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Conocé los 4 signos que delatan a una piel reactiva

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Jimena Barrionuevo

28 de noviembre de 2016 • 08:07

¿Notás que tu piel está tensa, se enrojece con facilidad, te pica y no tolera la mayoría de los productos cosméticos que aplicás en ella? Entonces atenta porque esta información puede ser muy útil para vos. Quizás pensaste que lo que disparó esta reacción fue un exceso de frío, algún cosmético inadecuado que usaste o incluso porque estuviste un poco más del tiempo "permitido" al sol. Incluso puede que haya sido un episodio aislado y entonces no tenés porqué preocuparte. Pero, si los síntomas se repiten con frecuencia, y además advertís sequedad, tirantez, descamación o enrojecimiento, entonces es hora de que consultes a un especialista. ¿Por qué? Porque es muy probable que tu piel se haya vuelto reactiva. ¿Qué es esto? Una condición que hoy afecta a una de cada tres mujeres y que posiblemente esté desencadenada, entre otros factores, por el estrés diario al que nos vemos expuestas. Tranquila, la buena noticia es que hay una serie de pasos que te permiten tratarla de acuerdo a sus necesidades. Por eso, consulté a tres especialistas para que nos ayuden a identificar las causas, reconocer el problema y adaptar el tratamiento a la medida de cada una. Vamos por partes.

Créditos: Facebook Bioderma

¿Qué es una piel reactiva?

"Una piel que reacciona de forma exagerada o con más fuerza ante estímulos que no tienen ningún efecto en las pieles normales", explica la médica dermatóloga Dra. Cristina Pascutto, asesora científica Pierre Fabre Dermocosmetique. ¿Cuáles son esos estímulos? El sol, el polen, el agua dura, la polución, el uso de cosméticos inadecuados, algunos fármacos, los malos hábitos -como una dieta desequilibrada o el consumo excesivo de alcohol- y factores internos como el estrés y algunas patologías hormonales.

¿Qué síntomas presenta?

Tirantez, enrojecimiento, sensación de hormigueo o picazón y resequedad son las “molestias” más frecuentes. “Aunque en el examen dermatológico no se suelen evidenciar signos clínicos, lo más común es el enrojecimiento y el hecho de que muchas pacientes refieran que tienen una piel que no aguanta ningún producto", dice la dermatóloga Dra. Alejandra Lepore asesora de La Roche-Posay.

La piel reactiva en muchos casos se manifiesta de manera temprana, mientras que en otras ocasiones ocurre a través de un proceso más lento que se va descubriendo y acentuando a medida que los agentes externos la agreden. Así lo explica Emilce Piriz, Resident Trainer de Clinique. “Estos tipos de cutis suelen presentar un aspecto terso y luminoso en la juventud, libre de impurezas o granitos, pero a medida que pasa el tiempo desarrollan síntomas de hipersensibilidad”. En general, la condición reactiva está determinada por una base genética por lo que, una vez fragilizada, la piel reacciona de forma exagerada a cualquier mínima agresión, se vuelve intolerante y por eso es muy importante aprender a brindarle alivio, bienestar y protección.

¿Qué cuidados necesita?

La primera medida es consultar al médico dermatólogo para que evalúe cuál es el protocolo que necesita tu piel. Además, hay que cuidarse de los factores externos que desencadenen la reactividad cutánea y usar productos que hayan sido testeados dermatológicamente y que sean hipoalergénicos, es decir, sin perfumes ni aceites. “Estas pieles necesitan un toque delicado. Siguiendo el consejo de los doctores, el cuidado debería incluir una limpieza gentil y una exfoliación muy suave, junto con una humectación libre de grasa”, indica la experta de Clinique.

¿Qué ingredientes buscar?

