
Leticia Brédice: "Prefiero equivocarme, antes que no hacerlo"
Nos encontramos con la actriz provocadora, histriónica e imparable y conocimos a una mujer profunda, tan valiente como vulnerable; mirá el video del backstage
12 de diciembre de 2011 • 10:58

Por Teresa Elizalde y Carola Birgin
Fotos de Sebastián Arpesella
Producción de Carol Schmoisman
Dirección de arte de Laura Manson
Fotos de Sebastián Arpesella
Producción de Carol Schmoisman
Dirección de arte de Laura Manson
Dice que quiere parecerse a Barbra Streisand. Que es su ídola. Por eso, en la puerta de entrada, pegó una enorme foto de la actriz. Y justo arriba de la foto, puso la palabra "Fe". Porque eso busca, agrega. Que todos los que dejan su casa se lleven fe. Pero cuando dejamos la casa de Leticia Brédice, tan colorida, llena de cuadros pintados por ella, de libros, discos, donde hay una mano clara de artista y un despliegue de creatividad y personalidad, no sabemos si salimos con fe. Sí nos llevamos la sensación de haber estado con una mujer valiente, dispuesta a todo. Apasionada al extremo.
¿Sabés qué nos intriga?: ¿cómo es un día tuyo? Porque uno te asocia con la televisión, el teatro, la música, pero nunca con una mujer que está en su casa, con su hijo, esa cosa de rutina.
Mirá, no sé cómo es un día típico mío, depende del trabajo, pero es distinto del de cualquier mujer o mamá porque es mucho tiempo de trabajo, muchas horas. Es diferente del de una chica que es contadora o trabaja en un banco. Y si no trabajo, también. Igual, depende, depende de las épocas y estadios en que esté yo. A veces tengo ganas de ir a hacerme las uñas, el pelo. Pero en este momento, por ejemplo, nada de ganas de todo eso porque tuve un año de cuidarme mucho el pelo y me agoté.
Mirá, no sé cómo es un día típico mío, depende del trabajo, pero es distinto del de cualquier mujer o mamá porque es mucho tiempo de trabajo, muchas horas. Es diferente del de una chica que es contadora o trabaja en un banco. Y si no trabajo, también. Igual, depende, depende de las épocas y estadios en que esté yo. A veces tengo ganas de ir a hacerme las uñas, el pelo. Pero en este momento, por ejemplo, nada de ganas de todo eso porque tuve un año de cuidarme mucho el pelo y me agoté.
Por el personaje...
Claro, por el color. Pasé mucho tiempo en la peluquería, que me vino bien.
Claro, por el color. Pasé mucho tiempo en la peluquería, que me vino bien.
Me imagino que sacabas letra de ahí para Verónica San Martín, tu personaje en El elegido.
Sí, sí, sobre todo para apoyar lo más difícil del papel, la parte más antipática de Verónica; si no, yo soy muy inocente.
Sí, sí, sobre todo para apoyar lo más difícil del papel, la parte más antipática de Verónica; si no, yo soy muy inocente.
¿Inocente? Das otra imagen.
Sí, puede ser que dé otra imagen. Pero me refiero a la parte antipática de Verónica, como "no me conteste", o "cállese la boca, usted no me toque", o "cómo puede ser que este país los pobres están teniendo...". Esas cosas de peluquería. Esas mujeres que sí existen y que son un grupo muy grande de nuestro país. La pretensión de tener un marido que las mantenga. De ser la señora de la casa. Creo que pasa por ser éste un país en donde la mujer es bastante crítica de la otra mujer. Si vos escuchás hablar a una española o a una europea, ellas hablan muy abiertamente de todo, las mujeres trabajan y tienen un lugar, y los hombres otro, y los hijos. Acá somos muy vergonzosos, da mucho miedo todo, contar cómo estás, de dónde sos...
