Jonathan Bailey, el hombre más sexy del mundo

En una reciente entrevista el actor recordó el momento en el que comprendió que su nombre ya resonaba más allá de los escenarios británicos: “Tenía la radio puesta como alarma y de pronto escuché: ‘Aquí están las noticias a las 7. Pero justo antes de irnos, ¿podemos hablar de Jonathan Bailey?’ Pensé: ‘¿Dónde está mi diario? ¿Es esto real?’ Fue salvaje”. Mientras tanto, en una fotografía para la revista el mismo propuso una producción en aguas gélidas frente a una playa al sur de Londres, como una sesión de fotos fuera de lo habitual.

Contrario al estereotipo de estrella de Hollywood, Bailey confiesa que un día libre puede consistir en un paseo matutino, un buen café, escuchar música con auriculares y quizá una película. “Siempre tengo auriculares cerca de mí”, aseguró. Y su cita ideal puede variar: si es “la cita número 100”, acepta que incluye Lego y pizza.

Otro dato relevante: Jonathan Bailey es la primera persona abiertamente homosexual en recibir este título de la revista People. Recordó que al inicio de su carrera algunos le aconsejaban no hablar de su orientación sexual, pero él eligió enfrentar ese silencio. “Ser un actor gay... históricamente significaba que no podías interpretar a un heterosexual", señaló. Cabe destacar también que el artista británico es el sucesor de John Krasinski (2024) y Patrick Dempsey (2023) en esta distinción. 

Nacido el 25 de abril de 1988 en Wallingford, Oxfordshire, Bailey combinó una infancia en el ballet con una decisión temprana de alejarse por estigmas sociales: “Uno de mis mayores arrepentimientos es que dejé de bailar a los 12 o 13 años”, confesó.  Su debut en televisión data de finales de los ’90, y su camino lo llevó al teatro londinense con participación en el West End y a hitos como ganar el premio Laurence Olivier Award al Mejor actor de reparto en musical por la producción Company, en 2019. Con esta distinción de “hombre más sexy del mundo”, Bailey no solo suma un título más, sino que consolida una trayectoria que mezcla talento, autenticidad y también un mensaje de inclusión, en un contexto donde la representación importa.