardarropa nunca faltan los vestidos camiseros, son como una camisa y traje a la vez, las chaquetas, remeras básicas blancas y los pantalones de su marido. Siempre los tiene en mente para sus outfits.