Sí, puede ser que dé otra imagen. Pero me refiero a la parte antipática de Verónica, como "no me conteste", o "cállese la boca, usted no me toque", o "cómo puede ser que este país los pobres están teniendo...". Esas cosas de peluquería. Esas mujeres que sí existen y que son un grupo muy grande de nuestro país. La pretensión de tener un marido que las mantenga. De ser la señora de la casa. Creo que pasa por ser éste un país en donde la mujer es bastante crítica de la otra mujer. Si vos escuchás hablar a una española o a una europea, ellas hablan muy abiertamente de todo, las mujeres trabajan y tienen un lugar, y los hombres otro, y los hijos. Acá somos muy vergonzosos, da mucho miedo todo, contar cómo estás, de dónde sos...
Mucho prejuicio.
Sí, y sobre todo miedo. Me parece que a las mujeres acá nos da vergüenza si hay algo feo en nuestra familia: "De eso no se habla". Es muy común eso. Las buenas maneras, los bueno tratos y el qué dirán. Acá todavía hay una forma muy antigua y muy... No sé, no me sale la palabra, como algo del señalar, del juzgar.
Sí, y sobre todo miedo. Me parece que a las mujeres acá nos da vergüenza si hay algo feo en nuestra familia: "De eso no se habla". Es muy común eso. Las buenas maneras, los bueno tratos y el qué dirán. Acá todavía hay una forma muy antigua y muy... No sé, no me sale la palabra, como algo del señalar, del juzgar.

¿Vos tuviste que dejar de juzgar a las personas como tu personaje para representarlo?
Yo conozco muchas mujeres como ella, como Verónica, así, aristócratas, y a algunas las quiero mucho. Pero me duele o me llama mucho la atención cómo son. Porque me parece que, dentro de mi prejuicio, son tristes, viven una vida del qué dirán, para el otro, no para ellas. Estar prolijas para el otro, maquilladas, se tapan, maquillan su deseo verdadero por salvarse del qué dirán o por salvarse de un proyecto no tan personal y tener dinero, marido que no importa lo que hace pero mantiene.
Yo conozco muchas mujeres como ella, como Verónica, así, aristócratas, y a algunas las quiero mucho. Pero me duele o me llama mucho la atención cómo son. Porque me parece que, dentro de mi prejuicio, son tristes, viven una vida del qué dirán, para el otro, no para ellas. Estar prolijas para el otro, maquilladas, se tapan, maquillan su deseo verdadero por salvarse del qué dirán o por salvarse de un proyecto no tan personal y tener dinero, marido que no importa lo que hace pero mantiene.
¿Por qué te dan pena?
Porque son mujeres brillantes, muy cultas, muy inteligentes, pero se esconden detrás de ese ejercicio de orden, un ejercicio militar. Tienen un dolor muy grande, y a veces es cómo están criadas y se repite... Pero creo que están enojadas. Igual, no está visto así, lo que ven es lo mejor, es bello, no sé, jamás pintarían algo en su casa ni pondrían la mesa para el desayuno, todo está tercerizado y bajo sus órdenes. Claro, la casa es también el único lugar donde tienen poder.
Porque son mujeres brillantes, muy cultas, muy inteligentes, pero se esconden detrás de ese ejercicio de orden, un ejercicio militar. Tienen un dolor muy grande, y a veces es cómo están criadas y se repite... Pero creo que están enojadas. Igual, no está visto así, lo que ven es lo mejor, es bello, no sé, jamás pintarían algo en su casa ni pondrían la mesa para el desayuno, todo está tercerizado y bajo sus órdenes. Claro, la casa es también el único lugar donde tienen poder.
Vos mencionás eso, y en tu casa se nota mucho tu huella, se nota que está hecho por vos misma, que le ponés pilas, te gusta.
Demasiado, me gusta usar las manos, poner el cuerpo en la casa, me emociona lo que se puede lograr. Mi casa es mi escenografía, me gusta ir por los rincones de la casa y pensar qué es lo que vas a escuchar de música, qué vas a ver, qué vas a sentir. Sobre todo por mi chiquito, lo que él va a recordar de su casa cuando sea grande: una casa de colores.
Demasiado, me gusta usar las manos, poner el cuerpo en la casa, me emociona lo que se puede lograr. Mi casa es mi escenografía, me gusta ir por los rincones de la casa y pensar qué es lo que vas a escuchar de música, qué vas a ver, qué vas a sentir. Sobre todo por mi chiquito, lo que él va a recordar de su casa cuando sea grande: una casa de colores.

