Dalai Lama: escándalo por un video en el que besa a un niño en la boca

En el video que se viralizó en redes se ve a Dalai Lama sentado y rodeado de varias personas, cuando aparece un niño vestido con un buzo amarillo que espera saludar al líder religioso. Segundos más tarde, los hombres alrededor de Tenzin Gyatso le explican que el chico quería conocerlo y él le hace una señal para que se suba.

La secuencia te deja sin palabras: después de que el chino se sienta delante del líder tibetano, él le muestra su mejilla para que le de un beso pero después gira su rostro para quedar cara a cara con el niño. En ese instante con sus dedos apunta a los labios, lo agarra y lo besa en la boca, mientras el chico se muestra claramente incómodo. Aunque no termina de quedar en claro qué es lo que dice Gyatso después (al sacar la lengua, muchos medios sostienen que dice "Chupámela"), termina dándole las gracias al menor, lo vuelve a abraza, pronuncia algunas palabras y lo invita a bajar de la tarima.

Mediante un comunicado, la oficina del Dalai Lama compartió el pedido de disculpas del líder religioso sosteniendo que: "Su santidad desea pedir disculpas al niño y a su familia, así como a sus muchos amigos de todo el mundo, por el daño que sus palabras han causado", y agregó: "Su santidad a menudo toma el pelo a las personas que conoce de forma inocente y traviesa, incluso en publico y ante las cámaras. Lamenta el incidente”.

Mientras que cada cultura da significado a los distintos gestos (como, por ejemplo, cómo nos saludamos), no existen registros que realmente puedan explicar el accionar del líder religioso. Dicho esto, sí es conocido el hecho de que sacar la lengua es una forma de saludo entre las personas del Tibet ya que -este gesto- simbolica que nunca se dirán cosas negativas de la otra persona.

Siguiendo lo compartido por The Institute of East Asian Studies (UC Berkeley) este saludo proviene de de la época del emperador antibudista Lang Darma, quien vivió en el siglo IX y -cuenta la leyenda- tenía la lengua negra. La costumbre de sacar la lengua proviene casi de una ironía ya que -al hacerlo- los tibetanos buscan demostrar a los demás que no son la reencarnación de aquel monarca.