Juan Minujin: "Tengo un muy buen nivel de conexión conmigo mismo"

Pasó de estatua viviente en las calles de Londres a actor consagrado de la escena teatral, televisiva y del cine local. Juan Minujin nos cuenta detalles de cómo vive su momento actual.

R: Sí, estoy muy contento con eso. Con Juli Zylberberg grabando la versión local de Mad About You y de estreno con El marginal, que ya ganó un muy merecido premio en Francia, porque el nivel de detalle que tienen Sebastián Ortega y Pablo Cullel es raro, es llamativo: le dan y le dan y hasta que no dan en la tecla no paran. Eso mezclado con la sensibilidad de Luis Ortega para filmar, fue un trabajo espectacular.

R: Sí, me gusta mucho trabajar con gente que tiene ese amor por los detalles.

R: En el trabajo. En lo demás, me entrego a como viene la situación y trato de vivirla así. Mi cable a tierra es el trabajo, ahí es donde estoy enfocado. Mi parte familiar es más volada, más cuelgue. Con las chicas perdemos el tiempo, cocinamos, dibujamos.

R: Disfruto mucho de ver la infancia de mis hijas porque muchas veces me recuerda mi propia infancia y, a través de ellas, voy entendiendo mucho de la relación con mis padres. Trato de acompañarlas en el sentido más amplio.

R: Trabajo mucho y cuando corto trato de cortar de verdad: apagar el teléfono y conectarme, estar ahí para escucharlas realmente y no estar en piloto automático y decir "ajá".

R: Les cuento todo, y tienen claro que es un juego. El tema de los vínculos homosexuales, por suerte a partir de la ley de matrimonio igualitario se tuvo que hablar en todos lados, incluido el colegio, y además nosotros tenemos muchas parejas de amigos gays, por lo que es un tema muy integrado. El marginal me conectó con muchas historias de chicos que estuvieron presos y que actuaron como extras y ahora estuvimos hablando mucho de eso y del privilegio que nosotros tenemos, que otros no tienen, y no como una cuestión de mérito sino de suerte.

R: Soy de comprometerme en general y empatizar con grupos que tienen sus derechos vulnerados. La causa de la violencia de género me motivó siempre. Creo que parte del trabajo del actor es ponerse en el lugar del otro.

R: Me da miedo desconectarme, quedarme muy afuera de algo. Entiendo que también es parte de la adolescencia que los padres queden afuera y está bien, será así. Por suerte con Lau tenemos mucha afinidad en cuanto a la idea de paternidad y de crianza, yo me apoyo mucho en ella, ella se apoya mucho en mí, e iremos enfrentando lo que venga a su tiempo, pero me gustaría acompañarlas en los quilombos que tengan.

R: No lo relaciono con la edad... Creo que sí llegué a un punto en el que sé lo que ya no voy a hacer (ni ser) y en el que tengo un muy buen nivel de conexión conmigo mismo.

R: Tengo presente que la vida va pasando y que uno tiene que tratar de conectarse con lo que pasa, lo bueno y lo malo, porque es lo que pasa, y el plano de la fantasía, que me encanta, dejarlo en ese plano. Y tener en cuenta mi deseo. Ahora mismo, estoy tratando de motorizar dos proyectos propios, y aunque ahora no tengo tiempo, está en mí tratar de conectarme con el "¿qué tengo ganas de hacer YO más allá de lo que me ofrecen?", y después intentar darle un impulso a eso.

R: Ahora no me molesta, pero al principio, era la primera pregunta fija: "¿Qué tenés que ver con Martaaa?".

R: Claro, por suerte, por ser mi tía, conmigo viene más suave la cosa... •

Agradecemos a Salón Berlín San Isidro, Mis Íntimos Amigos (MIA) y a Carlos Aguinsky por su colaboración en esta nota.