La nueva femineidad

Por Alejandro Rapetti
Especial para RevistaOhlala.com

Al igual que la nueva masculinidad, los especialistas aseguran que los tiempos que corren están atravesados también por la marca de una nueva femineidad. Así como los hombres se abrieron a la sensibilidad y su expresión, la nueva mujer posterga su emocionalidad e inclusive sus otrora llamados instintos -tales como la maternidad- por una vida laboral ambiciosa y productiva, alimenta su vida individual y organiza salidas con amigas y tiene voz y voto.

Es decir, dejó de ser un satélite del marido y, si está en pareja, la propuesta es que existan dos soles: ella y él. La nueva mujer también vive sola, no sólo "se las arregla" sola sino que muchas veces prescinde del hombre hasta tal punto que al momento de ser madre ya son varias las que acuden al banco de espermas.

Multifuncionalidad, independencia económica, autonomía, mayor libertad y derecho a gozar son algunas de las características que destacan los especialistas, aunque también advierten sobre los riesgos intrínsecos que esta tendencia lleva implícita.

"Como seguramente se trasluce, las ganancias de este cambio son valiosas pero pocas en comparación con la peligrosidad que presiento, no sólo en lo que se refiere a las mujeres, sino inclusive para la humanidad, ya que considero que la mujer es el eslabón que nos liga a la vida", señala la licenciada Jazmín Gulí, especialista en terapias de pareja y constelaciones familiares y autora de Amor Delivery, sexo y amor en la era del consumo .

Hoy las mujeres ocupan espacios, los conquistan así como conquistaron raciocinio y control. Control de la natalidad, control sobre los miedos y aprehensiones, control mental, control de lo suave, control sobre la tendencia a perderse, control del paso del tiempo, control de su peso.

"¡Estemos atentos! Una voz de alarma está llamando. ¿Cuál es el peligro de seguir avanzando? No percibir que parte de los logros encierran una trampa, la de perder los géneros, la de alejarse tanto de las cualidades intrínsecas que aun habitan en los cuerpos biológicos tales como el desplazamiento del ego-ombligo cuando una mujer está embarazada, que podemos terminar perdiendo", advierte Gulí.

Para la licenciada Lilian Suaya, psicoanalista y coordinadora del espacio de debate Café Psicológico , la nueva femineidad desplegó nuevos horizontes para la mujer, sin desmerecer el instinto maternal y articulando nuevas posibilidades subjetivas. La mujer tuvo la posibilidad de elegir cuándo ser madre y decidir si quería asumir ese compromiso vital. Dejó de considerarse un "satélite del hombre" para adquirir vida propia autónoma. El acceso al campo laboral le permitió una independencia económica.

"Este cambio en lo social vino aparejado con un cambio en lo personal de la mano del descubrimiento del inconsciente, propiciando nuevos rumbos para el deseo. Freud, a partir de trabajar con pacientes con síntomas de conversión –parálisis en donde no estaba comprometido el sistema neurológico– descubre la histeria, atribuyendo a la represión sexual femenina la formación de síntomas", explica la psicoanalista.

De esta forma, el psicoanálisis y la libertad sexual, conjuntamente con el control de la natalidad –descubrimiento de la píldora anticonceptiva– abrían una nueva perspectiva para pensar la femineidad. Lejos de agotarse el instinto femenino en la maternidad, éste se ampliaba para generar nuevos caminos del placer, lo cual implica un crecimiento de la vida de pareja, en donde hombre y mujer comienzan a disfrutar de una vida sexual mas libre y plena, sin descuidar el crecimiento de cada uno.

"La coyuntura actual exige este desafío: desarrollarse en lo personal, incluso compitiendo y compartiendo con el hombre roles y funciones, pero sin descuidar el ámbito doméstico", apunta Suaya.

Y concluye: "Esto sólo es posible en una nueva concepción de pareja, distinta al modelo tradicional de hombre proveedor y mujer mantenida. Hoy la pareja esta pensada como una unión en la cual los roles son flexibles, y permiten que ambos se hagan cargo de ciertas tareas, colaborando conjuntamente en el mantenimiento del hogar y permitiendo que la pareja elija y decida en qué momento quieren ser padres, compartiendo la crianza y disfrutando ambos de la construcción de una familia".