Todos los que sean calmantes y que ayuden a aliviar la irritación y el enrojecimiento; activos fortalecedores de la barrera de humectación y protección antioxidante, para prevenir futuros estallidos. Además, la protección solar es indispensable. “Algunos productos recomendados son las aguas termales ricas en selenio -que actúa como anti-inflamatorio cutáneo-, las aguas micelares y un hidratante con ingredientes calmantes como la manzanilla, el hammamelis o el aloe”, dice Lepore. Otro de los activos indicados para las pieles reactivas es el extracto de avena ya que “contiene una concentración de moléculas activas como las saponinas y los flavonoides que brindan a la piel una defensa natural anti-inflamatoria e inmunomoduladora específica”, agrega Pascutto. (Podés ver algunos productos adecuados para pieles reactivas en la galería a continuación).

Rutina paso a paso

1. Limpiá muy suavemente. Las pieles reactivas tienden a ser sensibles. De manera que aún las rutinas de belleza básicas deben ser lo más suaves y reconfortantes posibles. Elegí un producto de limpieza neutro, retiralo con agua tibia y secá con una toalla suave y limpia. Importante: los limpiadores no deben contener fragancia, ya que ésta es uno de los irritantes más comunes.
2. Calmá hidratando. Es clave elegir un hidratante específico para la piel reactiva. La combinación correcta de ingredientes calmantes brinda alivio inmediato y además fortalece y disminuye las reacciones a lo largo del tiempo. Para aplicarla, es recomendable entibiar la crema entre los dedos, y colocarla presionando suavemente, primero en las mejillas, luego alrededor del mentón y desde él hacia afuera, además de sobre la frente y el cuello.
3. Disimulá rojeces. Tomá nota de este dato. El polvo facial con tonalidades amarillas cancela visualmente el enrojecimiento y hace que la piel luzca más relajada y suave. Hay que aplicarlo muy suavemente en todo el rostro y cuello, reforzando en las áreas enrojecidas. Si es un producto que además está enriquecido con activos botánicos que calman y reconfortan la piel y neutralizan la rojez, mucho mejor. También es importante usar un disco o almohadilla para esparcirlo, ya que es el tipo de aplicador menos agresivo para la piel. Mantener el polvo a mano para retocar y....relax.

Consejos para un cuidado extra

Comé sano. Elegí alimentos que reduzcan el cortisol y la adrenalina. Este es el caso de los pescados grasos, como el salmón, las sardinas y la caballa y del aceite de nuez, ricos en ácidos grasos omega-3. El magnesio también es muy eficaz contra el estrés; lo encontrás en las espinacas, el brócoli y la banana. Y eso no es todo. Lleno de antioxidantes y magnesio, el chocolate negro es excelente para combatir el estrés. Un cuadradito con algunas nueces, ¡te va a sentar bárbaro! Por último, contra el estrés oxidativo, optá por frutas y verduras ricas en vitamina C, como los cítricos, kiwis, los pimientos y coliflor.

Movete. La actividad física libera hormonas que favorecen el bienestar, como las endorfinas y la dopamina. Si lográs ejercitarte por lo menos 30 minutos al día, 5 veces a la semana, vas a ver que tu ansiedad disminuye significativamente.

Respirá. Cuando te des cuenta que empezás a sentirte sobrepasada por las obligaciones, desconectá tu mente y reconectate con tu cuerpo. Para hacerlo, practicá la respiración abdominal: con los ojos cerrados inspirá profundamente por la nariz, llenando el abdomen en vez del pecho y luego expirá tranquilamente por la boca, de 15-20 veces seguidas.

Expertas consultadas: Dra. Cristina Pascutto. Médica dermatóloga. Asesora científica de Pierre Fabre Dermocosmetique. Emilce Piriz, Resident Trainer de Clinique. Dra. Alejandra Lepore para La Roche-Posay.

Fuente: RoC

¿Tu piel es sensible o presenta alguno de estos signos? ¿Cómo la cuidás? Podés encontrar más información sobre productos aptos para pieles reactivas en Cosméticos que podés compartir con tu bebé e inspirarte para hacer ejercicio con 5 minutos de entrenamiento de zumba con Ruby Silva. Nos vemos la semana que viene.

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