Vestido de encaje combinado (Menage a trois, consultar precio), stilettos de gamuza (de María, $2500), paraguas (Seso, $320) - Créditos: Fotos de Coni Dietrich Producción de Ferni Moreno y Cin Palacio
Por Carola Birgin y Agustina Vissani
Basta con hacer un recorrido por su Instagram para llevarte una idea, si no equivocada, muy parcial de lo que es la vida de Dolores Fonzi. Eso es lo que nos pasó a nosotras. La vimos en típica situación selfie posrevolcón con un morocho divino, encontramos comentarios de muchísimas amigas, ¡todas famosas!, boliche, fiesta, producciones bien sexies..., un par de pistas sobre sus hijos: fotos de ensueño, ellos de espaldas. Ni rastros de su marido (¡y qué marido tiene!), Gael García Bernal. "¿Se habrá separado? –pensamos por un momento–, ¿todo esto será un gran acting?". Noooo, ¡nada que ver! Lo entendimos mientras charlamos desayunando juntas, cuando Lázaro (de cinco años) estaba en el jardín de infantes y Libertad (de tres años) todavía dormía. Y lo que pasas es que Dolores se divierte instagrameando el margen de fuga, ese espacio que construye y defiende, donde sigue siendo ella al cien por cien. Pero tampoco es demasiado consciente de eso. Cuando le decimos que nos llamó la atención ese mosaico de imágenes con tanta noche y soltería, se sorprende. "¿Ah, sí? ¿Se ve así? Será el filtro que uno pone…", duda, y saca automáticamente su celu para chequear juntas sus publicaciones. "Bueno, a mí no me gusta mostrar a mis hijos, tampoco voy a poner fotos de mi casa. Y eso te limita solo al afuera. Puede ser eso, vieron que las redes son un recorte de la realidad. No es un retrato exacto de lo que vivís…".
Como sea, lo que nos queda claro es que, aun con dos hijos chiquitos, se te ve muy salidora. ¿Cómo hacés?
Haciéndolo. Lo hago pase lo que pase. Si no, me muero.
¿Y al día siguiente? ¿No te matan el madrugón y las corridas?
Es que no salgo muy tarde y me termino acostando temprano. Hago todo con los niños, actividades, natación, juegos. A las 7 los tengo cenados y bañados. Después boludeamos un rato y a las 9 ya están dormidos. Se quedan con Beba, la señora que me ayuda, y yo me voy al teatro, al cine, a cenar o tomar algo. Es que si no tengo vida de adulta, me mato.
¿Con quién salís?
De todo un poco. Tengo muchos amigos. Generalmente, salgo con los que no tienen hijos.
Como para cortar con el Whatsapp de las "mamis del jardín".
Igual, con algunas "mamis" también salgo. Es muy divertido, de repente te encontrás en un ambiente nada que ver con "las mamis", todas en pedo, faseadas. Unas genias.
También salís con amigos hombres. Estamos muy intrigadas por las fotos de un amigo con el que andás de acá para allá en Instagram. ¿Quién es ese morocho de barba?
Es mi íntimo amigo, Ezequiel Díaz, el padrino de mi hijo. Lo veo casi todos los días, nos conocemos desde hace mil, casi un hermano.
¿Alguna vez salís también con Gael?
¡Obvio! Pero, la verdad, hacemos más programas en familia. La pasamos muy bien juntos. Cuando salgo sola, suele ser que él está viajando. Si está en casa, el mejor plan es quedarnos.
¿Tienen alguna regla con los viajes y cuánto pasan separados?
No, la idea es que viaje lo mínimo que pueda, y si tiene algo medio largo, que se haga un bache en la mitad como para volver. Organizar para que los niños tengan una presencia paterna.
Y que la madre tenga una presencia masculina. ¿Qué onda la distancia en la pareja?
No, todo bien. Mientras estamos solos, aprovechamos para salir con amigos, divertirnos. Y cuando estamos los dos, la pasamos increíble en familia. Nos quedamos los cuatro en casa, mirando una peli, tirados en la cama. Un equilibrio. Esa es nuestra regla.
Cuando cumpliste 35 años, Gael twiteó que sos la persona con la que más se divirtió en su vida, ¿la diversión es clave en tu pareja?
Es fundamental poder reír, sobre todo con una vida cotidiana familiar. Poder reírse de uno, del otro, de los dos. Estás en esta, ¡a divertirse!