Y antes de tenerlo a Indio, ¿no te pasaba esto con tu casa?
Sí, me pasaba. En una época, alquilaba un departamento en Palermo y una noche volví a casa y vi que había muchas telas en las paredes, muy altas, clavadas por mí, y dije: "Qué hice, cómo llegué a esto". Había entelado toda la casa, estaba linda, pero ¿por qué?
Sí, me pasaba. En una época, alquilaba un departamento en Palermo y una noche volví a casa y vi que había muchas telas en las paredes, muy altas, clavadas por mí, y dije: "Qué hice, cómo llegué a esto". Había entelado toda la casa, estaba linda, pero ¿por qué?
¿Te gusta recibir?
Sí, me gusta que vengan acá los que quiero y los que sé que me quieren, esas personas que sé que no me van a mirar en mi casa y me van a criticar.
Sí, me gusta que vengan acá los que quiero y los que sé que me quieren, esas personas que sé que no me van a mirar en mi casa y me van a criticar.
¿Cómo estás con esto de haberte despegado hace tan poco del personaje de Verónica?
Bien, yo lo hago antes. Como hago antes el trabajo de entrar, hago antes el de salir, porque si no, lo padezco, la profesión mía es muy dolorosa en ese sentido. Además, yo me hice amigos que son esos amigos de la vida... Oro, ¿viste cuando encontrás oro? Para mí, las relaciones personales tienen que ver con este poder que algunos encuentran en el dinero, en los autos... Para mí, los amigos son así, encontrar un amigo nuevo tiene eso. Y este año me pasó de encontrar un montón de gente en Telefe que no conocía, y eso es lo que más me duele de despegarme. Porque el trabajo de entrar en el papel lo hice antes, en los primeros encuentros con los chicos, cuando me gustó el primer libro y empecé a averiguar sola por dónde podía ir, qué podía cambiar, qué podía encontrar de estas mujeres, y ya sé que un poquito antes de que termine, empiezo a pensar el próximo proyecto...
Bien, yo lo hago antes. Como hago antes el trabajo de entrar, hago antes el de salir, porque si no, lo padezco, la profesión mía es muy dolorosa en ese sentido. Además, yo me hice amigos que son esos amigos de la vida... Oro, ¿viste cuando encontrás oro? Para mí, las relaciones personales tienen que ver con este poder que algunos encuentran en el dinero, en los autos... Para mí, los amigos son así, encontrar un amigo nuevo tiene eso. Y este año me pasó de encontrar un montón de gente en Telefe que no conocía, y eso es lo que más me duele de despegarme. Porque el trabajo de entrar en el papel lo hice antes, en los primeros encuentros con los chicos, cuando me gustó el primer libro y empecé a averiguar sola por dónde podía ir, qué podía cambiar, qué podía encontrar de estas mujeres, y ya sé que un poquito antes de que termine, empiezo a pensar el próximo proyecto...

¿Ya tenés nuevo proyecto?
Sí, tengo varios proyectos. Después de los 30, yo empecé o trato de empezar a encontrar algo y a hacerlo. Yo soy una chica de decir "no, no voy a poder", y así me perdí de hacer cosas divinas.
Sí, tengo varios proyectos. Después de los 30, yo empecé o trato de empezar a encontrar algo y a hacerlo. Yo soy una chica de decir "no, no voy a poder", y así me perdí de hacer cosas divinas.
¿Ahora sentís que podés?
Sí, eso es. Antes, perdí un montón de cosas, pero tiene su porqué. Ahora, creo que es mejor querer estar todo el tiempo trabajando y equivocarse que no hacerlo.
Sí, eso es. Antes, perdí un montón de cosas, pero tiene su porqué. Ahora, creo que es mejor querer estar todo el tiempo trabajando y equivocarse que no hacerlo.
¿Cómo sos cuando te das cuenta de que te equivocaste?
