Año de elecciones: ¿cómo afecta a tus finanzas personales?

Diversificación

Durante los años electorales, la incertidumbre política suele aumentar la inestabilidad económica. Los precios de los activos financieros pueden sufrir bruscas subidas o bajadas en función de las expectativas sobre quiénes estarán a cargo del próximo gobierno y del tipo de medidas que se espera que tomen.

¿Qué podés hacer al respecto? Si hasta ahora sólo habías incorporado las opciones de dólares y plazo fijo, una buena estrategia es diversificar tus inversiones. Por ejemplo, podrías evaluar algún bono o fondo común de inversión vinculado al dólar (más conocido como “dollar-linked”), para proteger tus ahorros ante una eventual devaluación. 

Presupuesto

En año electoral es común que se acelere la inflación, lo cual claro está que afecta de forma directa nuestras finanzas, desde el costo de vida hasta el valor de nuestros ahorros si no los tenemos bien protegidos. 

Lo mejor que podemos hacer al respecto es incorporar a nuestra rutina mensual la elaboración de un presupuesto. Es decir, planificar de antemano cómo vamos a distribuir nuestros ingresos entre distintas categorías de gastos (como alquiler, comida, el coche, salidas, etc.). De esta forma, nos va a dejar de pasar que llegue fin de mes y no sabemos a dónde fue a parar la plata, o que sobrecarguemos la tarjeta de crédito.

Una vez creado nuestro presupuesto (que debe tener en cuenta potenciales aumentos de precios en nuestros gastos), es fundamental realizar un seguimiento todas las semanas para asegurarnos de estar cumpliendo con lo planificado. 

Fondo de emergencia

La economía del país se vuelve más incierta previo a las elecciones, por lo que es importante contar con un fondo de emergencia. Este fondo no es otra cosa que un colchón financiero que te permita afrontar cualquier imprevisto que implique una disminución significativa de tus ingresos o un aumento considerable de tus gastos. 

Para construirlo, la clave está en separar un porcentaje fijo de nuestros ahorros cada mes (por ejemplo, un 10%) y destinarlo exclusivamente a este objetivo. Un error común es terminar utilizándolo para ocasiones inadecuadas. Es importante comprender que es un colchón al que sólo vamos a acudir cuando surja un imprevisto urgente (una escapada de fin de semana de último momento ¡no aplica!).