Para la Dra. Nélida Sakalik, médica psiquiatra y psicodramatista, tanto la feminidad como la masculinidad no son producto de un condicionamiento social sino de un hecho de naturaleza biológica: es decir, la feminidad es un hecho positivo, no un fenómeno cultural ni histórico.

"La feminidad es parte esencial de lo que nosotras somos, es aquello que nos hace mujeres y no hombres, lo que nos define como mujeres. Negar la feminidad y pretender que las mujeres sean iguales a los hombres, además de violentar la naturaleza real de las mujeres es construir una sociedad volcada en el polo masculino, también con todos sus riesgos: una sociedad desproporcionadamente violenta, más mecánica y rutinaria", asegura Sakalik.

Estudios biológicos han demostrado que el cerebro femenino es diferente al masculino. En las mujeres las funciones mentales se distribuyen sin problema entre ambos hemisferios, lo que le permite una mayor capacidad de percepción, intuición y multiplicidad. Eso hace que las emociones y los sentimientos sean mas profundos que los de los hombres, y el mundo sensorial de la mujer sea un poco mas amplio y las haga mas hábiles para enterarse de más cosas.

Dar a luz

Para Jazmín Gulí, muchas mujeres prácticas hoy se orientan a partos con cesárea o con anestesia, ya que los mismos médicos lo consideran más expeditivo, y se tiende a interrumpir el proceso del momento vital más importante de la vida: nacer.

"La luz intensa, el control mental en manos de la parturienta, son todos elementos que la alejan del abandono necesario a esas corrientes hoy en desuso con las que especialmente la mujer está conectada, el cerebro antiguo, aquél que la pone en el limbo y le resta cabeza racional para poder acceder como todas las mujeres de todos los tiempos al acto trascendente de dar vida", comenta Gulí.

En obstetricia el doctor Michel Odent propicia el retorno a los partos y al respeto por el proceso fisiológico natural en pos de una sociedad humana orientada a la paz. En la psicología, Clarissa Pinkola Estés, con su libro Mujeres que corren con lobos, invita a la recuperación de la naturaleza instintiva de las mujeres, la gran capacidad de morir y resucitar psíquicamente tal como les ocurre cada mes en su ciclo menstrual, recuperación que se combina con los variados atributos de auto-afirmación de la nueva femineidad.

"Lo más importante que trae aparejada la nueva femineidad es el derecho a gozar, a disfrutar en las relaciones sexuales, expresarse libremente sin temor a ser condenada", concluye Gulí.

Por su parte, la Lic. Lilian Suaya, asegura que la mujer que decide prescindir del hombre para tener un hijo no es para nada un bicho raro: "Pensemos en la gran cantidad de mujeres que quedan embarazadas y el hombre se borra, desaparece, no se hace cargo, tiene miedo. Qué tiene de raro entonces que una mujer decida no pasar por esta experiencia tan frustrante si decide tener un hijo", interroga.

Para Suaya, la familia feliz está en crisis, los hombres también alquilan vientres para tener hijos a los que deciden criar solos. "Estas conductas tienen algo de revanchismo y venganza. En realidad si hubiera más entendimiento entre ambos sexos no se necesitaría recurrir a estas prácticas que no son tan frecuentes como se cree. Y no hay porqué tener temor por el futuro de la humanidad en esta sentido, porque todavía se valora el amor entre ambos sexos y a los tumbos forman estas familias en crisis, cada vez menos durables", advierte.

Finalmente, la doctora Sakalik sostiene que no hay que temer estos cambios, ya que el hecho que la mujer necesite realizarse mas allá de la maternidad enriquece su vida: "No olvidemos que la maternidad a pleno lleva un tiempo corto que, compartido con la pareja, se hace más llevadero y fortalece a ambos, porque cuando los chicos crecen tendrán intereses individuales que les permitirán continuar sus proyectos personales".