Soy criticona conmigo siempre, cuando me equivoco, cuando no me equivoco, y en realidad soy buena porque tengo buen humor, no me aniquilo, porque soy la única que tengo, me río mucho de mí, porque a veces me doy tanto, tanto, y me río... Me río también cuando me critican, cuando se ríen de mí, cuando me veo criticada.
Soy criticona conmigo siempre, cuando me equivoco, cuando no me equivoco, y en realidad soy buena porque tengo buen humor, no me aniquilo, porque soy la única que tengo, me río mucho de mí, porque a veces me doy tanto, tanto, y me río... Me río también cuando me critican, cuando se ríen de mí, cuando me veo criticada.
¿Qué te producen las críticas?
Risa. Pero a veces me pasa que hay una crítica a algo que tenía, lo veo y digo: "¡Es verdad!". Y yo ni me acuerdo de lo que estaba usando y me río en el momento porque te puede volver a pasar tranquilamente, es una mala decisión, algo mal comprado, puede volver a pasar.
Risa. Pero a veces me pasa que hay una crítica a algo que tenía, lo veo y digo: "¡Es verdad!". Y yo ni me acuerdo de lo que estaba usando y me río en el momento porque te puede volver a pasar tranquilamente, es una mala decisión, algo mal comprado, puede volver a pasar.

Te importa mucho la ropa, ¿no?
Me divierte, pero siempre tengo que tener alguien que me ayude, en el sentido de que me traigan algo nuevo, algo a mi casa, porque no me ocupo mucho.
Me divierte, pero siempre tengo que tener alguien que me ayude, en el sentido de que me traigan algo nuevo, algo a mi casa, porque no me ocupo mucho.
¿Estás atenta a lo que se usa y a lo que no?
La verdad, no. Cuando algo se usa, a veces no coincido. Ahora se usa el pantalón pinzado, creo, porque vi un par de pantalones en casas de ropas de amigas. Y para mí, el pantalón pinzado es un error de la moda, no hay nada que quede peor que un pinzado, te hace una cadera espantosa, una pata corta.
La verdad, no. Cuando algo se usa, a veces no coincido. Ahora se usa el pantalón pinzado, creo, porque vi un par de pantalones en casas de ropas de amigas. Y para mí, el pantalón pinzado es un error de la moda, no hay nada que quede peor que un pinzado, te hace una cadera espantosa, una pata corta.
A no ser que midas un metro noventa.
Sí, o a no ser que sea una modelo, aunque también ves una modelo con un pinzado y decís: "Qué lástima que tenga eso". Yo prefiero pifiarla con una calza y un zapato a usar ese pantalón. Hay cosas que tengo claras: es mejor vestirse de negro, de blanco y salir a vivir... No hay que pensar tanto en la ropa porque deprime, paraliza, yo me veo en situaciones en las que no voy a lugares a los que tengo que ir porque no tengo ropa, porque no puedo repetir. No voy porque no me tomé el tiempo de llamar para buscar algo nuevo.
Sí, o a no ser que sea una modelo, aunque también ves una modelo con un pinzado y decís: "Qué lástima que tenga eso". Yo prefiero pifiarla con una calza y un zapato a usar ese pantalón. Hay cosas que tengo claras: es mejor vestirse de negro, de blanco y salir a vivir... No hay que pensar tanto en la ropa porque deprime, paraliza, yo me veo en situaciones en las que no voy a lugares a los que tengo que ir porque no tengo ropa, porque no puedo repetir. No voy porque no me tomé el tiempo de llamar para buscar algo nuevo.
Con tu hijo, ¿sos de comprarle mucha ropa o tiene lo que necesita?
No, tiene lo que necesita, no me gusta que sobre. Nada de lujos. Tiene lo que tiene que tener.
No, tiene lo que necesita, no me gusta que sobre. Nada de lujos. Tiene lo que tiene que tener.
¿Y con el resto de las cosas? Porque estamos en un momento en el que los chicos tienen mucho juguete, mucho estímulo.
No, no lo dejo. Él de pronto me dice: "Uy, mamá, te pedí eso y vos no vas a poder comprármelo, es tan caro". Tiene que haber un límite. A veces le guardo cosas. "¿Yo no tenía un camión con una luz?", y ahí se lo entrego.