En el tweet te decía "mamasita". ¿Te dice así? ¿Te habla en mexicano?
No recuerdo si me dice así. Pero obvio que me habla en mexicano, ¡es lo más mexicano que hay! Pero no me parece raro ni me causa gracia. Lo tengo incorporado. Hasta se me pega un poco, sobre todo las puteadas.
¿Ah, sí? Por ejemplo…
Como "no mames", que es como "no me jodas", o el típico "cabrón".
Además, a tus hijos les decís "niños", que no es algo muy porteño…
Sí, puede ser, ni lo pienso. Con los nombres que les puse...
Tapado con bolsillos (Las Pepas, $2190), stilettos con pulsera combinados (Josefina Ferroni, $2100) - Créditos: Fotos de Coni Dietrich Producción de Ferni Moreno y Cin Palacio
Súper poderosos. Libertad, como la de Mafalda. ¿Vos en tu vida te sentís más Libertad o tenés el mambo de la Susanita?
Me identifico más con Libertad. El tema del ama de casa y la maternidad está, pero no desde el romanticismo. No me lo tomo tan a la ligera. Para mí, ser madre y llevar adelante una familia es algo muy intenso. Trae una carga, una responsabilidad enorme, tenés que estar súper concentrada. Pero, para poder sobrellevarlo y que no te desborde, es fundamental encontrar tus espacios. No podés ser madre las 24 horas del día, tenés que buscar tus huequitos para ser otra cosa: amiga, mujer, compañera, jodona. No, no soy Susanita ni en pedo. O sea, amo a mis hijos, elegí tenerlos. De eso no hay duda. Pero la maternidad tiene una intensidad que a veces te desborda. Sus necesidades, sus demandas, los dos que saltan de acá para allá, pidiendo cosas. Son puro amor, pero a la vez están todo el tiempo ahí y hay que responderles. El otro día le decía a una amiga que siento que tengo más energía que a los 20, porque hago quinientas cosas por día pero igual llega la noche y me dan ganas de salir y hacer algo diferente. No sé de dónde sale, la voluntad, las ganas y la fuerza.
¿La responsabilidad de estar formando a dos chicos para que se conviertan en hombres te resulta abrumadora?
Obvio. Aparte, la crianza hoy en día está abocada a la sensibilidad individual de cada niño. Antes había una sola manera de criarlos, era más fácil, supongo. Ahora hay tanta cosa, todo especializado, mil posibilidades nuevas para darles lo mejor.
¿Vas a algún grupo de crianza o leés sobre el tema?
Leo mucho. Después voy a mi terapia normal. Pero sí, es un tema súper. Se destaca mucho la particularidad de cada niño. Yo los mando a colegios diferentes y a distintos turnos porque me parece que cada uno tiene sus necesidades. Está buenísimo porque crias a alguien en función de lo que necesita. Pero como padres, la demanda es mucha, y hay semanas que son demasiado intensas. Igual, me gusta hacerlo así. Es algo con lo que me comprometo al cien por cien y que no delego ni ahí.
Por lo que decís, parecés súper exigente con el tema.
Me preocupa la crianza, obvio. Es un graaan tema. Y para ser capaz de hacerlo bien, me ocupo de hacer un trabajo muy arduo conmigo misma, porque, obviamente, soy el modelo más cercano que ellos tienen. Trato de que, tanto yo como el padre, estemos lo más afilados posible con nosotros mismos para que ellos puedan recibir algo bien puro. Obvio que es inevitable pasarles a tus hijos todos tus mambos, tus dramas. Pero está bueno ser responsable y tener cuidado con eso. Todo lo que una haga con los hijos tiene que ver con una, te enfrentan todo el tiempo a ser vos, tenés que estar concentrada en cuáles son tus límites. Y seguro que un reclamo va a existir, ¡claro!, porque esa va a ser siempre la dinámica hijo-padre. Pero la dedicación no puede reclamarse. En todo caso, te podrán decir que eras una pesada porque estabas todo el día ahí. Pero prefiero pecar de eso y no de no estar nunca.
Además de andar para todos lados con ellos, ¿te ocupás de la casa?
Sí, ¡hago todo lo de la casa!
Decinos que hasta fregás el baño y nos morimos acá.
No friego el baño, pero todo lo que pasa en mi casa, pasa por mí.