No, no lo dejo. Él de pronto me dice: "Uy, mamá, te pedí eso y vos no vas a poder comprármelo, es tan caro". Tiene que haber un límite. A veces le guardo cosas. "¿Yo no tenía un camión con una luz?", y ahí se lo entrego.
¿Por qué lo guardás?
No me gusta el exceso de juguetes, porque tiene que ver con el límite también, del vocabulario, del pensamiento. Si una mamá te da mucho en lo material y te tiene guardadito, calladito, te canjea un poco de tiempo, de educación. Y los chicos se lo cobran eso. Después se abusan con la palabra.
No me gusta el exceso de juguetes, porque tiene que ver con el límite también, del vocabulario, del pensamiento. Si una mamá te da mucho en lo material y te tiene guardadito, calladito, te canjea un poco de tiempo, de educación. Y los chicos se lo cobran eso. Después se abusan con la palabra.
¿A vos te educaron así?
Con la conciencia de las cosas. Yo creo que si te fijás en si una persona tiene un cierre en vez de un botón, vuelve muy superficial las relaciones. El valor en la persona tiene que ver con su pensamiento, su discurso, pero la idiota, la mujer que se queda en el afuera es una defensa de uno a no querer aprender más, a quedarse dentro de su círculo, pero, para mí, hay que traspasar eso y escuchar. Se aprende más del que está descalzo que del que está bien calzado, con un buen zapato. Es más, quizás el que tiene un buen zapato te pisa y el que está descalzo no te pisa. La ropa superficializa mucho las relaciones, sobre todo a las mujeres.
Con la conciencia de las cosas. Yo creo que si te fijás en si una persona tiene un cierre en vez de un botón, vuelve muy superficial las relaciones. El valor en la persona tiene que ver con su pensamiento, su discurso, pero la idiota, la mujer que se queda en el afuera es una defensa de uno a no querer aprender más, a quedarse dentro de su círculo, pero, para mí, hay que traspasar eso y escuchar. Se aprende más del que está descalzo que del que está bien calzado, con un buen zapato. Es más, quizás el que tiene un buen zapato te pisa y el que está descalzo no te pisa. La ropa superficializa mucho las relaciones, sobre todo a las mujeres.
Estás más flaca, bajaste de peso.
Ahora no, hace bastante, después de parir, subo y bajo, pero dentro de lo mismo. Yo empecé a trabajar a los 16 años, imaginate, a los 20 era medio un tonel, y a los 22 hice una película y ahí adelgacé un poco. A los 26, volví a ser un tonel, un tonel para lo que es la televisión, una chica más gordita, y creo que es una imagen más cercana al recuerdo de la gente, porque todo el mundo me dice eso. Después, la vida te cambia la cara, te cambia la vida.
Ahora no, hace bastante, después de parir, subo y bajo, pero dentro de lo mismo. Yo empecé a trabajar a los 16 años, imaginate, a los 20 era medio un tonel, y a los 22 hice una película y ahí adelgacé un poco. A los 26, volví a ser un tonel, un tonel para lo que es la televisión, una chica más gordita, y creo que es una imagen más cercana al recuerdo de la gente, porque todo el mundo me dice eso. Después, la vida te cambia la cara, te cambia la vida.
Pero, digamos, ¿vos hacés algo para mantenerte así?
Después de parir, hice mucho ejercicio, lo que hago para estar flaca, creo, es no comer. Me alimento muy mal, tengo una conducta alimenticia mala.
Después de parir, hice mucho ejercicio, lo que hago para estar flaca, creo, es no comer. Me alimento muy mal, tengo una conducta alimenticia mala.
¿Y querés hacer algo para cambiar eso?
Todo el tiempo, estaba hablando con una amiga que sabe bastante, que me va a hacer un cuidado, una disciplina, para comer cosas distintas.
Todo el tiempo, estaba hablando con una amiga que sabe bastante, que me va a hacer un cuidado, una disciplina, para comer cosas distintas.
Te escuchamos y parecés muy apasionada en todo.
Soy muy apasionada, hasta para saber por qué no me sale, "por qué soy tan mala, por qué", bueh, basta, relajate y salí. Siempre fui así. A mí no me gustaba tener nada de Frutillitas o Kitty. Y me llamaba la atención que todas las chicas tenían algo de Kitty. Yo tenía 7 años y usaba un bolsito verde. Me encantaba quedarme en mi casa y jugar a la maestra, inventar palabras. Notaba que en la escuela tardaban mucho tiempo: "Ya está, ya me di cuenta de que es una montaña, un redondel, ¿por qué no pasan a otra cosa?".
Soy muy apasionada, hasta para saber por qué no me sale, "por qué soy tan mala, por qué", bueh, basta, relajate y salí. Siempre fui así. A mí no me gustaba tener nada de Frutillitas o Kitty. Y me llamaba la atención que todas las chicas tenían algo de Kitty. Yo tenía 7 años y usaba un bolsito verde. Me encantaba quedarme en mi casa y jugar a la maestra, inventar palabras. Notaba que en la escuela tardaban mucho tiempo: "Ya está, ya me di cuenta de que es una montaña, un redondel, ¿por qué no pasan a otra cosa?".
¿Terminaste el colegio?
No, porque trabajaba para pagarme las clases de teatro y era mucho, ir a la mañana al colegio. Y además porque no me encontraba, tenía ya grandes temas, no entendía por qué yo tenía que saber pi por radio al cuadrado cuando quería saber de Sartre, de Simone de Beauvoir, quería leer, quería leer teatro, ¿por qué teníamos que tener una maestra para que me enseñara Matemática?
No, porque trabajaba para pagarme las clases de teatro y era mucho, ir a la mañana al colegio. Y además porque no me encontraba, tenía ya grandes temas, no entendía por qué yo tenía que saber pi por radio al cuadrado cuando quería saber de Sartre, de Simone de Beauvoir, quería leer, quería leer teatro, ¿por qué teníamos que tener una maestra para que me enseñara Matemática?
¿Leés mucho?
Leo de lo que me gusta, de teatro, de metafísica.
Leo de lo que me gusta, de teatro, de metafísica.
¿Y aplicás cosas que leés?
Creo que sí, sin darme cuenta, pero ya leerlo me hace bien, sí, me hace bien, me parece que tiene que ver mucho con el mundo espiritual, me relaja, me hace entender.
Creo que sí, sin darme cuenta, pero ya leerlo me hace bien, sí, me hace bien, me parece que tiene que ver mucho con el mundo espiritual, me relaja, me hace entender.

¿Cómo venís con el disco?
Muy bien.
Muy bien.
Hace un montón que lo estás haciendo... Es el segundo tuyo, ¿no?
Sí, es el segundo, el primero salió hace un montón... 6, no sé si 7 años.
Sí, es el segundo, el primero salió hace un montón... 6, no sé si 7 años.
¿Cómo se llama?, ¿ya tiene nombre?
Tiene, pero no se los diría, porque no está registrado.
Tiene, pero no se los diría, porque no está registrado.
¿Son canciones tuyas?
Algunas, otras de Celentano, que me fascina, una de Gustavo (Cerati).
Algunas, otras de Celentano, que me fascina, una de Gustavo (Cerati).
¿Te fue bien con el primer disco?
No sé, en lo comercial no sé, pero en lo personal era rarísimo, una cosa rarísima, es como que yo era Janis Joplin.
No sé, en lo comercial no sé, pero en lo personal era rarísimo, una cosa rarísima, es como que yo era Janis Joplin.
¿Lo tenés acá?
No, no lo tengo.
No, no lo tengo.
¿No lo tenés, no lo escuchás?
No, regalé hasta el último. No lo escucho ni tengo ganas de escucharlo, no me interesa.
No, regalé hasta el último. No lo escucho ni tengo ganas de escucharlo, no me interesa.
¿Estás en pareja ahora?
Sí, estoy en pareja. Aunque con la pareja es donde más problemas tengo, en el amor es donde más me encuentro con situaciones de capricho. Para mí, en la vida, el gran enigma es el amor. No es quién maneja el mundo ni cuándo se va a terminar el mundo, sino el amor, el amor de pareja, porque el amor a un hijo no está en duda.