Blazer entallado (Ayres, $1098), camisa con solapa (Chocolate, $1300), Pantalón de gabardina (Ayres, $838) - Créditos: Fotos de Coni Dietrich Producción de Ferni Moreno y Cin Palacio
¡Sos la CEO!
Totalmente. A la mañana junto a todos y reparto: vos llevá, vos traé, yo me ocupo de esta parte, vos hacé lo otro. Organizo todo yo. Descubrí que soy mucho más poderosa de lo que creía.
Hay algunos que hacen cursos de liderazgo y vos, llevando adelante una casa, te convertiste en una ejecutiva con experiencia (risas).
¡Sí! Miren, yo produje una serie hace unos años, pero siento que si lo hiciera ahora, sería mucho más efectiva. Llevar adelante una casa te da un montón de herramientas en lo laboral. Además, comparado con antes de tener hijos, soy un avión de ama de casa. Ni yo lo puedo creer. Mi mamá siempre me dice: "Vos no hacías ni un huevo frito". Así lo dice, jamás se le ocurre cambiar el ejemplo… Bueno, ahora hago de todo.
¿Qué te enganchó de la peli El crítico como para volver a laburar después de este tiempo de maternidad full time?
Más allá de que la película me divertía, y que Rafa (Spregelburd) me encanta, yo volví a trabajar porque sentía que ya era el momento. Fueron pocos días de rodaje, podía hacerlo sin restarles tanto tiempo a mis hijos, que son mi prioridad, y sentí que valía la pena.
Cómo manejás el tema del consumo con los chicos. Con Libertad, por ejemplo, ¿sos muy pilchera?
Muyyyy, pero sé que no está bueno. Tiene tres años, nada más. Lo que me pasa es que de repente voy a comprarme algo y me desbando mucho más para ella que para mí. No es que salga a full de shopping, pero cuando estoy afuera, bastante. Porque es más barato y mejor.
¿Y aprovechás que es más accesible para ir a tiendas re top?
Top no. Yo no voy a tiendas de lujo. Comprarme algo que es una infamia no me da placer para nada. Ni loca gasto cinco lucas en un tapado.
¿Sos cuidadosa con la plata en todo?
No sé, en la comida me gusta lo bueno, así que en eso invierto.
¿Te das el gusto de ir a un restaurante, que sale $800 el cubierto?
Mmmmm, no sé. Si voy con mi marido, puede ser (risas).
¿Porque paga él?
Sí.
¡Suena a machismo!
No, no es machismo. Es que si salgo sola y gasto esa cantidad, me da cosa. Y además, él puede pagar con tarjeta de extranjero. Igual, cuando digo que gasto en comida es porque me gusta comprar lo mejor en el súper, comprar orgánico, de calidad, me gusta que sea rico y saludable.
¿Te gusta comer?
Me fascina.
¿Engordas fácil?
Engordo. Yo soy redonda. Aunque ahora estoy muy flaca. Deben ser las corridas y el estrés, pero adelgacé un montón. Espero poder mantenerlo. Porque no soy flaca en general, soy chiquita, mido un metro sesenta, entonces subo un par de kilos y me pongo "bolita". Igual, no hago dietas, después, con el tiempo, cuidándome un poco, lo termino bajando.
Sos de darte los gustos en general, ¿no?
Sí, no soy para nada reprimida, cero culposa.
¿También con tus estados de ánimo? Si, por ejemplo, te pinta la mala onda, ¿la dejás ser sin más?
No. Eso no. La mala onda sí trato de reprimirla. Creo que hay que saber filtrar... Si no, hacete ver. No podés entrar en tu casa o ir a una reunión y, porque estás en un mal día, ser mala onda y cagarte en todo el mundo. Hay que intentar no engancharse con esa energía y ser lo suficientemente madura como para saber ubicarse. Igual, en todo lo demás soy cero enroscada, si quiero hacer algo, lo hago ?
Tapado oversize (Trosman, $2990), vestido bicolor (Trosman, $1850), stilettos de charol (Josefina Ferroni, $2100) - Créditos: Fotos de Coni Dietrich Producción de Ferni Moreno y Cin Palacio
Maquilló: Bettina Frumboli con productos Lancôme. Peinó: Maia Roher para Frumboli Estudio con productos Joico. Agradecemos a Alfredo Escandon, Ariel Pietro , Karina Befart, Karina Barroso y Usina del Arte por su colaboración en esta nota.