Sí, estoy en pareja. Aunque con la pareja es donde más problemas tengo, en el amor es donde más me encuentro con situaciones de capricho. Para mí, en la vida, el gran enigma es el amor. No es quién maneja el mundo ni cuándo se va a terminar el mundo, sino el amor, el amor de pareja, porque el amor a un hijo no está en duda.

¿Qué querés decir con enigma?
Un misterio.
Un misterio.
Pero ¿cuál sería el misterio?
Qué es lo que se tiene que hacer, por qué uno duda cuando se está tan bien o por qué uno avanza en determinadas situaciones, por qué me meto acá si sé que voy a terminar mal.
Qué es lo que se tiene que hacer, por qué uno duda cuando se está tan bien o por qué uno avanza en determinadas situaciones, por qué me meto acá si sé que voy a terminar mal.
Te gusta tener pareja.
Mucho, no me gusta estar sin pareja, y quiero mucho, por eso me pongo caprichosa.
Mucho, no me gusta estar sin pareja, y quiero mucho, por eso me pongo caprichosa.
Por la compañía.
No, porque me gusta, me gusta la compañía y me hace muy bien tener a alguien, un cómplice, alguien que me vea en el mejor momento y en el peor; en el momento en que estoy mejor peinada, que la gente dice: "Wow, parece Raffaella Carrà", y en el peor momento también: sin peinar, con la peluca mal puesta. En los momentos cuando digo: "Pucha, por qué no me salen las cosas como quiero", y que me digan: "Pero si te salen". Tener una pareja, una coherencia vital linda, no pelear por pelear. Soy muy insegura con la pareja, porque toda mi inseguridad de cualquier cosa la pongo ahí.
No, porque me gusta, me gusta la compañía y me hace muy bien tener a alguien, un cómplice, alguien que me vea en el mejor momento y en el peor; en el momento en que estoy mejor peinada, que la gente dice: "Wow, parece Raffaella Carrà", y en el peor momento también: sin peinar, con la peluca mal puesta. En los momentos cuando digo: "Pucha, por qué no me salen las cosas como quiero", y que me digan: "Pero si te salen". Tener una pareja, una coherencia vital linda, no pelear por pelear. Soy muy insegura con la pareja, porque toda mi inseguridad de cualquier cosa la pongo ahí.

¿Sos de pedir ayuda?
Sí, sí, me parece que hay que ser honesto y pedirla: "Vení, sacame de mi casa y llevame, que quiero ir pero no puedo, no sé, tengo miedo de salir a la calle". Me parece que está bueno, porque quizás al otro le pasa lo mismo. Tenemos una formación muy fuerte de lo que no se debe, lo que no se tiene que decir, mostrar lo vulnerable que uno es está mal, si mostrás cierta vulnerabilidad, enseguida te tildan de loca.
Sí, sí, me parece que hay que ser honesto y pedirla: "Vení, sacame de mi casa y llevame, que quiero ir pero no puedo, no sé, tengo miedo de salir a la calle". Me parece que está bueno, porque quizás al otro le pasa lo mismo. Tenemos una formación muy fuerte de lo que no se debe, lo que no se tiene que decir, mostrar lo vulnerable que uno es está mal, si mostrás cierta vulnerabilidad, enseguida te tildan de loca.
¿Te llevás bien con las mujeres?
Sí, me llevo bien, pero no con las mujeres Heidi. Heidi me fascinaba, pero no me llevaría hoy, seríamos amigas, pero... No, yo creo que de Heidi no sería amiga.
Sí, me llevo bien, pero no con las mujeres Heidi. Heidi me fascinaba, pero no me llevaría hoy, seríamos amigas, pero... No, yo creo que de Heidi no sería amiga.
¿Quién sería tu amiga del mundo de ficción?
Qué linda pregunta. No sé, creo que la de Fama, la profesora que decía: "La fama cuesta", ésa, la mala, es una buena amiga. Siempre tuve amigas grandes, y me gusta tener amigas grandes, son las que te marcan un poco, las que menos esconden, las más honestas, amorosas, y para mí, una mujer que te ve llorar y te dice: "Listo, tranquila, vamos a trabajar, ya lloraste", esa me gusta. La que te ve llorar y te pregunta: "¿Qué te pasa?" y se asusta, esa tiene que vivir un poco más si quiere ser mi amiga. A mí me irrita una mujer que te diga: "No puedo creer que eso te ponga mal".
Qué linda pregunta. No sé, creo que la de Fama, la profesora que decía: "La fama cuesta", ésa, la mala, es una buena amiga. Siempre tuve amigas grandes, y me gusta tener amigas grandes, son las que te marcan un poco, las que menos esconden, las más honestas, amorosas, y para mí, una mujer que te ve llorar y te dice: "Listo, tranquila, vamos a trabajar, ya lloraste", esa me gusta. La que te ve llorar y te pregunta: "¿Qué te pasa?" y se asusta, esa tiene que vivir un poco más si quiere ser mi amiga. A mí me irrita una mujer que te diga: "No puedo creer que eso te ponga mal".
¿Qué personas a vos te arengan, te sacan?
Las que tienen carácter.
Las que tienen carácter.
Pero ¿quiénes en tu vida?
Mi hermana, mi amiga Lola, mis amigas. "Dale, chiquita, vamos a trabajar", y a la noche te mandan un mensaje que dice: "¿Cómo estás, mi amor, estás bien?". Esas mujeres que no se asustan, que saben que son tránsitos de la vida, del amor, del humor. Las personas que se relacionan desde el amor y desde el no asustarse me gustan.
Mi hermana, mi amiga Lola, mis amigas. "Dale, chiquita, vamos a trabajar", y a la noche te mandan un mensaje que dice: "¿Cómo estás, mi amor, estás bien?". Esas mujeres que no se asustan, que saben que son tránsitos de la vida, del amor, del humor. Las personas que se relacionan desde el amor y desde el no asustarse me gustan.

¿Sos asustadiza?
Mmm, no, a mí me asustan cosas raras.
Mmm, no, a mí me asustan cosas raras.
¿Qué cosas?
Me asustan cuentos de mujeres tristes, suicidios, me apenan, me duelen. Ayer estábamos con Julieta Ortega, y estaban contando algo de una mujer que hizo algo feo y yo empecé a distraerme, y Julieta dijo: "Perdonala, no es que no esté prestando atención". Es que me duele, puedo actuarlo, pero en la vida, dejar familia, hijos, no ser valiente me parece un pecado, no haber esperado, eso no se les puede hacer a los hijos... Y a mí esas cosas me conmueven, me parten el alma, las enfermedades de personas que no tenían que enfermarse, y tener que seguir hablando y decir: "Bueno, ¿y ahora qué hacemos?", y creo además que lo que más hay que hacer es eso, darle la vuelta y lograr hacer las cosas. Eso me destroza, por eso digo que todo lo demás me causa gracia, lo que tiene que ver con la crítica: "A esta chica qué le pasa, no sabe vestirse", ¡cómo no me voy a reír!
Me asustan cuentos de mujeres tristes, suicidios, me apenan, me duelen. Ayer estábamos con Julieta Ortega, y estaban contando algo de una mujer que hizo algo feo y yo empecé a distraerme, y Julieta dijo: "Perdonala, no es que no esté prestando atención". Es que me duele, puedo actuarlo, pero en la vida, dejar familia, hijos, no ser valiente me parece un pecado, no haber esperado, eso no se les puede hacer a los hijos... Y a mí esas cosas me conmueven, me parten el alma, las enfermedades de personas que no tenían que enfermarse, y tener que seguir hablando y decir: "Bueno, ¿y ahora qué hacemos?", y creo además que lo que más hay que hacer es eso, darle la vuelta y lograr hacer las cosas. Eso me destroza, por eso digo que todo lo demás me causa gracia, lo que tiene que ver con la crítica: "A esta chica qué le pasa, no sabe vestirse", ¡cómo no me voy a reír!
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